Como hoy decía un comentarista en El Mundo. No es lo malo que con varios millones de viviendas vacías, la oferta supere con creces a la demanda. No es tampoco lo peor que la caída brusca de la tasa de construcción vaya a dejar en la calle a cientos de miles de inmigrantes a los que se abrieron irresponsablemente las puertas del país pensando que habría trabajo indefinido para todos. Lo peor es que el Gobierno no sabe qué hacer.
Porque el frenazo de la construcción no parece que vaya a ser tan suave como se nos dice desde el Gobierno, que quisiera, claro, hacer sus deseos realidad. El frenazo va a ser brutal. Lo está siendo ya. Y en apenas unos meses podemos empezar a ver y sentir sus efectos.
Vean los datos:
La compraventa de viviendas cae un 10% en el primer semestre
Los visados para construir pisos cayeron en julio un 35%
La tasa de pisos visados en el mes de julio de 2007 es la más baja desde el año 2000.
¿Se imaginan que estos niveles de desaceleración se extendieran al conjunto de la economía? De momento sólo se presentan en el sector más boyante de los últimos años. Y los expertos aseguran que cada piso en construcción genera dos puestos de trabajo. La reacción en cadena sobre las prestaciones sociales por desempleo y en la detracción del consumo puede ser pavorosa.
El problema es que esta crisis estaba anunciada desde hace al menos dos años. Se sabía que tarde o temprano el mercado de la vivienda tocaría techo, y desde principios de año se alertaba que para después del verano podría notarse una desaceleración brusca.
Porque el frenazo de la construcción no parece que vaya a ser tan suave como se nos dice desde el Gobierno, que quisiera, claro, hacer sus deseos realidad. El frenazo va a ser brutal. Lo está siendo ya. Y en apenas unos meses podemos empezar a ver y sentir sus efectos.
Vean los datos:
La compraventa de viviendas cae un 10% en el primer semestre
Los visados para construir pisos cayeron en julio un 35%
La tasa de pisos visados en el mes de julio de 2007 es la más baja desde el año 2000.
¿Se imaginan que estos niveles de desaceleración se extendieran al conjunto de la economía? De momento sólo se presentan en el sector más boyante de los últimos años. Y los expertos aseguran que cada piso en construcción genera dos puestos de trabajo. La reacción en cadena sobre las prestaciones sociales por desempleo y en la detracción del consumo puede ser pavorosa.
El problema es que esta crisis estaba anunciada desde hace al menos dos años. Se sabía que tarde o temprano el mercado de la vivienda tocaría techo, y desde principios de año se alertaba que para después del verano podría notarse una desaceleración brusca.
Como vemos, ya había signos de desaceleración desde principios de año, quizás sólo a disposición de quienes cuentan con medios para conocerlos, sin que el Gobierno haya hecho nada desde entonces. Porque no sabe qué hacer. Sólo ha cambiado una ministra incompetente por otra que no parece serlo menos.
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