Para quienes, como Zapatero, siguen creyendo que la II República fue un modelo de convivencia y sus líderes unos idealistas honrados y demócratas, he aquí un ejemplo de su comportamiento ante la derrota y de cómo prepararon previsoramente su exilio.
El exilio de los vencidos
El exilio de los vencidos
La memoria puede ser amarga, pero hay que recordar. Lo único que no se puede es legislar sobre ella. Y, desde luego, no conviene ni olvidar, ni falsificarla. Pero a nosotros nos espera, con sus retos, el futuro.
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PD: los dos personajes de la foto son Negrín (de blanco) y Prieto (de oscuro)
4 comentarios:
El maniqueísmo, la dicotomía bueno/malo sin matices, es una tentadora opción de la que cuesta mucho huir ... ¡Y es tan cómoda!
Cierto, cierto...
Tengo entendido que según eras de un grupo u otro, los dineros de la república (mermados por los que se los llevaron) daban o no pensiones en México... y también que el PSOE manejó bien sus fondos en la Internacional
Hoy he oído el testimonio de una mujer que había acudido a Roma a la beatificación de dos religiosas familiares suyas. Ha contado su fusilamiento y como una miliciana les dijo a quienes dispararon: "¡apuntad al vientre, para que sufran!" Las dos monjas agonizaron durante horas. ¿Esa es la memoria histórica que quiere reavivar Rodríguez Zapatero? ¿O piensa que como la Iglesia ya ha honrado a sus mártires, el Gobierno ya no debe nada, o sólo se lo debe a los del otro bando? La memoria de aquellos años es muy amarga, y no conviene legislar sobre ella. Legislar, ¿qué, a estas alturas?
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