Náuseas

Es lo que produce entrar a leer el blog de José Blanco. No sólo es que arrime el ascua a su sardina o enfoque la actualidad política desde su particular perspectiva, sino que directamente miente. Sin vergüenza alguna, ni respeto para sus lectores. Pero hay que entrar y denunciarlo. Ninguna mentira puede quedar sin respuesta.

Ahí va una muestra:

La última “idea” de Esperanza Aguirre: “Ahora resulta que la presidenta de la comunidad de Madrid, aprovechando el ruido de sables que estos días ensordece a su partido y a la opinión pública, ha firmado un convenio con el cardenal Rouco Varela para que sean los sacerdotes quienes decidan en los hospitales a quién, cuándo, y cómo, se suministra un cuidado paliativo. O sea que los curas que trabajan en los hospitales además de sus misas y visitas a los enfermos, decidirán sobre cuestiones que afectan a la moral individual de cada paciente al margen, por supuesto, de lo que cada uno pueda pensar, sentir o creer”.

Lean la respuesta que le da Andrés Aberasturi, nada sospechoso de parcialidad:

Pepe Blanco miente y sabe que miente

Y aquí el segundo de ellos:

Nos deben una explicación: “Ayer en el Ayuntamiento de esa localidad [Mondragón] se retrataron todas las fuerzas políticas: las posiciones eran ya de todos conocidas. ¿Todas?. Todas no. Nadie esperaba que el PP no estuviese al lado de la moción que presentaba conjuntamente el PSE y el PNV. Para sorpresa de todos, la concejal del partido de Rajoy se abstuvo y la moción, en la que se pedía la dimisión de los concejales de ANV por no condenar la violencia, no salió adelante. Me gustaría saber cómo va a explicar el PP a sus votantes esta actitud”.

Las “mociones éticas”

¿Está seguro Pepiño de que no es el PSOE quien debe una explicación a sus votantes? Que intente explicar qué es eso de las “mociones éticas”; qué pretenden conseguir con ellas, salvo dar la apariencia, y sólo la apariencia, de pretender expulsar a ANV de los ayuntamientos.

Porque si de verdad los quieren expulsar, ¿por qué no presentan mociones de censura? ¿Y por qué se ausentan cuando se presentan? He ahí dos interesantes cuestiones para que las conteste Pepiño Blanco. Y si no sabe contestar, ¿por qué no se calla? Nos evitaría el asco de leerle.