domingo, septiembre 20, 2009

El socialismo en la etapa de ZP

De la carta de Rodríguez Ibarra, ayer en El País:

“Es cierto que las reuniones de las comisiones ejecutivas del PSOE en la etapa de Felipe González duraban varias horas y que las que preside Zapatero apenas llegan a los 60 minutos, pero la explicación de tal reducción en el debate no es que Felipe fuera muy demócrata y Zapatero muy autoritario; la explicación es que los que acompañábamos a Felipe le discutíamos hasta la saciedad sus propuestas y defendíamos con uñas y dientes las nuestras, mientras que, ahora, véanse las reuniones del Comité Federal del PSOE: todo son elogios y aplausos”.

“No dudo de que la actual generación de socialistas tenga grabada, a sangre y fuego, la ideología socialdemócrata, pero, por lo que se ve, existe mucha ideología y apenas ninguna idea que permita al líder medirse y medir sus propias iniciativas que, hasta ahora, son las únicas que conocemos. No estamos, pues, ante el problema de rescatar o no a la generación anterior de socialistas, estamos ante el dilema de saber si la generación que la sucedió decide asumir su responsabilidad o queda como una generación perdida y silenciosa”.

PSOE: ... donde nadie se atreve a levantar la voz

De la Resolución del Comité Federal del PSOE en su sesión de ayer, sábado, 19 de septiembre de 2009.

“Celebramos que existan indicadores que señalan que han pasado los peores momentos de la tormenta económica”.

“Los socialistas podemos sentirnos orgullosos de un gobierno que establece como prioridad la cohesión social”.

“El camino que el gobierno ha recorrido frente a la crisis ha tenido norte y sentido”.

Con toda evidencia a los miembros del Comité Federal no les dio tiempo a leer la carta de Rodríguez ibarra. Observen que el antiguo barón socialista evita en todo momento criticar al líder. Todas sus críticas, en cambio, se dirigen al resto de los dirigentes socialistas, integrantes de ese Comité Federal, que callan abyecta y/o disciplinadamente. Pero olvida señalar quién los ha nombrado y qué mecanismos escasamente democráticos han decantado a esa representación pastueña y de bajo nivel, excluyendo a todos los que pudieran tener criterio e ideas propias. El Comité Federal parece hecho a medida de Zapatero.

Pero hay muchos más socialistas fuera del Comité Federal. E incluso sus votantes son muchos millones no sujetos a la disciplina del partido. Incluso el grupo mediático que durante treinta años ha sido el portavoz y creador de la línea ideológica y, especialmente, argumental del PSOE se está distanciando de Zapatero. Como señalaba en la prensa un dirigente socialista que no se identificaba: “Esto sólo tiene dos desenlaces posibles: o Zapatero acaba con Prisa o Prisa acaba con Zapatero”.

Yo apuesto claramente por Zapatero. A estas alturas no se puede minusvalorar su capacidad destructiva. No está dejando nada en pie, aunque está por ver si lo que surja sobre las ruinas será mejor que lo anterior. Que de momento parece que no.

Creo que de momento quiere acabar con todo el orden preestablecido, pero sin tener una idea clara de qué quiere construir después.


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