Esta es la verdadera estrategia del PSOE
Podremos centrarnos en la economía, en el número de parados o en la próxima subida de impuestos como prefiere hacer Rajoy.
Podremos, por el contrario, afrontar el debate ideológico, como recomienda hacer Esperanza Aguirre.
Podremos, incluso, distraernos con la foto de las niñas de Zapatero y su atuendo goth.
Pero la verdadera estrategia del PSOE es ésta:
Aumentar por todos los medios el censo de votantes en las próximas elecciones.
El asunto es delicado y difícil de abordar. Cualquiera que lo critique o trate de impedirlo puede enfrentarse a las inevitables acusaciones de xenofobia y ponerse en contra a una inmensa masa de nuevos votantes, que verán en el nuevo derecho toda una conquista social, aunque no les vaya a redimir ni de la pobreza ni de la explotación.
Los medios para conseguir ese incremento de nuevos votantes serán variados y pueden suponer el reconocimiento de un derecho reservado a residentes (como parece ser el caso de las elecciones municipales) sin la ciudadanía española, o el reconocimiento de la ciudadanía de pleno derecho a los descendientes de emigrantes españoles, aunque no hayan residido nunca España ni la conozcan, lo que les permitiría votar en las elecciones autonómicas y generales. ¿En qué circunscripción?
600.000 inmigrantes extracomunitarios podrán votar en las municipales del 2011
Ley de nietos: una trampa
Unos casos pueden tener su lógica democrática. Otros son claramente un abuso antidemocrático.
Tiene su importancia: en las pasadas elecciones gallegas el voto emigrante arrebató un escaño al PP en Orense. Y estamos hablando de personas que en algunos casos son incluso nietos de emigrantes, residentes en Iberoamérica desde su nacimiento, que ni conocen Galicia, ni tributan lógicamente en ella, pero pueden condicionar con su voto el gobierno de los gallegos residentes, cuyas consecuencias no han de sufrir si se equivocan.
Nunca he creído en la conspiración universal ni en la existencia de estrategas a largo plazo. Pero ahora, a mis años, viendo los efectos deletéreos de la LOGSE y su importancia en la creación del sustrato sociológico que necesita la política del PSOE devenida en populismo; viendo la apertura de fronteras de la pasada legislatura y los propósitos indisimulados de hoy, aunque discretos, de otorgar a esas personas el derecho al voto, estoy empezando a creer. Me debo estar volviendo paranoico. Pero esos propósitos existen: hay constancia. Y, viniendo del PSOE, no pueden ser inocentes.
Si la estrategia del PSOE tiene éxito podría llegar a instaurarse un régimen inamovible, gracias a una población emigrante eternamente agradecida y fiel a quien le dio, o aparentaba darle, carta de ciudadanía española.
Podremos centrarnos en la economía, en el número de parados o en la próxima subida de impuestos como prefiere hacer Rajoy.
Podremos, por el contrario, afrontar el debate ideológico, como recomienda hacer Esperanza Aguirre.
Podremos, incluso, distraernos con la foto de las niñas de Zapatero y su atuendo goth.
Pero la verdadera estrategia del PSOE es ésta:
Aumentar por todos los medios el censo de votantes en las próximas elecciones.
El asunto es delicado y difícil de abordar. Cualquiera que lo critique o trate de impedirlo puede enfrentarse a las inevitables acusaciones de xenofobia y ponerse en contra a una inmensa masa de nuevos votantes, que verán en el nuevo derecho toda una conquista social, aunque no les vaya a redimir ni de la pobreza ni de la explotación.
Los medios para conseguir ese incremento de nuevos votantes serán variados y pueden suponer el reconocimiento de un derecho reservado a residentes (como parece ser el caso de las elecciones municipales) sin la ciudadanía española, o el reconocimiento de la ciudadanía de pleno derecho a los descendientes de emigrantes españoles, aunque no hayan residido nunca España ni la conozcan, lo que les permitiría votar en las elecciones autonómicas y generales. ¿En qué circunscripción?
600.000 inmigrantes extracomunitarios podrán votar en las municipales del 2011
Ley de nietos: una trampa
Unos casos pueden tener su lógica democrática. Otros son claramente un abuso antidemocrático.
Tiene su importancia: en las pasadas elecciones gallegas el voto emigrante arrebató un escaño al PP en Orense. Y estamos hablando de personas que en algunos casos son incluso nietos de emigrantes, residentes en Iberoamérica desde su nacimiento, que ni conocen Galicia, ni tributan lógicamente en ella, pero pueden condicionar con su voto el gobierno de los gallegos residentes, cuyas consecuencias no han de sufrir si se equivocan.
Nunca he creído en la conspiración universal ni en la existencia de estrategas a largo plazo. Pero ahora, a mis años, viendo los efectos deletéreos de la LOGSE y su importancia en la creación del sustrato sociológico que necesita la política del PSOE devenida en populismo; viendo la apertura de fronteras de la pasada legislatura y los propósitos indisimulados de hoy, aunque discretos, de otorgar a esas personas el derecho al voto, estoy empezando a creer. Me debo estar volviendo paranoico. Pero esos propósitos existen: hay constancia. Y, viniendo del PSOE, no pueden ser inocentes.
Si la estrategia del PSOE tiene éxito podría llegar a instaurarse un régimen inamovible, gracias a una población emigrante eternamente agradecida y fiel a quien le dio, o aparentaba darle, carta de ciudadanía española.
Mientras tanto, el que hablemos de las hijas de Zapatero puede que les resulte incluso útil. Conviene a sus propósitos que estemos distraídos.
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2 comentarios:
Para convertir esos votos en cautivos los tiene primero que comprar. Las subvenciones, en estos momentos, le podrían facilitar el poder en ciertos ayuntamientos; pero lo dejaría fuera del gobierno español dentro de tres años.
No tengo yo para mí que esta jugada le termine por salir bien.
El simple hecho de otorgarles el derecho al voto es una forma de "comprar" su adhesión. Piensa que uno de los anhelos de esa gente -muy razonable desde un punto de vista humano- es el de su integración en la sociedad, el reconocimiento de su estatus de ciudadanos, la superación de su condición de inmigrante y por lo tanto extranjero -extraño- en el país. El derecho al voto de los residentes no les otorga la ciudadanía, pero les ofrece la ficción de serlo por el hecho de participar en unos comicios y ser halagados como colectivo durante la campaña. (Ficción que, por cierto, no se diferencia mucho de aquella en que vivimos nosotros)
Quien les otorgue ese derecho gozará de un plus de adhesiones de ese colectivo. Y es un colectivo importante. Y de momento hará bascular un número indeterminado de municipios a su favor. Lo que haya de suceder luego, ya se verá. De momento se cosechará más poder. Que luego esa decisión vaya a pasar factura en las próximas generales es una conjetura que me temo que no está avalada por ningún dato objetivo. Esta sociedad ha demostrado que perdona, u olvida, muchas cosas, sobre todo cuando vienen de la izquierda. Pero esto es algo que ya sabes.
Un abrazo.
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