Una buena amiga mía, procedente del mundo del Derecho, habla de los “reductos de impunidad” que se han creado en estas dos últimas legislaturas en Aragón. Y lo más lamentable, según ella, es que no estamos hablando de la mafia calabresa o siciliana, o de un entorno terrorista, donde el Estado se vea incapaz de actuar o lo tenga muy difícil. Estamos hablando de la Administración.
Para que haya Democracia es imprescindible la vigencia del Estado de Derecho. Y en un Estado de Derecho no puede haber "reductos de impunidad". Si los hay, es que no existe el Estado de Derecho ni, por tanto, la Democracia.
Para que haya Democracia es imprescindible la vigencia del Estado de Derecho. Y en un Estado de Derecho no puede haber "reductos de impunidad". Si los hay, es que no existe el Estado de Derecho ni, por tanto, la Democracia.
Permítanme seguir con el asunto de los terrenos de Barbastro, el alcalde de esa ciudad y presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Aramón y su consejero delegado... El PP ha solicitado la intervención de la Fiscalía. Sí señor, ese el camino. Empezaba a intranquilizarme la posibilidad de que nadie pidiera una investigación ante las evidentes sospechas de que allí haya podido haber alguna conducta delictiva.
Porque parece que el alcalde de Barbastro estaba al tanto de los manejos del consejero delegado de Aramón para hacerse con los terrenos y ya entonces tenía previsto adquirirlos. Eso parece dedudirse de lo publicado hasta ahora. ¿Por qué no los adquirió entonces a sus primeros propietarios, pagando un precio mucho menor? Conviene que intervenga la Fiscalía, sin duda.
Y sigue el culebrón de Aramón:
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