martes, septiembre 18, 2007

No es un gafe

La reciente derrota de la selección española de baloncesto con la presencia de Zapatero ha vuelto a suscitar numerosos comentarios sobre el mal fario del Presidente. Allí donde aparece apoyando a alguien o a algo, la derrota y el fracaso están asegurados.

Pero no, no es gafe. Es mucho peor: es un inútil.

Cierto que todos sus apoyos a Kerry, Segolène Royal o Schroeder se saldaron con el fracaso de éstos. Su personal elección de Miguel Sebastián ha supuesto la salida de éste de la política por la puerta falsa. Anuncia a bombo y platillo su fe en el fin del terrorismo gracias al diálogo que él ha impulsado contra toda evidencia y antes de veinticuatro horas le vuelan Barajas. Visita la Bolsa de Madrid y las cotizaciones se hunden. Haciendo memoria surgen muchos más ejemplos. Y si no, basta con acudir a Google y colocar juntas estas dos palabras: “Zapatero” y “gafe”. Los internautas han recopilado docenas de ejemplos.

Pero no hay que buscar la explicación en esa razón acientífica e imposible de probar. La explicación se encuentra en su inanidad intelectual y, sobre todo, en su condición de triunfador sin esfuerzo, en su personalidad inmadura, construida a lo largo de una vida sorprendente, envidiablemente fácil y benévola. Una persona que ha alcanzado el triunfo a la primera ocasión ante cada reto planteado, no por sus excepcionales cualidades sino por una favorable combinación de oportunidad y circunstancias, es normal que tienda a un optimismo irresponsable, que piense que con sólo chasquear los dedos y formular un deseo las cosas van a salirle bien, sin ningún género de dudas. Si es ley de vida que le salgan bien.

Pero no, no es ley de vida. Al revés, lo normal es que las cosas sólo salgan bien después de mucho esfuerzo, inteligencia y tenacidad, y cuando el viento sopla a favor, las circunstancias son favorables y las condiciones están maduras.

El perfil psicológico del presidente: el triunfador sin esfuerzo

Zapatero a lo largo de la legislatura sólo ha sacado adelante media docena de leyes e iniciativas descabelladas, inútiles y contraproducentes, de indudable efecto crispador y deletéreo, algunas sin demanda social, y las que la tienen, sin previsiones económicas para llevarlas a cabo. Puro voluntarismo, demagogia e irresponsabilidad. Los matrimonios homosexuales, la ley de Dependencia que no se sabe cómo se va a pagar, las subidas de las pensiones, el cheque baby, los gastos del dentista para niños, la retirada de la estatua de Franco, los papeles de Salamanca…

Todo lo demás ha sido un fracaso: la ley antitabaco (hoy se fuma tanto como antes de la ley), el carnet por puntos (ya ha dejado de causar efecto), la ley contra la violencia de género (ha aumentado), la política de vivienda (ha seguido subiendo muy por encima de los salarios), la política económica (los salarios no han cesado de perder poder adquisitivo y la economía española es la más endeudada del mundo en términos relativos)… Se le han ido de las manos las negociaciones con ETA, las reformas estatutarias… Los nacionalistas están desbocados en sus demandas, desplantes y provocaciones, la política internacional es un desastre, se han roto todos los consensos sociales y políticos, se han tirado por la borda todos los principios de solidaridad interterritorial, justicia distributiva y lealtad institucional que son el soporte a la Nación…

Zapatero no es gafe

No, Zapatero no es un gafe. Es algo mucho peor. Es un irresponsable, que no es que tenga mala suerte: es que lo fía todo a la suerte, a su suerte. Y a él, sin hacer nada, sin merecerlo, le ha ido muy bien. ¿Por cuánto tiempo? Porque la suerte dura hasta que dura.



“Cuando la suerte te acompaña la puedes sujetar por un cabello; pero si decide abandonarte, ni todas las cadenas bastan para retenerla”.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No es que no esté de acuerdo con la inanidad (palabra que desconocía, yo tampoco soy una lumbrera) del Sr. Zapatero; pero no sé que me da más miedo, si las brillantes mentes pensantes que le pusieron ahí (dentro de su partido) o las brillantes mentes que no hacen nada por quitarlo (en la oposición).
No seré hipócrita y reconococeré que si a mí me dejasen vía libre también subiría y mandaría y propondría..seguramente con más fallos que aciertos pero seguro que con buena intención.
Aunque todos sabemos que el camino al infierno está empedrado de ellas.
Podemos estar de acuerdo que un político de ese rango debería contar con algo más de preparación y asesoramiento que las buenas intenciones de un simple ciudadano.

Estadísticamente la suerte es algo volátil, así que, en teoría a falta de que alguien (especialmente en la oposición) haga algo, las probabilidades harán que se cuelgue con su propia cuerda. Cuando algo tiende a infinito, el número de caras se iguala al de cruces, contando con que a él ya le han salido bastantes caras....

Cristóbal dijo...

“…contando que a él ya le han salido bastantes caras…” deberemos concluir que su moneda está trucada.
:-) Un abrazo a todos.

Oroel dijo...

A pepitogrillo:

No tengo por qué dudar de la buena intención con que tú mandarías y propondrías, de poder hacerlo. No te conozco, y la buena intención, como el valor, se supone.

Durante un tiempo tuve mis dudas sobre Zapatero. En este mismo blog he dado cuenta de las perplejidades que me suscitaba el personaje. Durante mucho tiempo anduve en la desazón de no entenderle ni a él ni a sus motivaciones. Pero hace tiempo que he despejado estas dudas. Creo que en uno de mis anteriores comentarios, "El gran embaucador", doy cuenta de la conclusión a la que he llegado hace tiempo: es un personaje vil, esto es sin escrúpulos y sin principios, falaz como pocos, con un único objetivo: el poder, cuanto más tiempo mejor. No ha gobernado para solucionar problemas, sino para perpetuarse. Se ríe de nosotros, no nos tiene respeto. Su forma de gobernar es la déspota que se cree ilustrado y que sabe cómo puede manipularnos, porque cree poder hacerlo (y efectivamente hay una mayoría manipulable) y que no nos tiene ningún respeto. No es demócrata, como ha demostrado su política de exclusión de la oposición y su absoluta falta de respeto a los procedimientos legales establecidos, que se salta con absoluta desenvoltura.

Pero su gestión, como cualquier otro trabajo no está sujeto a la estadística. Las cosas no se resuelven por puro azar, sino que hay que hacerlas, con dedicación. Y él sólo fía a la suerte y a su exclusiva voluntad. Cree que como a él le ha ido bien siempre, así va a seguir siendo. Y así vamos al precipicio, sin estadísticas que valgan.

Oroel dijo...

A Carlos56:

¿Cartas marcadas? Conociendo al personaje, no sería extraño. Pero como ya comenté una vez,frente a la economía no valen ficciones ni trampas. Y sus cartas marcadas (o esa sorprendente buena suerte) a nosotros no nos van a servir.

Oroel dijo...

A Carlos56:

¿Cartas marcadas? Conociendo al personaje, no sería extraño. Pero como ya comenté una vez,frente a la economía no valen ficciones ni trampas. Y sus cartas marcadas (o esa sorprendente buena suerte) a nosotros no nos van a servir.

Anónimo dijo...

No es por meter el dedo en la llaga, pero veo que nadie a reaccionado al comentario sobre las mentes brillantes que no hacen nada por quitarlo.
Ya empezaba diciendo que no es que no estuviera de acuerdo, luego lo de hacer más mala sangre con el Sr. ZP no nos lleva a ningún sitio.
Lo que Rajoy y algunos otros deberían es tomar medidas.
De momento todavía estamos a la espera de esas medidas (más o menos electoralistas, en eso no entro) que el PP va a tomar. ¿cuál es su línea de futuro? Yo sigo sin saberlo, yo (y muchos españoles) sigo sin tener una razón para votarles.
Aunque eso no quita para que tenga razones para NO votar al PSOE.
Pero eso me deja en tierra de nadie, no confío en ninguno de ellos.

Calandria dijo...

Pepitogrillo: cuando se elige entre dos males, siempre hay que elegir el menor. Bueno, al menos eso me parece a mí.

Anónimo dijo...

Este que señala pepitogrillo es el problema. El PP lleva tres años enredado en intentar enredar a la gente con lo del 11 M cuando lo más razonable sería pasar de puntillas por un asunto que ocurrió cuando precisamente el PP estaba en el poder. Y Rajoy, que era un brillante parlamentario y un hombre mucho más sólido, en todos los aspectos que ZP, aunque eso no sea decir mucho, está complentamente mediatizado por cuatro energúmenos del partido, y no me refiero sólo a Acebes y Zaplana, que cada vez que salen en la TV nos quitan 3000 votos. Lo importante, lo urgente, es librar a este país del papanatas este y después ya se verá. O se ponen a eso o que se vayan a casa, que ya está bien. Pero no hay cuidado, vamos a seguir lamiéndonos las heridas y haciéndole el juego a Losantos. Si hasta El País, veánse los números de ayer y hoy a propósito de la tonta esa de cuota que es ahora ministra de la vivienda, hace mejor de oposición que nosotros. Y mira tú que salir ahora conque lo de los 2500 hay que extenderlo hasta primeros de año. Qué cruz!!!

Oroel dijo...

No puedo estar más de acuerdo con todos vosotros.

En primer lugar con Calandria que hace el enunciado más sencillo y cargado de sentido común: aun admitiendo que la actual oposición pueda ser un mal, que no satisfaga totalmente las expectativas del electorado, para mí no hay duda de que se trata de un mal menor. Y puestos a elegir y a falta de mejores alternativas, siempre el mal menor. La prioridad absoluta: desembarazarse de este impresentable. Cuatro años más y nos deja sin país, sin pensiones y sumidos en una crisis institucional y socioeconómica de mucho cuidado. La peor forma de cerrar otro corto periodo democrático: hundidos por un irresponsable al que le hemos dado más poder que el que puede gestionar. Como hoy dice un comentarista, el balance de la legislatura es de “destrozo general”.

El problema desalentador es la oposición. Hay, no obstante, algún atenuante, y quizás el más importante sea el paisanaje español. Para mí no hay duda de que en cualquier otro país europeo, con índices de lectura de periódicos que triplican los nuestros, Zapatero estaría ya hundido en el descrédito más absoluto.

Debo hacer además otra precisión. No deben confundirse las proclamas que emita Jiménez Losantos, o cualquier otro, con lo que pueda proponer el PP. Jiménez Losantos es un ciudadano con un potente micrófono, pero un ciudadano al cabo. Y sus propuestas son sus propuestas. Como las del Mundo son las del Mundo. Pero no sé porqué mucha gente acaba creyendo que el PP habla por boca de Jiménez Losantos, cuando no es así. El 11-M debe investigarse a fondo, claro que sí, pero no puede ser el eje de la estrategia política del PP, y de hecho creo que no lo es. Lo que pasa es que se confunde la insistencia de Losantos, dando por supuesto que es la insistencia del PP.

Pero en general, la oposición ejercida, efectivamente, es desalentadora. Creo que Rajoy está perfectamente capacitado para gobernar, pero no es el líder idóneo para ejercer la oposición. Y, sobre todo, está muy mal rodeado: Acebes y Zaplana están absolutamente quemados. No entro a valorar sus méritos ni a enjuiciar su valía personal o política. Están quemados, y punto. Y ante eso no hay nada que hacer. Creo que he hecho algunas propuestas al respecto: recuperar por la vía de urgencia a las personas que se enviaron al Parlamento Europeo: Vidal Cuadras, Mayor Oreja, Luis Herrero incluso…

Y ahora dejarse ya de complejos. Como le ha dicho Acebes a la Vicepresidenta: lecciones de democracia, ninguna. Hay que demoler ese complejo de sobrelegitimidad que cree tener el PSOE y, desde luego, no caer en las demagogias socialistas. No pueden competir con ellos en ese terreno. No deben.

Hay muchos españoles que estamos deseando oír el discurso necesario, el único posible: vamos a reforzar el Estado, reformando si es preciso la Constitución, vamos a revisar las transferencias indebidas, vamos a eliminar los privilegios de determinadas comunidades autónomas, vamos a tratar de restituir los consensos básicos (que no son posibles con Zapatero: éste debe desaparecer antes de la escena política) en la lucha antiterrorista, en la independencia de los jueces, en la reforma, simplificación y profesionalización administrativa, en la Educación…

No se me alcanza qué carencias o limitaciones puede tener el PP (salvo la mediocridad de muchos de sus dirigentes, imposibles de relevar por la falta de democracia interna) que le impide emitir ese discurso limpio, alto y claro.

winston dijo...

Yo, sin embargo, creo que el 11-M es la piedra miliar que selló el actual pacto de "sangre" entre socialistas, terroristas y filoterroristas y que tiene como consecuencia más visible el actual cambio de régimen al que nos vemos abocados. Ignorar o restar importancia a dicho golpe de Estado y a los 192 asesinados es una cobardía impensable en un país que se respete a sí mismo ¿Debe de ser una cuestión central? Por supuesto, y el que piense que otra cosa espero que la mantenga el día que el Amedo de turno comience a largar. Por otro lado, ¿qué esperanza tenemos de que aquello no se vuelva a repetir si no ponemos todo nuestro empeño en averiguar lo que sucedió? Por lo demás, Vd. ya sabe la gran opinión que tengo sobre Vidal Quadras o Mayor Oreja, pero no entiendo muy bien las condenas hacia Acebes y Zaplana. Al primero se le podrá responsabilizar, con toda razón, de que no se enteró de nada en relación a la masacre del 11-M y de la cueva de monipodio en que se había convertido su ministerio, pero aparte de que eso mismo se le puede achacar a Mayor Oreja y al propio Rajoy (ambos mantuvieron la cúpula heredada del PSOE) yo creo que Acebes no es más que un ejemplo del problema en general del PP, que ve al PSOE como un adversario político y no a la secta peligrosa y autodestructiva que en realidad es. En cuanto a Zaplana, nunca he entendido la causa de su mala prensa si no es aceptando las campañas en su contra de la prensa progre. Desde luego, ya me hubiera gustado tenerlo en el PP de Aragón y que hubiera dado aquí el impulso que en su día dio a Valencia.
P.D. Por cierto, he comprobado cómo van subiendo de tono los calificativos que dedica a nuestro iluminado preferido. Le recuerdo que, con todo lo que ha llevamos visto y oído, esta piltrafa de presidente se va a escapar de esta legislatura vivo y sin una mala moción de censura con la que despacharnos a gusto.

Oroel dijo...

Estimado Winston:

Yo nunca he restado importancia al 11-M, ni jamás ha salido de mis labios la más mínima sugerencia de que haya que dejar de investigarlo, hasta las últimas consecuencias. Antes al contrario. El PP es un partido con una enorme militancia y con muchos cuadros, y entre tanta gente creo que deben constituirse equipos que hagan un seguimiento exhaustivo de ese asunto.

Pero creo, e insisto, que no debe ser ese el eje de su política. Por dos razones básicas. Porque cabe la remota posibilidad, en la que me cuesta mucho creer, de que al final ese asunto sólo fuera cosa de los indocumentados finalmente detenidos. No es lo que yo creo (hay muchas casualidades como para ser causalidad, demasiado confidente de la policía, demasiadas pistas falsas que esos indocumentados no han podido fabricar...), pero podría ser. O puede que nunca se llegue a saber la verdad por falta de pruebas. Y el PP perdería entonces todo su sentido, de haber centrado toda su estrategia en este asunto. Y segundo, porque mientras se investiga o no el 11-M, el Gobierno sigue gobernando -malgobernando- vendiéndonos a ETA y a los nacionalistas, deshaciendo la Nación, empobreciéndonos... ¿Debe dejársele hacer todo eso por centrar todos los esfuerzos y toda la estrategia en la investigación del 11-M? Nada les gustaría más a los socialistas y a sus aliados nacionalistas.

Respecto a Acebes y Zaplana no emito ninguna condena; me limito a constatar un hecho, según mi particular percepción de las cosas: están quemados, suscitan más rechazo que adhesión. No sé las causas, ni quizás interesen. Pero están quemados. Hay mucha gente a la que no les agradan. En política, como en el amor, las cosas son así. Puedes ser un tío encantador, honrado, buen partido... pero la chica se enamora del canalla o del macarra. Y no hay nada que hacer.

PD: observo con disgusto que sí, que últimamente estoy elevando el tono de mis descalificaciones hacia esa piltrafa de presidente que nos gobierna, como señala usted. Deberé controlarme. Ya sabe: antes la vida que la compostura. Pero debo decir en mi descargo que tras varios años de análisis y conjeturas he llegado a la conclusión de que este personajillo es un perfecto canalla, que no nos tiene respeto como ciudadanos, que nos ha mentido como nunca ningún otro presidente lo ha hecho, que está dispuesto a todo, a hundirnos como Nación, a hundirnos económicamente, con tal de seguir en el poder. ¿Cómo no sentir un infinito desprecio hacia él? Pero sí, deberé moderarme. Con la actual correlación de fuerzas y viendo el descaro con que se comporta en los debates parlamentarios, una moción de censura apenas nos habría servido de algo más que de desahogo. Y quizás ni eso.

Un cordial saludo.


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