Hace pocos días, en uno de los coloquios que se entablan en este blog, me refería yo a la construcción en Finlandia de una central nuclear, dando por supuesto que era la primera de ese país. Estaba equivocado. En Finlandia hay cuatro en funcionamiento, una en construcción y otra más en proyecto.
Finlandia emprende la vuelta al futuro nuclear
Como dato curioso, junto a los dos primeros reactores de Olkiluoto, donde se está construyendo un tercer grupo con tecnología de última generación, se produce el vino más septentrional del mundo procedente de vides que se pueden cultivar en ese clima extremo calentadas con el agua procedente de la refrigeración de las centrales. No se trata de agua radiactiva, sino pura y caliente.
"Château de Olkiluoto"
Vino en Finlandia gracias a una central de energía nuclear
Con un crecimiento continuado del precio del petróleo y del gas natural y ante las advertencias de que la escasez de las reservas de estos combustibles podría anticiparse veinte o treinta años por el considerable aumento de la demanda que ha supuesto la incorporación de India y China a los países industrializados, no parece probable que en ese plazo haya podido desarrollarse una alternativa como la energía nuclear de fusión, de la que todavía no se sabe si alguna vez será viable. La apuesta por las energías renovables parece ante ese escenario una propuesta voluntarista, pero poco sensata.
Entre los años sesenta y ochenta se formaron en España equipos de técnicos nucleares de alta cualificación -físicos, ingenieros nucleares...- que no se han visto apenas renovados como consecuencia de la moratoria nuclear. Hoy día otros países como Francia se encuentran en disposición de desarrollar y exportar esa tecnología, vendiendo y participando en la construcción de centrales nucleares en otros países del mundo, como Marruecos. España, flanqueada por países que han apostado claramente por esta energía es ya una isla energética, y lleva camino de aislarse todavía más.
Hoy en día la energía nuclear es una alternativa viable, por la que han apostado muchos otros países en el mundo. Energía que además no emite gases contaminantes de efecto invernadero. En la actualidad hay 435 reactores en el mundo y se están construyendo otros nuevos. ¿Están equivocados en esos países, mientras que somos nosotros quienes hacemos lo correcto? Una pregunta que debiéramos plantearnos.
Energía nuclear en el mundo
Dentro de diez o quince años seguirá habiendo electricidad en España, por supuesto, pero, eso sí, tan cara que será un artículo de lujo. Como consecuencia las empresas emigrarán ante un precio de la energía no competitivo. Tendremos que echar el cierre como nación. Pasaremos frío en casa, algo a lo que nuestra generación no está acostumbrada. Pero las próximas habrán de acostumbrarse... o emigrar.
Finlandia emprende la vuelta al futuro nuclear
Como dato curioso, junto a los dos primeros reactores de Olkiluoto, donde se está construyendo un tercer grupo con tecnología de última generación, se produce el vino más septentrional del mundo procedente de vides que se pueden cultivar en ese clima extremo calentadas con el agua procedente de la refrigeración de las centrales. No se trata de agua radiactiva, sino pura y caliente.
"Château de Olkiluoto"
Vino en Finlandia gracias a una central de energía nuclear
Con un crecimiento continuado del precio del petróleo y del gas natural y ante las advertencias de que la escasez de las reservas de estos combustibles podría anticiparse veinte o treinta años por el considerable aumento de la demanda que ha supuesto la incorporación de India y China a los países industrializados, no parece probable que en ese plazo haya podido desarrollarse una alternativa como la energía nuclear de fusión, de la que todavía no se sabe si alguna vez será viable. La apuesta por las energías renovables parece ante ese escenario una propuesta voluntarista, pero poco sensata.
Entre los años sesenta y ochenta se formaron en España equipos de técnicos nucleares de alta cualificación -físicos, ingenieros nucleares...- que no se han visto apenas renovados como consecuencia de la moratoria nuclear. Hoy día otros países como Francia se encuentran en disposición de desarrollar y exportar esa tecnología, vendiendo y participando en la construcción de centrales nucleares en otros países del mundo, como Marruecos. España, flanqueada por países que han apostado claramente por esta energía es ya una isla energética, y lleva camino de aislarse todavía más.
Hoy en día la energía nuclear es una alternativa viable, por la que han apostado muchos otros países en el mundo. Energía que además no emite gases contaminantes de efecto invernadero. En la actualidad hay 435 reactores en el mundo y se están construyendo otros nuevos. ¿Están equivocados en esos países, mientras que somos nosotros quienes hacemos lo correcto? Una pregunta que debiéramos plantearnos.
Energía nuclear en el mundo
Dentro de diez o quince años seguirá habiendo electricidad en España, por supuesto, pero, eso sí, tan cara que será un artículo de lujo. Como consecuencia las empresas emigrarán ante un precio de la energía no competitivo. Tendremos que echar el cierre como nación. Pasaremos frío en casa, algo a lo que nuestra generación no está acostumbrada. Pero las próximas habrán de acostumbrarse... o emigrar.
Mientras tanto, en Finlandia, en pleno invierno ártico sus hogares permanecerán calientes y sus habitantes tomarán la sauna gracias a las centrales nucleares más modernas y seguras del mundo.
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