sábado, octubre 27, 2007

El poder en la sombra

Este artículo se podría haber titulado “cosas de familia”, o “todo queda en casa” porque trata de tres familias (aunque hay alguna más) que se reparten una cuota de poder ingente en Aragón. Poder político, aclaro, porque hay otros poderes mayores. Pero además del poder político, también sus ingresos son considerables.

Hay unas cuantas personas que rodean al presidente aragonés que parecen haber renunciado consciente y deliberadamente a todo protagonismo, que se mantienen voluntariamente en la sombra y que contribuyen con su inteligencia y con su trabajo callado y discreto a que Marcelino Iglesias, inane pero prudente, brille con más intensidad de lo que él solo podría.

Uno de ellos es Carlos Escó, marido de Eva Almunia. Consejera ella de Educación Y Cultura, viceconsejero él de Obras Públicas, miembro además éste último de un buen número de consejos de administración de empresas públicas, de las que debe cobrar las correspondientes dietas. Traten de imaginar el poder y, sobre todo, los ingresos de la pareja.

He aquí una semblanza ya antigua del personaje, a la que habría que añadir los cargos desempeñados desde entonces.

Carlos Esco Sampériz: El poder en la sombra

Un detalle que demuestra su discreción: no es posible encontrar imágenes suyas en Internet.

El otro es Miguel Gracia, alcalde de Arén y vicepresidente de la Diputación Provincial de Huesca, de quien se dice que su ámbito de influencia excede ampliamente esa administración provincial y que su mujer ocupa un puesto directivo en una empresa pública, bien remunerado, sin más méritos que su matirmonio.

Pero también Marcelino Iglesias tiene ventajosamente colocada a su mujer, María Cuartero, como Jefe del Gabinete del Presidente de la Diputación Provincial de Huesca. Y durante un tiempo tuvo a su cuñado como consejero delegado de Zaragoza Alta Velocidad, de donde fue cesado por sus insalvables diferencias con Belloch, alcalde de Zaragoza. He leído estos días que después de tres años de solicitar el contrato del cuñado en esa empresa pública, la oposición parlamentaria ha logrado por fin tener conocimiento de él. Me cuesta creer que Andrés Cuartero esté en la actualidad en el paro, pero no me ha sido posible saber en qué empresa pública o puesto remunerado con cargo al presupuesto se encuentra colocado. Pero no dudo de que lo estará.

Bien pensado también podía haber titulado este artículo “Nepotismo institucional”. Porque de eso trata, en definitiva. En esto han convertido los socialistas la Administración y el sector público.

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