
De hecho, con la modificación del Plan Hidrológico Nacional por parte de Rodríguez Zapatero los aragoneses hemos sido los grandes sacrificados. Y el hecho de que, siéndolo, hayamos quedado satisfechos y nos creamos victoriosos en una batalla que realmente hemos perdido, demuestra la perfección con que se ha realizado el engaño. Marcelino Iglesias ha sido un auténtico maestro del disimulo y no cabe pensar que a Biel, con su acreditada sagacidad, le hayan pasado inadvertidas estas maniobras.

No obstante, son históricas las exigencias del nacionalismo catalán que, aliados con los ecologistas, reclaman para el Delta un caudal de 400 m3/segundo. Ello implica un total de más de 12.500 Hm3 anuales, que con la tendencia decreciente del último cuarto de siglo imposibilita el trasvase y la Reserva Hidráulica para Aragón. De hecho, ambos han desaparecido del PHN socialista. Son clarificadoras las palabras de un representante de ERC en el Congreso de los Diputados: “El Pacto del Agua es más lesivo para el Delta que el Trasvase”. La supresión del Trasvase no era la única exigencia de Esquerra para apoyar la investidura de Zapatero. También lo era la supresión de la Reserva Hidráulica. Pero mientras que aquella se hizo pública, ésta segunda se mantuvo en secreto. Más aún, el PHN socialista contempla la bilateralidad entre la Generalitat y el Estado para la fijación del caudal ecológico del Delta, rompiendo el principio de unidad de cuenca, al margen de su órgano de gestión, la CHE, y de espaldas al resto de comunidades afectadas.
Hace pocos días El Heraldo de Aragón anunciaba que muy posiblemente esa fijación de caudales ya se había producido, en secreto. Con fecha 4 de enero, el Periódico de Aragón da la noticia de un estudio de la CHE que da el respaldo técnico a las demandas nacionalistas y concesiones socialistas. ¿Se trata de un estudio de encargo?
Un informe de la CHE respalda elevar el caudal ecológico del Delta
Con las demandas nacionalistas, respaldadas ahora por este informe, se alcanzarían los caudales reclamados. Muy posiblemente, y a la vista de este estudio, en los próximos días se harán públicos los acuerdos alcanzados con la Generalitat.
Resulta significativo que el Gobierno de Aragón, siendo ésta la comunidad más afectada de la cuenca del Ebro, no haya recurrido ni el Estatuto catalán -no por cuestiones hidráulicas- ni el PHN, mientras que sí lo han hecho otros. Y, más significativo aún, que los acuerdos alcanzados en las Cortes, con el apoyo de PSOE y PAR, para “solicitar” que la fijación de caudales del Delta se haga en el seno de la CHE y por todas las comunidades de la cuenca se hayan producido a iniciativa de la oposición y nunca del Gobierno.
Tarde, quizás, cuando ya no haya remedio, pero todo empieza a encajar. ¿Nos seguiremos dejando engañar? ¿Premiaremos y seguiremos votando a quien nos engaña? Si es así, nos merecemos todo lo que nos hagan.
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