Que el Deutsche Bank haya puesto el título de esa célebre canción de Ricky Martin a un informe sobre el sector inmobiliario español es suficientemente explícito. La firma alemana recupera la visión expresada en su último informe sectorial, de noviembre de 2006, titulado de manera gráfica. "Átense los cinturones, prepárense para aterrizar".
‘Living la vida loca’, el mercado inmobiliario español visto por el Deutsche Bank
ABC: Living la vida loca
El ajuste inevitable del mercado de la vivienda en España
"Brusco aterrizaje" del boom inmobiliario español
La burbuja inmobiliaria española está empezando a estallar ante nuestras narices, y no nos hemos enterado todavía. Mejor dicho, la gran mayoría todavía no sufrimos las consecuencias. De momento sólo unos pocos desafortunados, especialmente quienes compararon una segunda vivienda antes de haber conseguido vender la primera, pueden verse atrapados hasta la asfixia económica, obligados a vender casi a precio de saldo. Una operación que les puede arruinar de por vida.
Ya hay obreros, especialmente extranjeros, advertidos por sus empresas, de que acabada la obra en que trabajan, ya no habrá otra en la que enganchar. Muchos, los de origen europeo quizás opten por retornar a sus países de origen. Los africanos y sudamericanos se quedaran aquí. Las consecuencias de la recesión van a ser imprevisibles, pero en cualquier caso muy duras.
El problema es que el Gobierno, que con los datos que manejaban los expertos y de los que han venido alertando en los últimos años, no ha tomado ninguna medida. No hace todavía un mes, el Presidente se vanagloriaba del crecimiento del PIB, aún a pesar de saber que su origen no es otro que el monocultivo urbanístico, especulativo, y el crecimiento de la demanda interna provocado por la inmigración. Mientras tanto, elude decir, aunque lo sabe que el poder adquisitivo de los españoles no ha hecho sino disminuir a lo largo de todo su mandato.
A Zapatero, después del fiasco de ETA, no le interesa adelantar las elecciones. Eso, objetivamente, beneficia a Rajoy porque en los últimos meses de Zapatero se van a mostrar con toda su crudeza las consecuencias de su irresponsable política económica, realmente inexistente (Memoria histórica, Alianza de civilizaciones...). Lo único hecho en ese terreno ha sido agudizar por la vía de las reformas estatutarias los desequilibrios entre comunidades autónomas.
‘Living la vida loca’, el mercado inmobiliario español visto por el Deutsche Bank
ABC: Living la vida loca
El ajuste inevitable del mercado de la vivienda en España
"Brusco aterrizaje" del boom inmobiliario español
La burbuja inmobiliaria española está empezando a estallar ante nuestras narices, y no nos hemos enterado todavía. Mejor dicho, la gran mayoría todavía no sufrimos las consecuencias. De momento sólo unos pocos desafortunados, especialmente quienes compararon una segunda vivienda antes de haber conseguido vender la primera, pueden verse atrapados hasta la asfixia económica, obligados a vender casi a precio de saldo. Una operación que les puede arruinar de por vida.
Ya hay obreros, especialmente extranjeros, advertidos por sus empresas, de que acabada la obra en que trabajan, ya no habrá otra en la que enganchar. Muchos, los de origen europeo quizás opten por retornar a sus países de origen. Los africanos y sudamericanos se quedaran aquí. Las consecuencias de la recesión van a ser imprevisibles, pero en cualquier caso muy duras.
El problema es que el Gobierno, que con los datos que manejaban los expertos y de los que han venido alertando en los últimos años, no ha tomado ninguna medida. No hace todavía un mes, el Presidente se vanagloriaba del crecimiento del PIB, aún a pesar de saber que su origen no es otro que el monocultivo urbanístico, especulativo, y el crecimiento de la demanda interna provocado por la inmigración. Mientras tanto, elude decir, aunque lo sabe que el poder adquisitivo de los españoles no ha hecho sino disminuir a lo largo de todo su mandato.
A Zapatero, después del fiasco de ETA, no le interesa adelantar las elecciones. Eso, objetivamente, beneficia a Rajoy porque en los últimos meses de Zapatero se van a mostrar con toda su crudeza las consecuencias de su irresponsable política económica, realmente inexistente (Memoria histórica, Alianza de civilizaciones...). Lo único hecho en ese terreno ha sido agudizar por la vía de las reformas estatutarias los desequilibrios entre comunidades autónomas.
Ahora es cuando vamos a pagar tanta irresponsabilidad.
2 comentarios:
Si no fuese por que todo esto tiene su comienzo allá por el año 1997. Cuando daño ha hecho a este país ya se sabe quien ...
Aznar fue investido presidente el 4 de mayo de 1996, o sea que supongo que te refieres a él. Es cierto que el problema de la vivienda se arrastra desde hace años, pero para ser escrupulosamente precisos habrá que reconocer que se arrastra incluso desde antes de la investidura de Aznar, y desde entonces no ha hecho sino acelerarse. El hecho de que Rodríguez Zapatero anunciara el otro día, presumiendo, que habían logrado frenar la escalada de precios me pareció uno de los más insuperables ejercicios de cinismo que recuerdo (y recuerdo muchos). Porque la ralentización en el crecimiento de los precios, que globalmente todavía suben más que los salarios, no es en absoluto imputable a su acción de gobierno, sino a la saturación del mercado. Y digo globalmente, porque ya hay comunidades donde el precio ha empezado a bajar, lo que no es sino un anticipo de los problemas que puede traer el frenazo del principal sector que hoy mueve la economía española.
Aznar, quizás demasiado tarde, intentó una reforma de la Ley del Suelo, con el propósito de liberalizarlo. Esa ley fue recurrida por el PSOE y por los nacionalistas, porque invadía, decían competencias autonómicas. Lo cierto es que la ley iba en la línea del ordenamiento que hoy rige en el conjunto de los países europeos, y donde el problema de la escasez del suelo está resuelto, a pesar de la tipología mayoritariamente unifamiliar de la vivienda y la mayor densidad de población. El problema es que aunque el TC declaró inconstitucional la Ley por esa invasión de competencias, el PP la podía haber aplicado con ese mismo espíritu liberalizador o hacer que se aprobaran leyes autonómicas similares en las comunidades que gobernaba. Y no lo hizo.
La especulación se basa fundamentalmente en actuar contra las leyes del mercado, es decir en dosificar la producción y consiguiente salida al mercado de aquellos bienes para los que aumenta la demanda. En un mercado libre, una mayor demanda modifica los precios al alza, e incita a una mayor producción de ese bien. Un suelo intervenido administrativamente como el español llega a ser un bien escaso, donde la propia Administración actúa a favor de los especuladores introduciendo elementos de rigidez y de enlentecimiento de la salida al mercado de suelo urbanizable. Eso es lo que intentó corregir el PP -con poca convicción, todo hay que decirlo- y lo que impidió el PSOE. Desde el año 96 (ó 97) las responsabilidades se reparten y el Partido Socialista no está libre de ellas.
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