sábado, febrero 23, 2008

Socialismo millonario

La ya exministra Carmen Calvo acuñó una de las muchas frases que marcarán esta desgraciada legislatura: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”. Este concepto peregrino -y falso- ha resultado ser, no sólo aceptado, sino de general aplicación por los miembros del Gobierno y por toda la corte de seguidores socialistas. ¿Puede ser socialista alguien que piense eso del dinero público?

Las reformas del pisito de Bermejo han supuesto un más que razonable motivo de escándalo. Nada menos que 250.000 euros en la reforma de un piso público habitado hasta hace unos meses por la exministra de Vivienda y que al parecer ya fue reformado en el año 2002. A destacar, casi un millón de pesetas en jardineras. Y ello por parte de un ministro que se autodenomina “rojo”. Sin duda, rojo como lo eran Ceaucescu, Honecker o los miembros de la Nomenklatura soviética.

Las reformas de Bermejo y la cuarta casa de la vicepresidenta

Pero los gastos suntuarios del ministro, que se ajustan de forma consecuente al concepto felizmente enunciado por Carmen Calvo, no han sido ni los únicos ni los primeros:

- Casi 272.000 € en la reforma de la Mareta para el veraneo de la familia de José Luis y Sonsoles.

- Los 17.000 € por la climatización de la piscina monclovita.

- Los 500.000 € sacados de los Presupuestos Generales del Estado para cambio del mobiliario del palacio presidencial.

- El uso de avión oficial para ir de compras a Londres con su mujer y sus hijas, para ir a Berlín a oír cantar a su mujer o para desplazarse a Uruguay y Argentina en diciembre de 2007 para, entre otras cosas, dar el mitin a los inmigrantes (un acto de partido, que no de gobierno).

- Se sabe que han utilizado el helicóptero oficial para uso privado los siguientes ministros: Joan Clos para cenar en el restaurante Bulli después de un mitin del PSC y Magdalena Álvarez que pidió un helicóptero para trasladarse desde Sevilla a Estepona en un viaje privado.

No es extraño que Zapatero cuente con el respaldo y apoyo de afamados millonarios:

Almodóvar

Familia Bardem

Pero el 18 de febrero de 2005 se aprobó el
Código de Buen Gobierno por el Consejo de Ministros, en el que el Ejecutivo y sus miembros se comprometían a "administrar los recursos públicos con austeridad" y a no hacer "un uso impropio de los bienes y servicios que la Administración General del Estado pone a su disposición por razón del cargo".

Todo mentira, como ha sido habitual a lo largo de esta legislatura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya se sabe que mucha gente se autodenomina roja porque, por algun estupido motivo que aun no alcanzo a entender, tiene más probabilidades de ser bien visto.
Aunque pensando, quizá sea porque parece que la alternativa a rojo es facha, y ya se sabe eso que conlleva: Franco, Muso, Adolf, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial (como los rojos estabamos en el bando vencedor, las matanzas de la URSS se "pasaron por alto")...

Anónimo dijo...

Estimado Oroel:

A propósito de lo aquí dicho:

http://www.conoze.com/doc.php?doc=2159

Siempre grande Raul del Pozo.
Es así. La izquierda no puede sobrevivir de otro modo. Si no eres rico, es insostenible. La propia contradicción de que "el padre Marx" hiciera acopio de filantropía siendo un auténtico hedonista, fagocito del propio sistema que denostaba con tanta iniquidad, es botón para corroborar que el duelo utopía vs poesía se salda con un inmascerible empate. El fulcro de ambos es el mismo: literatura, masturbación mental: purgatorio moral.

Desde la noche del primer comunismo hasta el ocaso de nuestros días, la izquierda se ha alimentado de sus propias palabras, -palabras, nada más- del mismo modo que la secta Iluminati podría lucrarse a costa de esas almas atormentadas ansiosas por encontrar su tabla de salvación. En este caso, el del izquierdismo, esas almas son las del obrero.

El mecanismo es el mismo. Sobra ver cómo el socialismo sigue triunfando en mi querida, pero engañada, Andalucía.

Los prebostes de la secta siguen aprovechando las conciencias hueras o, simplemente, ocupadas en quehaceres mayores, como trabajar en el campo o la obra, por ejemplo.

Por este hecho tan miserable, la izquierda me levanta cada día más pústulas. Pero no sólo ella, sino los que la siguen. Pase que colara hace años, pero hoy, en la "sociedad de la información", no cabe comulgar con la caradura de ciertos pastores envueltos en fajos de billetes verdes. Me duele...

Pero bueno...En sus manos -la de unos, la de los otros- está el seguir alimentando esta bola de boñiga como escarabajos del Serengeti o rendirse a tiempo.

Todo está por ver. Todo es posible...

Saludos, Oroel.


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