Mucho más sutil, Carlos Queralt, prestigioso cirujano aragonés, que fue diputado autonómico por el Partido Popular lanza una crítica velada, pero suficientemente explícita, creo.
“¿Todos pierden?, por Carlos Queralt Solari, en el Heraldo de Aragón del día 8 de junio de 2007.
Es sorprendente (en realidad no debería serIo, ya que elección tras elección sucede lo mismo) cómo el análisis de los resultados siempre es el mismo, independientemente de qué partido sea el que efectúa el suyo propio. De un modo u otro, amparándose en uno u otro dato, todos ganan las elecciones.
Admitiendo sin embargo el indiscutible éxito del Partido Socialista en .Aragón, tengo para mí que la realidad no es como nos la pintan. Mientras los partidos arrastren vicios que en mi opinión son todavía endémicos en Aragón todos pierden... o, mejor dicho, todos perdemos. Perdemos cuando más de un tercio del electorado da la espalda a la clase política con su abstención. Perdemos cuando muchas listas electorales son resultado de amiguismos y afines y no se busca al candidato "cuasi idóneo" que sirva a los intereses de Aragón (o de Huesca, Teruel o Zaragoza) y no del partido o, lo que es peor, de los suyos propios. Perdemos cuando las disputas internas de las formaciones políticas no permiten olvidar pasadas diferencias y el futuro se presenta tras una cortina opaca, impidiendo a personas válidas participar en el objetivo común. Perdemos cuando del cargo político dependen la subsistencia y el pan. Perdemos cuando son impensables Gobiernos en minoría que exigen grandeza de miras en la lista más votada y una absoluta lealtad de pacto por parte de la lista opositora. Perdemos cuando los programas electorales no están adaptados para satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos. Perdemos cuando, tras la victoria o la derrota, no se buscan de inmediato oportunidades para una mejor gestión o gobierno por los ganadores y un esfuerzo constante para ejercer una leal y continua labor de oposición por los perdedores, cuando no se analizan en profundidad los aciertos y errores y se toman medidas de cambio en el equipo y en los programas. Perdemos cuando "lo blanco" de unos implica sistemáticamente "lo negro" para otros.
Las ventajas e inconvenientes que acarrea el pluripartidismo de nuestra región exigen, en mi humilde opinión, tener en cuenta esas premisas, muchas resultantes de la apatía del político inmovilista que es trasmitida al electorado (entrando en el círculo vicioso apatía-abstención) o al menos meditarlas (posiblemente haya muchas más). Mientras tanto, en Aragón todos seguiremos perdiendo con una política a medias. Lo siento de verdad”.
Creo interesante resaltar algunas de sus frases porque resumen certeramente los males que urge corregir:
“Más de un tercio del electorado se abstiene”. En otro artículo que glosaré en este blog, se aprecia cómo la abstención se ha producido especialmente entre las filas populares.
“Las listas electorales son resultados de amiguismos”. No es el único en señalarlo. La carta que he glosado en mi anterior artículo hacía referencia expresa a ello.
“Se impide a personas válidas participar en el objetivo común”. Ya lo he dicho: los partidos políticos son el cauce para la participación política de los ciudadanos. Si no son eso, no son nada; o son otras cosa.
“Los programas electorales no están adaptados a satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos”. No requiere comentarios.
“La apatía del político inmovilista que es trasmitida al electorado (entrando en el círculo vicioso apatía-abstención)”. ¿Cuántos supuestos “líderes” del PP aragonés y diputados no han dado muestras de esa “apatía” en esta última legislatura?
“¿Todos pierden?, por Carlos Queralt Solari, en el Heraldo de Aragón del día 8 de junio de 2007.
Es sorprendente (en realidad no debería serIo, ya que elección tras elección sucede lo mismo) cómo el análisis de los resultados siempre es el mismo, independientemente de qué partido sea el que efectúa el suyo propio. De un modo u otro, amparándose en uno u otro dato, todos ganan las elecciones.
Admitiendo sin embargo el indiscutible éxito del Partido Socialista en .Aragón, tengo para mí que la realidad no es como nos la pintan. Mientras los partidos arrastren vicios que en mi opinión son todavía endémicos en Aragón todos pierden... o, mejor dicho, todos perdemos. Perdemos cuando más de un tercio del electorado da la espalda a la clase política con su abstención. Perdemos cuando muchas listas electorales son resultado de amiguismos y afines y no se busca al candidato "cuasi idóneo" que sirva a los intereses de Aragón (o de Huesca, Teruel o Zaragoza) y no del partido o, lo que es peor, de los suyos propios. Perdemos cuando las disputas internas de las formaciones políticas no permiten olvidar pasadas diferencias y el futuro se presenta tras una cortina opaca, impidiendo a personas válidas participar en el objetivo común. Perdemos cuando del cargo político dependen la subsistencia y el pan. Perdemos cuando son impensables Gobiernos en minoría que exigen grandeza de miras en la lista más votada y una absoluta lealtad de pacto por parte de la lista opositora. Perdemos cuando los programas electorales no están adaptados para satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos. Perdemos cuando, tras la victoria o la derrota, no se buscan de inmediato oportunidades para una mejor gestión o gobierno por los ganadores y un esfuerzo constante para ejercer una leal y continua labor de oposición por los perdedores, cuando no se analizan en profundidad los aciertos y errores y se toman medidas de cambio en el equipo y en los programas. Perdemos cuando "lo blanco" de unos implica sistemáticamente "lo negro" para otros.
Las ventajas e inconvenientes que acarrea el pluripartidismo de nuestra región exigen, en mi humilde opinión, tener en cuenta esas premisas, muchas resultantes de la apatía del político inmovilista que es trasmitida al electorado (entrando en el círculo vicioso apatía-abstención) o al menos meditarlas (posiblemente haya muchas más). Mientras tanto, en Aragón todos seguiremos perdiendo con una política a medias. Lo siento de verdad”.
Creo interesante resaltar algunas de sus frases porque resumen certeramente los males que urge corregir:
“Más de un tercio del electorado se abstiene”. En otro artículo que glosaré en este blog, se aprecia cómo la abstención se ha producido especialmente entre las filas populares.
“Las listas electorales son resultados de amiguismos”. No es el único en señalarlo. La carta que he glosado en mi anterior artículo hacía referencia expresa a ello.
“Se impide a personas válidas participar en el objetivo común”. Ya lo he dicho: los partidos políticos son el cauce para la participación política de los ciudadanos. Si no son eso, no son nada; o son otras cosa.
“Los programas electorales no están adaptados a satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos”. No requiere comentarios.
“La apatía del político inmovilista que es trasmitida al electorado (entrando en el círculo vicioso apatía-abstención)”. ¿Cuántos supuestos “líderes” del PP aragonés y diputados no han dado muestras de esa “apatía” en esta última legislatura?
¿Cómo sorprenderse de que el electorado popular se abstenga?
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