“Puedo formar cincuenta gobiernos mejores que el de Zapatero”. Tal dijo no hace mucho Mariano Rajoy. Y no es chulería: es la verdad.
Quiero recomendar un artículo de mi admirado Martín Ferrand porque, con otro enfoque y de forma más elocuente, viene a decir algo parecido a lo que yo señalaba el otro día:
Rajoy, un seductor
El siguiente paso de Rajoy
“Rajoy aumentaría notablemente su capacidad de seducción electoral si, en lugar de abundar en la escasez ajena, subrayara la abundancia propia, y para ello sólo hay un camino compatible con un procedimiento electoral en el que sólo se eligen representantes por siglas y circunscripciones: anunciarnos quiénes integrarán su Gobierno en el supuesto de una victoria suficiente. Dada la imposibilidad de una batalla ideológica, buena puede ser la exhibición de los talentos que se proponen para enderezar las catástrofes generadas por el equipo de Zapatero. Eso, claro, exige compromiso y claridad. ¿Podría soportarlo Rajoy?”
Propone Martín Ferrand anunciar un posible próximo gobierno. Yo no llegaba a tanto en mi artículo, sino que pedía sólo la incorporación a las listas electorales de las más importantes circunscripciones de algunos de los nombres emblemáticos del partido, aquellos con los que se tuvo que reforzar por la vía de urgencia la lista al Parlamento Europeo, lo que supuso la renuncia en el ruedo político nacional de algunos de los rostros más populares y de algunos de los mejores cerebros de la derecha.
La cosa está muy cruda y difícil, y hay que jugársela. No se puede andar Rajoy ahora ni con titubeos ni con recelos. Rajoy debe hacer ahora, y cuanto antes mejor, una exhibición de la abundancia propia, y nada mejor para ello que incorporar, mediante su nominación como candidatos, a los Mayor Oreja, Vidal Cuadras, Iturgaiz, Luis Herrero incluso… Ello los situaría en primera plana y bajo los focos, en el centro del debate, metidos de lleno en la política nacional. A comparar inevitablemente con los Fernández de la Vega, Rubalcaba, Caldera, Chacón…
Ya tarda.
Quiero recomendar un artículo de mi admirado Martín Ferrand porque, con otro enfoque y de forma más elocuente, viene a decir algo parecido a lo que yo señalaba el otro día:
Rajoy, un seductor
El siguiente paso de Rajoy
“Rajoy aumentaría notablemente su capacidad de seducción electoral si, en lugar de abundar en la escasez ajena, subrayara la abundancia propia, y para ello sólo hay un camino compatible con un procedimiento electoral en el que sólo se eligen representantes por siglas y circunscripciones: anunciarnos quiénes integrarán su Gobierno en el supuesto de una victoria suficiente. Dada la imposibilidad de una batalla ideológica, buena puede ser la exhibición de los talentos que se proponen para enderezar las catástrofes generadas por el equipo de Zapatero. Eso, claro, exige compromiso y claridad. ¿Podría soportarlo Rajoy?”
Propone Martín Ferrand anunciar un posible próximo gobierno. Yo no llegaba a tanto en mi artículo, sino que pedía sólo la incorporación a las listas electorales de las más importantes circunscripciones de algunos de los nombres emblemáticos del partido, aquellos con los que se tuvo que reforzar por la vía de urgencia la lista al Parlamento Europeo, lo que supuso la renuncia en el ruedo político nacional de algunos de los rostros más populares y de algunos de los mejores cerebros de la derecha.
La cosa está muy cruda y difícil, y hay que jugársela. No se puede andar Rajoy ahora ni con titubeos ni con recelos. Rajoy debe hacer ahora, y cuanto antes mejor, una exhibición de la abundancia propia, y nada mejor para ello que incorporar, mediante su nominación como candidatos, a los Mayor Oreja, Vidal Cuadras, Iturgaiz, Luis Herrero incluso… Ello los situaría en primera plana y bajo los focos, en el centro del debate, metidos de lleno en la política nacional. A comparar inevitablemente con los Fernández de la Vega, Rubalcaba, Caldera, Chacón…
Ya tarda.
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