“Si me matan, no quiero que digan en mi epitafio que moría por la paz, sino que luché por la libertad”. Mario Onaindia. ¡Cuánto han cambiado las cosas en el PSOE y en España para que sea la derecha quien invoque las palabras de un histórico socialista, que ante fue miembro de ETA y posteriormente un referente en la lucha contra la banda terrorista!
Manifiestos:
Manifiesto del Foro de Ermua.
Discurso del Presidente de la AVT
Guerra de cifras:
Yo estuve en la manifestación de ayer, día 3 de febrero. Es un mal sitio el interior de la concentración para dar datos o impresiones de la afluencia de personas. Entre la multitud, completamente rodeado de personas, banderas y pancartas, todo parece enorme, descomunal y la asistencia, siempre masiva.
La Comunidad de Madrid habla de un millón quinientos mil manifestantes, mientras que el Ministerio del Interior ofrece una cifra extrañamente precisa: 181.210. Recuerdo haber oído una explicación de un matemático, cuyos razonamientos no podría repetir, sobre la improcedencia de dar esa precisión en las cifras de una medición estimativa.
Es por eso, ante la disparidad de las cifras, que ofrezco estos dos documentos gráficos. Quiero señalar que el barrido del vídeo de YouTube nos ofrece una perspectiva del Paseo de Recoletos, desde la Plaza de Cibeles a la de Colón. En ésta última estaba yo. Los últimos segundos del vídeo muestran el lugar en el que yo me encontraba junto con unos familiares y amigos, entre la multitud. Desde la plaza de Cibeles podría haberse hecho otro barrido similar de la calle de Alcalá, también abarrotada, hasta la Puerta de Alcalá.
Vista aérea de la Manifestación del 3 de Febrero
Imagen en la plaza de Colón y paseo de Recoletos. Enfrente, el edificio de la Biblioteca Nacional.
Guerra de símbolos:
La manifestación concluyó, tras la lectura de los manifiestos y discursos, con los acordes del himno nacional, entre miles de banderas españolas agitadas por los asistentes. Un acierto escenográfico. O como hoy señala un comentarista: un acto de valentía.
Comentamos lo poco que tardaría el PSOE en acusar a la derecha de apropiarse de los símbolos nacionales. Y, efectivamente, así ha sido.
Sin embargo, en la manifestación del pasado 13 de enero, celebrada en Madrid, convocada por los sindicatos UGT y CCOO y apoyada por el Gobierno no ondeó la bandera nacional. Ondearon, sí, unas pocas banderas ecuatorianas, alguna cubana (¿?) y una gran bandera republicana. ¿Por qué ésta última?
Manifiestos:
Manifiesto del Foro de Ermua.
Discurso del Presidente de la AVT
Guerra de cifras:
Yo estuve en la manifestación de ayer, día 3 de febrero. Es un mal sitio el interior de la concentración para dar datos o impresiones de la afluencia de personas. Entre la multitud, completamente rodeado de personas, banderas y pancartas, todo parece enorme, descomunal y la asistencia, siempre masiva.
La Comunidad de Madrid habla de un millón quinientos mil manifestantes, mientras que el Ministerio del Interior ofrece una cifra extrañamente precisa: 181.210. Recuerdo haber oído una explicación de un matemático, cuyos razonamientos no podría repetir, sobre la improcedencia de dar esa precisión en las cifras de una medición estimativa.
Es por eso, ante la disparidad de las cifras, que ofrezco estos dos documentos gráficos. Quiero señalar que el barrido del vídeo de YouTube nos ofrece una perspectiva del Paseo de Recoletos, desde la Plaza de Cibeles a la de Colón. En ésta última estaba yo. Los últimos segundos del vídeo muestran el lugar en el que yo me encontraba junto con unos familiares y amigos, entre la multitud. Desde la plaza de Cibeles podría haberse hecho otro barrido similar de la calle de Alcalá, también abarrotada, hasta la Puerta de Alcalá.
Vista aérea de la Manifestación del 3 de Febrero
Imagen en la plaza de Colón y paseo de Recoletos. Enfrente, el edificio de la Biblioteca Nacional.
Guerra de símbolos:
La manifestación concluyó, tras la lectura de los manifiestos y discursos, con los acordes del himno nacional, entre miles de banderas españolas agitadas por los asistentes. Un acierto escenográfico. O como hoy señala un comentarista: un acto de valentía.
Comentamos lo poco que tardaría el PSOE en acusar a la derecha de apropiarse de los símbolos nacionales. Y, efectivamente, así ha sido.
Sin embargo, en la manifestación del pasado 13 de enero, celebrada en Madrid, convocada por los sindicatos UGT y CCOO y apoyada por el Gobierno no ondeó la bandera nacional. Ondearon, sí, unas pocas banderas ecuatorianas, alguna cubana (¿?) y una gran bandera republicana. ¿Por qué ésta última?
La bandera nacional no es un símbolo de la derecha. Es de todos los españoles. ¿Por qué no la usa el PSOE? ¿No se llama “Español”? ¿Por qué no ondeó en la manifestación del 13 de enero?
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El uso del himno nacional está restringido a determinados tipos de actos por un Real Decreto aprobado en tiempos de José María Aznar. El Ministerio del Interior podría, por tanto, abrir un expediente sancionador al organizador del acto, Foro de Ermua. Posiblemente sería lo mejor que le podría pasar al Foro de Ermua, o lo más estúpido que podría hacer el Gobierno.
El PSOE acusa al PP de apropiarse del himno y la bandera de España
Una conclusión cabe extraer de la lectura de esta noticia: ¡qué tonto puede llegar a ser Diego López Garrido!
2 comentarios:
Estimado Oroel:
Gracias por darnos referencia de donde te encontrabas con familiares y amigos. Creo haberte reconocido con una pancarta: “A ETA no se le convence, se la vence” y flanqueado por dos banderas españolas, unas que se agitan al paso del helicóptero. ¡Has perdido el anonimato, joven!
Con los poquitos que había y tu das referencias ¡Te hemos pillado!
Sobre la guerra de números:
El recuento se realiza creando una retícula de la zona (una cuadrícula vale). Aquí ya hay una imprecisión: determinar exactamente la zona (superficie total) de la manifestación. Se eligen al azar varias de las celdas de la retícula, se realiza un recuento cuidadoso en cada una ellas y se calcula la media y la desviación típica, se multiplica la media por el número de celdas totales consideradas y la desviación típica (junto con el tamaño de la media, la muestra y la superficie total) nos servirá para determinar un intervalo en el que, con una cierta probabilidad, se encontrará el valor real buscado. Normalmente se da como valor aproximado el valor central de dicho intervalo (lo cual no deja de ser aventurado). Este procedimiento hay que realizarlo con fotografía aéreas (de ahí la presencia de algunos helicópteros) y es análogo al que se emplea para el recuento en análisis biológicos (microscopio), estudios forestales o agrícolas en grandes superficies.
La bondad del método consiste en que la selección mediante el azar de la muestra garantiza que al aumentar la superficie a incluir en el recuento (por ejemplo, sus zonas limítrofes) disminuye la media (densidad media). Un factor aumenta cuando otro disminuye, lo que hace que el valor final no se vea afectado, salvo en el variación de la precisión.
Cuando no se dispone de una imagen aérea hay que recurrir a estimar la superficie ocupada (ojo de buen cubero o con mediciones sobre planos) y la densidad media. Esta densidad media variará del tipo de manifestación y de las condiciones ambientales. Con todo esto queda claro que el grado de imprecisión es ahora mayor todavía. Lo sensato indica que nunca se podrá afirmar con una precisión superior a segunda cifra exacta (vamos miente menos quien afirma “sobre 1500” que sobre “1510”)
Tanto el recuento, como el margen de error, sus datos estimados. El precisar 180.210 es de gil.puertas. Lo único que pretenden es afirmar “nuestro sistema de recuento es tan bueno que podemos afinar a la unidad” (en algún momento afinaron a la décima, con lo que entraron en la categoría de la imbecilidad pura) “por lo tanto nuestro margen de error es mínimo”. Este tipo de desinformaciones sectarias explica el empeño que tienen en mantener el sistema educativo que nos han impuesto.
Sobre la guerra de los símbolos:
En cualquier país democrático (y en buena parte de los que no lo son), las manifestaciones gubernamentales y de la oposición, e incluso las manifestaciones culturales, están arropadas por los símbolos que les son comunes: su bandera y su himno. Basta hacer memoria de las últimas manifestaciones vistas en Europa, convenciones de los partidos en EEUU,…
Sólo encontramos una excepción: la izquierda española, es la única opción europea que renuncia a vincularse con el resto de sus conciudadanos mediante las señas de identidad nacionales. Pero a esta peculiaridad añaden otra, además es el centro-derecha español el que tiene que dar explicaciones por comportarse como lo hacen todos los demás en el mundo civilizado.
La única explicación plausible, de la pérdida de referencias de estas gentes del PSOE y PCE, es que en la lucha contra la derecha todo les vale.
Reconfortado, tranquilo y animoso. Recuerdo como, al paso de un helicóptero, un manifestante coreaba “Zapatero no nos mires, ¡tirate!”. El sentido del humor no lo han perdido los españoles.
Un cordial de Carlos56
Dios mío, sí, se me reconoce en una foto aérea por el 'pin' con la bandera de España que llevaba en el jersey. De todas formas, me ha parecido reconocerte a tí, disfrado de 'peón negro'. El único que había en la mani.
Respecto a las guerras de cifras y de símbolos: Amén. Me inclino ante tu superior sabiduría.
Un fuerte abrazo.
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