sábado, septiembre 29, 2007

Cabalgar al tigre

Efectivamente, como señala Julia Navarro, hemos pasado de la España plural al disparate en menos de una legislatura. Pusimos -pusieron, porque yo no le voté- a un irresponsable, borracho de éxitos sin mérito y sin esfuerzo, al frente de la Nación y nos ha metido de lleno en un pantano del que no sabe cómo salir. La primera medida, imprescindible para abordar las posibles soluciones a tantos problemas como nos ha creado, será librarnos de Rodríguez Zapatero.

Creyó que él, que nunca en su vida sufrió ni un leve contratiempo, podría cabalgar al tigre. La culpa, decía, de la insatisfacción de los nacionalistas era la intransigencia de Aznar. Sin conocer, estúpido, que la insatisfacción permanente, justificada o no, es la seña de identidad de los nacionalistas, como lo es de los niños egoístas y malcriados. Quien crea que va a calmar las exigencias de un niño caprichoso cediendo a ellas se equivoca, porque éstas siempre serán más y mayores, hasta que sean inasumibles.

¡Menuda herencia!

Pero en esta última semana los motivos de preocupación se precipitan y amontonan, como era previsible que sucediera. No se pueden hacer las cosas mal, y que el resultado sea bueno. Eso no ocurre más que ocasionalmente, muy pocas veces.

- Estamos ante los peores y más controvertidos Presupuestos Generales de toda la etapa democrática, diseñados para llenar a la desesperada todos los pesebres clientelares posibles con que garantizar los votos; unos presupuestos injustos e insolidarios como pocos, basados en unas previsiones de crecimiento que el mismo Solbes ha reconocido como imposibles de cumplir apenas cuarenta y ocho horas después de presentarlos. ¿Qué credibilidad o confianza pueden suscitar?

- El presidente de un gobierno autonómico anuncia un referéndum de autodeterminación, con fecha fija.

- Los partidos que apoyan al gobierno de otra comunidad reclaman que el Rey deje de ser el Jefe de las Fuerzas Armadas y que desaparezcan de la Constitución las referencias a la Nación española, a la defensa de España, o al juramento a la bandera.

- El alcalde de Humilladero (Málaga), albañil y dotado sin duda de grandes conocimientos de Derecho constitucional y de Historia, reclama la III República.

- Se incrementan los actos de agravio al Rey y a la Monarquía.

En tertulias y comentarios con los amigos, éramos muchos, y yo entre ellos, los que sosteníamos que si Zapatero accedía a un segundo mandato, su próximo objetivo sería la Monarquía. Pero para eso necesitaba un segundo mandato. El intento sería ya excesivo después de todo lo que ha demolido en el primero. Pero nos equivocamos. Es cierto que no parece que la iniciativa sea suya, pero ha desencadenado un proceso de desmantelamiento general a todos los niveles que es incapaz de controlar. E independientemente del carácter extemporáneo de la Monarquía y de su ausencia de sentido en este tercer milenio, es cierto que hoy es un elemento de fuerte carga simbólica como aglutinante frente a las fuerzas separatistas. Posiblemente sea ese el único papel que hoy día, y con la que está cayendo, la justifique en España. Y es por eso precisamente por lo que los nacionalistas desean su desaparición, con el apoyo de momento disimulado de las fuerzas de izquierdas, que colaboran en la sombra en el desguace nacional.

El esperpento valleinclanesco domina la escena política. Desde el 'caña a España', al 'caña a la monarquía'.
.
Pienso que cuando Zapatero abandone el poder, no antes porque es demasiado tonto y vanidoso para percatarse, ante el paisaje devastado, se preguntará con amargura: “¿Pero qué he hecho?” Pues ni más ni menos que lo que, irresponsablemente, le dejamos hacer.

No hay comentarios:


Número de visitas