sábado, febrero 17, 2007

Bacio la sua mano, dom Bielone.

Biel ha creado una sólida trama de intereses que parece cualquier cosa antes que un partido político. Pero para mantener esa red necesita imperiosa, ineludiblemente, conservar el poder.

Todos los analistas coinciden en que el PAR no puede sobrevivir sin estar en el gobierno de la DGA. De hecho, en los dos únicos años en que hubo de abandonar el Pignatelli, durante el breve gobierno de José Marco, tuvo que hipotecar su sede. ¿Por qué necesita tan imperiosamente el Poder? La respuesta a esa sencilla pregunta no puede contestarse sin reconocer, al mismo tiempo, que nuestra democracia está carcomida y que nuestra Administración está siendo parasitada desde hace dos décadas.


Habrá que plantearse si una sociedad moderna puede regirse por semejante entramado de intereses, filiaciones, vasallajes, fidelidades, parentescos y amistades compradas.

Biel se presenta ahora como candidato a la Alcaldía de Zaragoza y a la Presidencia de la DGA, las dos mayores instituciones aragonesas: un engaño a su electorado, pues es obvio que no podrá gobernar en ambas, y un insulto a su militancia. ¿No hay más gente capacitada en su partido?

De momento y mientras dure la campaña electoral vamos a tener sobredosis de Biel.



Número de visitas