Chacón

Hay dos aspectos en particular que me desagradan profundamente del nombramiento de esta mujer como ministra de Defensa.

No voy a cuestionar que sea mujer, porque en otros países ha habido mujeres que han desarrollado esa cartera.

No voy a cuestionar que vaya a ser madre. Eso es irrelevante, aunque es claro que durante un tiempo el nacimiento de su hijo le distraerá de su labor.

No voy a cuestionar, aunque podría, su nula preparación en la materia, porque hay otros ministros que han demostrado la misma poca preparación que ella o menos. No es ni de lejos la más tonta del gabinete. Hay quien le saca varios cuerpos en esa triste competición.

Chacón no tiene defensa

Pero sí voy a cuestionar su más que evidente sectarismo. Ella es la que dijo que quería que Cataluña se convirtiera en un territorio libre del PP, como quien pretende la erradicación de una epidemia. Un sectarismo de ribetes claramente antidemocráticos.

Pero lo que la convierte a mi juicio en una persona no sólo inadecuada, sino contraindicada para el cargo es su nacionalismo catalán. Porque es socialista, sí, o eso dice, pero el PSC hoy es una fuerza claramente nacionalista, que destierra el castellano de las aulas, que multa por rotular en castellano, que rechaza cualquier fórmula de solidaridad que no sea del resto de España hacia ellos. Carme Chacón fue la que dijo que el PP agredía a “país”, refiriéndose a Cataluña y no a España. Una ministra de Defensa que no considera su país a España, sino a Cataluña, es un despropósito, una provocación y un insulto a las Fuerzas Armadas. Y estamos hablando de declaraciones de las que apenas han transcurrido unos meses.

Por más que en su reciente discurso de toma de posesión invocara su amor a España. ¿Cómo su país o como a un país extranjero?