viernes, septiembre 28, 2007

Un memorable artículo de Pérez Reverte.

Recuerdo haberlo leído hace días. Hoy lo he encontrado en Internet.
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Los vascos y la Historia de España

2 comentarios:

winston dijo...

Estimado Oroel, es curioso cómo el Sr. Pérez Reverte tiene fama de articulista indomable y de cantarle al más pintado las verdades del barquero. Su estilo a ratos brillante, a ratos vulgar, pero siempre vibrante, no deja indiferente. Debo, sin embargo, reconocer que no es santo de mi devoción y sólo lo leo cuando por casualidad cae en mis manos (de otra forma, me vería obligado a comprar el Heraldo y no estoy dispuesto). Decía que no me gusta especialmente porque de todos los artículos que le he leído, sólo en dos he comprobado cómo el látigo de su prosa se ha dirigido contra una persona con nombres y apellidos. Uno fue contra Francisco Umbral y otro, hace apenas un par de semanas, contra Henry Kamen, este último antológico y por descontado lo mejor que he leído de Reverte. No obstante, con la nefasta e inútil clase política que padecemos (qué plaza tan amplia para que el toro Reverte diera lo mejor de sí mismo) nunca ha sacado el autor de Alatriste su látigo a pasear. Me refiero dirigiéndose a personas concretas. Se en "esos políticos", "aquéllos", siempre en plural y sin distinguir a unos de otros. Vd. que es más leído, quizá me desmienta. Estaría encantado.

Oroel dijo...

No, no puedo desmentirle. Los temas de Reverte son más amplios y se centra a menudo en la crítica de nuestras costumbres, de los turistas que se pasean, van a la playa y al chiringuito, hacen deporte y duermen con el mismo bañador todo el día o de las periodistas pizpiretas que hurgan en la miseria humana ajenas al dolor de tantas víctimas (como la semana pasada, creo recordar).

Bueno, no son temas que nos interesen particularmente (a mí tampoco), pero le salva su estilo literario.

Ya me gustaría a mí que cetrara su crítica en la cuestión política, que es la que de verdad me interesa, pero la libertad de Reverte para escribir lo que quiera es incuestionable, como lo es la nuestra para leerle o dejar de hacerlo.

Aún así, no me negará que el artículo que he colgado en mi blog es brillante.

Un cordial saludo.


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