viernes, marzo 30, 2007

Carlos Carnicero

Este periodista es uno de los más significados columnistas de izquierdas, de los que ataca a la derecha con más rabia que argumentos. Pero observen esta vez qué artículo.

“Los papeles de Rajoy”

De entre todos los ataques que lanza contra el PP, quiero señalar en esta ocasión una frase con la que en el fondo estoy de acuerdo: “Todavía tiene una oportunidad [Rajoy] de abandonar a esa tropa que ha tomado el mando sustituyendo al mariscal de campo por una asamblea abierta de cabos furrieles”. Pienso que uno de los errores de Rajoy ha sido el no haber sabido ejercer su autoridad, especialmente para frenar la carrera irresponsable en que se han embarcado los barones autonómicos de su partido para las reformas estatutarias, ignorando las sensatas palabras del líder del PP y su propuesta para el fortalecimiento del Estado antes de continuar por esa senda peligrosa e incierta. En el PP de esta última legislatura yo he apreciado una cierta falta de autoridad y mucha irresponsabilidad y falta de principios por parte de personajes de segundo nivel. Y aún de tercero. Lo siento: así lo veo. Yo hubiera querido una oposición más sólida y coherente.

Pero Carlos Carnicero sigue fiel a su estilo, carente de sutilezas: “El destino ha querido una vez más que este país asista al fuego embrutecido de una derecha que dispara sin que le importen los desperfectos en las estructuras civiles de la convivencia...”. Aquí no puedo estar más en desacuerdo. Si hay alguien en la hora actual española que está cargándose las estructuras civiles de la convivencia, dinamitándolas a conciencia, ese es el PSOE y los partidos que le apoyan. ¿Quién está atentando frontalmente contra el pluralismo, erigido por nuestra Constitución como uno de los fundamentos de nuestro ordenamiento, sino quienes suscriben pactos de exclusión contra el PP, quienes alientan el asalto a sus sedes sin que en más de tres años hayan formulado una palabra de condena?

No obstante, debe ser cierto que Zapatero está en fase terminal; porque Carnicero concluye esa frase acordándose de él, y no para bien: “...y enfrente un presidente que solo se deja llevar por sus más primitivos instintos, por la desconfianza y por la ausencia absoluta de capacidad para generar consensos”.

¡Dios mío, Carlos Carnicero escribiendo esto de Rodríguez Zapatero! Mal deben estar viendo las cosas, incluso en las filas de la supuesta progresía.

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