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No hace muchos días, concretamente el viernes pasado, mi padre, desde la atalaya de su experiencia, concluía: “El PP de Aragón no quiere ganar las elecciones. Están muy cómodos en la oposición”.
Se refería, sin duda, a quienes ocupan un puesto remunerado en algún órgano de representación, porque no creo que el resto de la militancia esté feliz ante la perspectiva.
Apenas dos días más tarde, Plácido Díez, un columnista del Heraldo de Aragón decía: “El PP en Aragón traslada hasta ahora la sensación de que no quiere ganar las elecciones”.
¡Qué coincidencia en el diagnóstico! Pero mi padre me jura que ni ha hablado con el periodista ni lo conoce.
Y el día del Pilar, es decir ayer, aparecía publicada en el Heraldo de Aragón una encuesta sobre intención de voto en nuestra región:
Ello viene a confirmar los temores que yo expresaba ya en el mes de abril:
No sé si será aventurado decir que el PP perdería a fecha de hoy las elecciones por una razón tan sencilla como evidente: porque no las quiere ganar. Pero, desde luego, lo parece.
La encuesta de ayer es altamente significativa, especialmente por las diferencias tan abismales que se registran en Aragón respecto a las previsiones en el ámbito nacional.
Pero decíamos al principio que el PP no quiere ganar las elecciones. ¿Es eso cierto? Debe serlo, a juzgar por las evidencias:
¿Conoce el PP de Aragón este asunto? El principal partido de la oposición debería conocerlo. ¿Se le ha oído decir algo al respecto? ¿A qué esperan? ¿No considera, desde su responsabilidad como partido en la oposición, que los ciudadanos aragoneses tengan derecho a conocer, como es además preceptivo, los convenios que firma su gobierno autonómico? ¿No le parece grave y digno de ser publicitado que el gobierno de Aragón firme un convenio de esas características y además lo mantenga secreto? ¿Ha formulado alguna interpelación parlamentaria al respecto?
¿Habrá más temas como éste en los que esté callando?
Bien, puestas así las cosas, parece evidente que el próximo presidente del gobierno de Aragón será Carlos Escó, el marido de Eva Almunia.
PD.:
Insertado el día 23 de mayo de 2011.
El PP en Aragón ha ganado las elecciones
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4 comentarios:
Digan lo que digan las encuestas, lo tienen muy difícil para no ganar, aunque no quieran.
Viendo las declaraciones de eva almunia:
http://elbosillohtml.blogspot.com/2010/10/con-la-tele-y-mil-pares-de-vallas.html
Lo tenemos claro Oroel, los de izuierdas aragonesistas como yo, aragonesistas de izquierdas, porque la izquierda siempre ha clamado contra la injusticia y ninguna como la discriminación a la que estamos sometidos por todos nuestros vecinos gracias a los partidos que se dicen españolistas. "Casi nada la del ojo y lo llevaban en la mano" . Si españolistas aglutinadores y que luego le calculan el iva y los servicios prestados como si fueran su abuela y les regalan cuatro mil millones de euros anuales a los vascos. Y espera que llega la traca final con urkullu y el pacto de legislatura.¡ El más difícil todavía!.
Hace mucho tiempo que el PP de Aragón necesita una re-estructuración profunda, pero sigue enquistado en sus vicios de siempre.
Los otrora entusiastas por un proyecto político se sienten hoy (ya hace tiempo) desanimados.
Los ideales políticos se han ido descafeinando para revelar que no eran sino la fachada de un tinglado de unos pocos para si mismos. En su vertiente de agencia de colocación y club de estómagos agradecidos no me cabe duda que están encantados en la oposición.
Por mi pueden seguir, se me ocurren no una sino varias opciones de voto responsable.
Y si creen que los jóvenes -incluyendo los que acuden a las urnas por primera vez-se van a sentir seducidos por este grupete sólo porque estan hartos de Zapatero es que no saben nada de la juventud que preferirá quedarse en casa o votar al Partido Pirata que contribuir con su voto a pagar "otra de gambas".
A Urbez:
Ya te he contestado en tu blog, como habrás visto.
A ya sabes quien soy:
No sé quien eres, aunque lo imagino. Ese "otra de gambas" es revelador.
Reconozco que me gusta la Rudi, a pesar de no tenerla muy tratada. Pero por lo poco que le he visto y oído, me parece una mujer extraordinariamente preparada, a años luz de su contrincante en las próximas elecciones, Eva Almunia. Lo malo es que también está a años luz de sus colaboradores en la cúpula del PP en Aragón. No digo que sólo haya mala gente, ni moral ni intelectualmente mala, porque entre ellos hay muy buenas personas, algunos excelentes. Pero también las hay malas, moral e intelectualmente malas. Y el que la actual líder del Partido esté muy preparada no es garantía de nada, porque tampoco ella es omnisciente, ni lo puede todo y corre, incluso, el peligro de equivocarse. También ella.
La democracia interna en los partidos es como la selección natural en la Naturaleza. Elimina a los menos dotados. Y si no hay democracia interna, los menos dotados se perpetúan. No hay forma humana de evitar que los inútiles o incluso los aprovechados se cuelen en una lista electoral, porque nadie sabe qué pasa por el corazón de una persona y todos pueden engañar en la apreciación que se tenga de ellos hasta que se les enfrenta a una responsabilidad. Pero lo que no es lógico es que esos inútiles o aprovechados, habiendo demostrado que lo son, se perpetúen legislatura tras legislatura, como está pasando. Si repasas las listas electorales del PP de los últimos años comprobarás la presencia continua de gente que quita más votos que los que aportan, públicamente contestados en todos los foros. Y, oye, ahí están.
Ni es posible que un Partido que se caracteriza por tener una militancia numerosa, culta y bien formada, presente en sus listas electorales a gente que no ha leído un libro en su vida. O que presente en sus listas electorales a quien lo permite. Ni unos ni otros debieran tener una responsabilidad política, jamás. Un partido político tiene la obligación de presentar en las listas electorales a los mejores. Y si no lo hace así, tenemos el derecho de pensar que no quiere ganar. Porque admitámoslo, hay listas electorales que son un insulto al electorado. Cuando se concurre a unas elecciones y se presentan los candidatos, se nos está pidiendo de forma expresa que deleguemos nuestra representación política en esas personas. Y como he dicho muchas veces, a mí, a nosotros, no se nos puede estar pidiendo en serio, no sin faltarnos al respeto, que deleguemos nuestra representación política en fulanito o menganita (y ahora estoy pensando básicamente en el Ayuntamiento de Zaragoza: qué horror).
Conozco -y si eres quien pienso que eres, tú también conocerás- a unos cuantos militantes del PP de Aragón que se hallan en esa envidiable franja de edad que va desde los cuarenta a los cincuenta, licenciados en Derecho, ingenieros, economistas, alguno con doble carrera, doctorados, masters, expertos en comercio internacional, en urbanismo, en marketing, que dominan varios idiomas, alemán, inglés... Ninguno de ellos ocupan puestos de relevancia en el Partido, por lo que sé. Tampoco sé si les conoce o si se cuenta con ellos. Lo sorprendente es que los dos únicos que conozco de esa franja de edad que llevan veinte años ocupando puestos en las listas electorales son precisamente los dos únicos que no pueden acreditar esa fantástica preparación que pueden acreditar los demás. Una selección sin duda sorprendente. Son los peores los que se perpetúan y medran. Y así no hay manera.
Así puede resultar que alguien tan mediocre como Eva Almunia tenga incluso expectativas reales de ganar. Y eso es dramático.
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