lunes, marzo 05, 2007

Las obsesiones del Presidente

Oigo en La Mañana de la COPE a algunos contertulios hablar del “odio a España” del Presidente Zapatero, de su obsesión por la Segunda República y por rectificar el curso de la historia que acabó con ella, de su disconformidad con una Transición pactista y pactada que devolvió la legitimidad a los dos bandos tiempo atrás enfrentados, cuando, según él, sólo uno la tenía.

Todos los contertulios participan de mis propias perplejidades. No entienden las decisiones del Presidente y conjeturan con sus motivaciones.

Bien, admitamos esas obsesiones presidenciales, íntimas. ¿Pero las comparte todo el partido? ¿Todos los socialistas odian a España, abominan de la Transición, añoran -conocen siquiera- la Segunda República y lo que realmente fue? Los partidos no se mueven por las obsesiones patológicas de un líder -cuando ha ocurrido, la Historia ha desembocado en tragedia-, ni -no seamos ingenuos- por ideologías, sino fundamentalmente en términos de poder. De Poder. ¿Las decisiones presidenciales, con un coste enorme en términos de credibilidad y confianza, son la mejor forma de asegurar el mantenimiento de un Poder indefinido al PSOE, apartando de forma permanente al PP de la vuelta al mismo? Para que ello fuera posible España debe mantenerse mínimamente unida, de forma que los votos socialistas de Cataluña y País Vasco computen en el conjunto nacional. ¿Será así en un futuro? ¿Y compensarán esos votos, en el supuesto de que no vayan a parar definitivamente a los partidos nacionalistas, la pérdida de votos en lo que quede de España?

(Hay otro elemento importante: la inmigración y la forma en que se integre social y políticamente en España. Hay que empezar a reflexionar sobre esa nueva variable. Otros ya deben estar haciéndolo)

Porque Zapatero parece estar preparándose un exilio dorado en Cataluña (contando con que quiera permanecer cerca de España). Cuando el PSOE pierda el poder, sea como sea la España que dejen -que necesariamente habrá de afrontar un enorme esfuerzo de recomposición- va a tardar décadas en recuperarlo.
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Cuando el PSOE pierda el poder, posiblemente desaparezca. Su larguísima historia de deslealtades a España así lo aconsejaría. Porque si España ha de sobrevivir sólo la desaparición del PSOE que hoy conocemos lo haría posible.
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Hace falta una izquierda que de verdad se sienta española y no se avergüence de serlo.

2 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado amigo Oroel:
Ya he vuelto de mi exilio. Lamentablemente ha sido un exilio de corto recorrido. Quizás algunos piensen que tres días en Lisboa son unas vacaciones de fin de semana y pare usted de contar. Correcto. Pero el no saber nada y no querer saber nada del mingundi ZP, el desterrar de mis recuerdos los últimos días de insulto a la cordura y dignidad de los españoles, el desentrañar por 72 horas mi españolidad… es una “primera” aproximación al exilio.
Es cierto que al exilio de verdad solo se puede ir cuando existen ciertas condiciones:hay un modo de vida asegurado (válido para ciertas profesiones o para quienes pertenecen al partido que saquean el Banco de España) o es tan inminente el peligro de muerte que da lo mismo.
Puedo aseguraros que, para ciertos conocidos, el exilio ya es una opción sopesada y no descartada.

Un país se va al garete, ¿con conocimiento y anuencia del partido socialista?
Sí. Lo saben. Lo digo por convicción, no por conocimiento de causa. Me es imposible creer que su estupidez llegue a tal punto que puedan ignorarlo. No puedo concederles el beneficio de la ignorancia.
¿Y como es que no hacen algo por evitarlo? Para ello tendrían que organizarse y plantar cara. Pero no pueden. No se fían los unos de los otros. Todos han sido traidores a todos y saben que pueden venderse los unos a los otros.
En esa situación, el miedo dentro del partido al mismo partido, se contruye la cohesión del partido. Eso ha funcionado perfectamente con el bolcheviquismo, fórmula muy usada en la izquierda española.

Tienen otra oportunidad. Volverán a despreciarla y a insultarnos:
El viernes en las capitales de provincia y …¡El sábado todos en Madrid, a las cinco de la tarde!

Un abrazo ce Carlos56

Oroel dijo...

Dilecto Carlos56:

¿Lisboa, tres días? Suena bien. Tendré que intentar algún exilio corto, que me pueda permitir, y sentir aunque sea por unos días la experiencia de vivir en un país normal, gobernado con cordura.

Como decía en aquel chiste gráfico (que de chiste tenía poco): -¡Dios mío!¿Qué hemos hecho para merecer un gobierno como éste?- Y contesta Dios desde los cielos: -Mmmm… Vamos a ver: ¿votarle?-

Aclaro: yo no les voté. Pero lo hicimos los españoles en su conjunto, maldita sea.

¿Sabes qué es lo más triste de la situación actual?: Que no hay socialistas honrados, que quienes hoy tienen carnet del PSOE no son ni siquiera socialistas. Que su extraña y sorprendente fidelidad a un líder iluminado y estúpido, cuyas obsesiones chocan con seguridad con las más íntimas convicciones de su militancia, sólo son asumidas por ésta por su dependencia económica del Poder. Porque han convertido la Administración y las empresas públicas en un botín de guerra del que viven, y muy bien. Y no están dispuestos a renunciar a ello por escrúpulos ideológicos y tonterías semejantes. ¿Que se hunde España? Pues qué le vamos a hacer. “Pero es que si se hunde Zapatero se me acaba el sueldo”.

No sé si te ha dado tiempo de leer uno de mis artículos anteriores: Andanzas de la ‘beautiful progre’ aragonesa. Pues por ahí van los tiros. Lo importante es que ellos vivan bien, con un buen pasar. Ahí acaban, y a eso se reducen, sus convicciones ideológicas. Son los cerdos redivivos de “Rebelión en la granja”, ya digo.

En otro orden de cosas y con harto dolor de mi corazón, no me será posible asistir a la manifestación del sábado porque la semana que viene tengo que impartir unos cursos y estaré el fin de semana enclaustrado, preparando y leyendo por última vez los temas. Así que, según fuentes del Ministerio de Interior, seréis cien. Conmigo hubierais sido ciento uno.

Un fuerte abrazo.

Oroel


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