Dicen que el esfuerzo inútil genera melancolía.
¿Cuánta melancolía hay que acumular para suicidarse?
Diez matrículas, un expediente académico impecable y doscientos rechazos.
¿Qué niveles de melancolía va a acumular esta nueva generación de jóvenes que ahora se incorporan en España a la vida adulta? ¿Qué expectativas somos capaces de ofrecerles después de treinta años de democracia y supuesto progreso?
Soy padre y se me parte el corazón solo de pensarlo.
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1 comentario:
Yo salí (o me arrojaron) al mercado laboral en los 90, también en una crisis de empleo bastante fuerte.
La verdad es que es frustante dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a una carrera (aún sin un expediente académico tan brillante) y ver que cuando buscas trabajo y envías decenas de currículos ni siquiera te llaman para una entrevista.
Las consecuencias de esta frustración en la juventud son graves e imprevisibles. Una persona frustrada puede suicidarse, ¿y toda una generación frustrada?¿qué puede llegar a hacer?
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