Oigo informaciones de unos y otros; leo datos y predicciones; conozco las impresiones de un amplio abanico de gente, y la conclusión no puede ser otra: viene un huracán de magnitud cinco, la tormenta perfecta. Y estamos en su camino.
¿Seré antipatriota por escribir esto, o lo será quien nos ha llevado a esta situación y quien pretende disimular su gravedad?
En las últimas horas han sido dos personas, con motivos para saberlo y a quienes supongo enteradas, que me dicen que la crisis que se avecina es mayor de lo que imaginamos, que la cosa está muy chunga y que nos podemos encontrar en menos de un año con un millón o más de nuevos parados. Me dicen que los directores de sucursales bancarias tienen orden de renegociar las hipotecas hasta la extenuación, ampliando los plazos si es preciso hasta casi la generación de los nietos para evitar impagados a toda costa.
Veo que en Zaragoza han abierto a medio gas, pero siguen trabajando, o van a abrir tres enormes centros comerciales: Plaza, Puerto Venecia y Aragonia. Su apertura completa va a coincidir con el punto álgido de la crisis, cuando los nuevos parados mensuales se cuenten por cientos de miles. Un desastre de inoportunidad.
Un funcionario del Departamento de Economía de la DGA me comenta en voz baja que los capítulos presupuestarios dedicados a gastos corrientes de centros hospitalarios, asistenciales o educativos han nacido este año lastrados con deudas pendientes del ejercicio anterior por casi el cuarenta por ciento de su importe y que de año en año no cesan de crecer.
Una persona a la que conozco ha bajado el precio de su piso de segunda mano más de un treinta por ciento y sigue sin venderlo, después de más de un año.
Dos conocidos que han visitado las obras de la Expo -sin conocerse entre ellos: dos testimonios independientes- me dicen que va a ser un desastre, que la cosa va a ser bastante más cutre de lo que nos están vendiendo, que hay un enorme hotel dentro del recinto que ya dicen que no llegará a tiempo, que el parque estará sin terminar y que eso puede acabar siendo poco más que un ferial, con atracciones de segundo orden. Queda poco. Pronto saldremos de dudas. Pero al parecer no debe haber un solo edificio ni obra de infraestructura que no haya tenido un sobrecoste del cien por cien o más.
Una funcionaria que vive cerca de mí y con la que coincido a menudo me comenta que siguen nombrándose asesores en el Gobierno de Aragón y ascendiendo preferentemente a los que tienen los carnets adecuados, que hay más de trescientas personas contratadas como personal eventual de confianza y que muchas de ellas ni pisan las dependencias administrativas y trabajan para sus respectivos partidos (los dos que gobiernan en Aragón: PSOE y PAR) con cargo al presupuesto público. Algo insostenible, me dice.
Y hoy leo y escucho noticias económicas que me han puesto los pelos de punta:
Alberto Recarte augura que la economía crecerá por debajo del 1 por ciento en 2008
Los expertos advierten: los vendedores de pisos tendrán que asumir pérdidas si compraron después de 2004
Cae un 9,5% anual la cancelación de hipotecas, 'termómetro' de las ventas de pisos
Y todo ello a las puertas de una inminente crisis institucional que generarán los nacionalistas vascos y catalanes en cuanto pasen las elecciones: el prometido referéndum de Ibarreche, los graves incidentes de ayer en el País Vasco, la gestión del Estatut (¿con o sin declaración de insconstitucionalidad?)...
¿Seré antipatriota por escribir esto, o lo será quien nos ha llevado a esta situación y quien pretende disimular su gravedad?
En las últimas horas han sido dos personas, con motivos para saberlo y a quienes supongo enteradas, que me dicen que la crisis que se avecina es mayor de lo que imaginamos, que la cosa está muy chunga y que nos podemos encontrar en menos de un año con un millón o más de nuevos parados. Me dicen que los directores de sucursales bancarias tienen orden de renegociar las hipotecas hasta la extenuación, ampliando los plazos si es preciso hasta casi la generación de los nietos para evitar impagados a toda costa.
Veo que en Zaragoza han abierto a medio gas, pero siguen trabajando, o van a abrir tres enormes centros comerciales: Plaza, Puerto Venecia y Aragonia. Su apertura completa va a coincidir con el punto álgido de la crisis, cuando los nuevos parados mensuales se cuenten por cientos de miles. Un desastre de inoportunidad.
Un funcionario del Departamento de Economía de la DGA me comenta en voz baja que los capítulos presupuestarios dedicados a gastos corrientes de centros hospitalarios, asistenciales o educativos han nacido este año lastrados con deudas pendientes del ejercicio anterior por casi el cuarenta por ciento de su importe y que de año en año no cesan de crecer.
Una persona a la que conozco ha bajado el precio de su piso de segunda mano más de un treinta por ciento y sigue sin venderlo, después de más de un año.
Dos conocidos que han visitado las obras de la Expo -sin conocerse entre ellos: dos testimonios independientes- me dicen que va a ser un desastre, que la cosa va a ser bastante más cutre de lo que nos están vendiendo, que hay un enorme hotel dentro del recinto que ya dicen que no llegará a tiempo, que el parque estará sin terminar y que eso puede acabar siendo poco más que un ferial, con atracciones de segundo orden. Queda poco. Pronto saldremos de dudas. Pero al parecer no debe haber un solo edificio ni obra de infraestructura que no haya tenido un sobrecoste del cien por cien o más.
Una funcionaria que vive cerca de mí y con la que coincido a menudo me comenta que siguen nombrándose asesores en el Gobierno de Aragón y ascendiendo preferentemente a los que tienen los carnets adecuados, que hay más de trescientas personas contratadas como personal eventual de confianza y que muchas de ellas ni pisan las dependencias administrativas y trabajan para sus respectivos partidos (los dos que gobiernan en Aragón: PSOE y PAR) con cargo al presupuesto público. Algo insostenible, me dice.
Y hoy leo y escucho noticias económicas que me han puesto los pelos de punta:
Alberto Recarte augura que la economía crecerá por debajo del 1 por ciento en 2008
Los expertos advierten: los vendedores de pisos tendrán que asumir pérdidas si compraron después de 2004
Cae un 9,5% anual la cancelación de hipotecas, 'termómetro' de las ventas de pisos
Y todo ello a las puertas de una inminente crisis institucional que generarán los nacionalistas vascos y catalanes en cuanto pasen las elecciones: el prometido referéndum de Ibarreche, los graves incidentes de ayer en el País Vasco, la gestión del Estatut (¿con o sin declaración de insconstitucionalidad?)...
La pregunta es: ¿quién gestionará todo eso, quien lo ha generado con su sectarismo y su irresponsabilidad?
3 comentarios:
El segundo informe que enlazas tiene algunos datos curiosos.
“Resulta curioso que los segmentos más caros y más económicos del mercado son los que menos están notando el alargamiento en el proceso de venta”. Se deduce que la crisis no afecta las clases altas y que las medias están tirando hacia viviendas más económicas para su adquisición.
"Si se prefiere alquilar, hay que saber que, al contrario de lo que pasa con la venta, el precio medio del alquiler de vivienda sigue una tendencia alcista" Y en este estudio aún no se ha repercutido las envenenadas ayudas de las ministras.
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Son cuestiones menores en relación a las que tú mencionas. No obstante, tenemos otras a las que conviene mantenerse atentos. ¿Qué va a ocurrir con la renegociación de la deuda externa española? ¿Qué ocurrirá con los fondos de pensiones alemanes que están invirtiendo en esa deuda, cuando el Reino de España se convierta en una país de riesgo? (Por cierto la renegociación tiene, en una buena parte, un carácter trimestral)
Un abrazo. Carlos56.
A Carlos56:
¿Y ahora que van a ir disminuyendo los fondos comunitarios hasta desaparecer?
Un abrazo.
Oroel
PD: tengo en mente escribir sobre el gasto público español. ¿Cómo es posible que los presupuestos de todas las administraciones públicas sigan subiendo desde hace mcuhois ejercicios, año a año por encima del PIB?
Nuestra joven democracia necesitaba tener de todo y nuestras autonomías también: defensores del pueblo, una descentralización comarcal, televisiones públicas... ¿Es eso sostenible o lo tendremos que ir desmontando por imposibilidad de mantenerlo? Si así fuera, cuanto antes mejor.
Estimado Oroel:
Los datos del desempleo pueden estar muy maquillados. El desempleo, según los datos del ministerio de trabajo, habría crecido un 6%. Pero, según la misma fuente, el crecimiento de las nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo habría sido de un 16%. Como verás las cifras no casan.
Un abrazo. Carlos56.
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