martes, marzo 06, 2007

¿Es demócrata ZP?

No sé si Zapatero controla las iniciativas de importantes sectores de su partido, tales como el catalán, y si decisiones tan desdichadas como la del Consejo Audiovisual de esa Comunidad -órgano de vocación claramente censora- se han tomado con su conocimiento y conformidad, o en contra de su opinión. Pero quien propugne una medida como esa difícilmente podrá hacerse pasar luego por demócrata. Porque no lo es.

Sin embargo no quiero hablar hoy del CAC, sino del modelo de Estado que debe tener ZP en la cabeza. Porque cabe suponer, siendo optimista, que quien se mete en la ardua tarea de reformarlo -y no otra cosa son las reformas estatutarias emprendidas- debe tener una idea, al menos aproximada, de cómo es el modelo al que pretende llegar. Es claro que ZP quiere superar el modelo autonómico. Pero no está tan claro si lo que pretende es un modelo federal, pues son tantas las asimetrías alumbradas y las prerrogativas y bilateralidades concedidas, que difícilmente encajarían con él.

Todos los comentaristas coinciden en que lo que se está alumbrado se parece más a un modelo confederal, lo que supone una experiencia arriesgada y de incierta viabilidad, como enseña la Historia. Pero, primero, ese objetivo confederal no se explicitó en la pasada campaña electoral. No se hizo. Y segundo, tampoco se está haciendo ahora.

Todo parece indicar que Rodríguez Zapatero tiene un designio en la cabeza: cambiar España, el modelo de Estado y quien sabe si de Régimen, y que en ello se encuentra ocupado. Pero ni nos anunció ese designio, si lo tuvo, ni nos lo está explicando si lo tiene ahora y le ha sobrevenido una vez instalado en el Poder. Y debiera hacerlo, para que los españoles supiéramos a qué atenernos y si, efectivamente, deseamos transitar la senda en la que nos ha metido. ¿Por qué lo calló y por qué lo calla ahora? ¿No tenemos derecho a conocerlo o teme que no le secundemos en su proyecto si nos lo da a conocer? Porque yo estoy seguro que no le habría de seguir. Y como yo, quizás una inmensa mayoría de los españoles.

Como ya he dicho en alguna ocasión, tras la salida del PSOE del poder y, sobre todo, cuando nos veamos libres de este iluminado que hoy nos gobierna, va a ser preciso todo un programa de reconstrucción nacional.

Pero en definitiva, ¿es demócrata un gobernante que emprende esos cambios sin anuncio y sin consulta a la ciudadanía?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí es que me cuesta creer que zp tenga ningún modelo de estado en la cabeza. Lo que yo creo es que zp y sus amigos, trini, pepiño, caldera, morlan, etc vieron la posibilidad de hacerse con un psoe en descomposición, y ganaron, un poco por casualidad y otro poco por que manipularon a los delegados del congreso mejor que los bonistas, marcel'li entre ellos, y ahora lo único que les preocupa es aguantar ahí como sea. Por razones obvias, no hay más que recordar lo del catalán en la intimidad, resulta que de momento para mantenerse necesitan a los nacionalistas pero yo creo que prescindirían de ellos sin ningún problema. ¿ideología? ninguna ¿modelo de estado? cualquiera les vale mientras sigan en el poder ¿objetivo a corto plazo? quedarse sin oposición para agunatar más tiempo con menos problemas. Y ¿quién se lo está poniendo como dicen que se las ponían a Fernando VII? Pues, en parte, nosotros. No sé yo si es ya cuestión de manifestaciones o de qué pero desde luego hay que empezar a pensar un poco en lo que se hace porque, si no, tenemos a los memos estos para rato.

Oroel dijo...

Estimado Carlos a.

Creo que has hecho un diagnóstico muy acertado y preciso.

Observa que he dicho que “cabe suponer, siendo optimistas, que quien se mete en la ardua tarea de reformarlo, etc, etc.” Permíteme enfatizar ese “siendo optimistas”, porque viendo la banalidad del personaje y de toda su cohorte, hay que ser, ciertamente, optimistas para suponer tal cosa. Pero en fin, supongámoslo, siendo optimistas. Lo que yo quería resaltar es que si lo tiene -un nodelo-, nos los oculta.

Respecto al congreso que ganó he leído en alguna parte que sus escuderos, o quizás sus mentores, estuvieron trabajando en la sombra durante una temporada para alcanzar los apoyos suficientes. Es decir, que cuando se presentó, tenía el congreso ya ganado. Si no hubiera sido así, quizás no se hubiera ni presentado. Lo que prueba que es un manipulador avezado. Eso es lo que me hace pensar que tenga un modelo de Estado, pero que es tan impresentable y poco vendible que prefiere mantenerlo oculto, como mantuvo ocultas sus intenciones y apoyos en el congreso del PSOE.

¿Ideología? Ninguna, por supuesto. O si la hay, banal: antiespañola, anticlerical, antimilitarista, antiamericana, anticapitalista, antinuclear… Es decir, la propia de un estudiante universitario de veinte años de ideología “progre”, que no de izquierdas. ¿Modelo de Estado? Si lo hay, debe estar a juego con la ideología: liberación de los pueblos supuestamente oprimidos, autodeterminación, federalismo (tan mal definido que les valen las asimetrías y redistribuciones de renta inversas, a favor de los más ricos…) Un batiburrillo mental, algo inviable si se lleva a la práctica y que conduce a un país al desastre… a la mierda.

Y respecto a la oposición, mejor lo dejamos para otro día, que me deprimo. Porque Rajoy está haciendo, el hombre, lo que puede, pero, ¡joder!, de qué tropa se ha rodeado. Una tropa, entre la que incluyo a los barones autonómicos que le están segando la hierba bajo los pies.

Un abrazo.

Oroel.

doblesobresencillo dijo...

Creo que, tal como decís, Zapatero carece de un programa político claramente delimitado, y que más bien parece tener "destellos". Su política casa más que nunca con el socialismo más primitivo y radicalizado. Lejos de poder utilizar las armas -literalmente hablando- del republicanismo, parece querer conformarse acercándose a la imposición de sus valores y sus esquemas políticos.

Conviene advertir que Zapatero en ningún momento se ha sentido Presidente de España, y que en contra de ello se siente Universal. Es interesante considerar este tipo de detalles que parecen insignificantes pero que determinan la personalidad -o la falta de ella- de nuestro Presidente: un individuo con unos valores políticos llanamente infantiles, fraternales y altamente humanistas. Nada más lejos de todas esas ideas que sobrevuelan el magín que cualquier radical izquierdista progre -como bien describe Oroel en su penúltimo párrafo-.

Nos encontramos ante un personaje con una mente casi enfermiza, sin sentido alguno de la responsabilidad y el compromiso político, imprudente y, por encima de todo, cargado de odio y rencor.

Tal como queda ilustrado en La Gran Revancha de Durán y Dávila, nos encontramos ante un individuo tan baladí, mezquino, con ínfulas mesíanicas y traumas de todos los colores, que rotulan la deriva de su política personal con la que se ha propuesto acabar con todo lo que huela a Nación, España, tradición, Estado...y atizar los rescoldos de la II República -siempre inacabada-.

Lejos de su inocencia aparente, nos encontramos ante un presidente insidioso y peligroso; a la antigua usanza.

Peocupante, muy preocupante. Cada día más...

¡Saludos!

Oroel dijo...

No he leído el libro de Carlos Dávila e Isabel Durán, aunque está en la cola. Será el próximo.

Pero he leído a muchos comentaristas que apelan a la necesidad de un estudio psicológico del personaje para entender su comportamiento y sus designios políticos. Es decir, que no se trata de una persona exactamente racional y predecible, que se aproxime a los problemas de una forma sensata y ponderada, sino de alguien mediatizado por obsesiones y pulsiones extrañas. Un personaje del que convendría librarse, aunque siempre por métodos democráticos.

Y no estoy pensando sólo en la derrota en las urnas, sino en la inhabilitación o el impeachement, o la denuncia por alta traición, algo que no se podrá abordar mientras que en su partido no se aperciban de su peligrosidad.

Porque creo que es peligroso, pero más por tonto que por malvado.


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