miércoles, marzo 12, 2008

El error de Rajoy

El error de Rajoy se llama Cataluña.

Alguna vez he dicho, medio en broma, medio en serio, que si Rajoy leyera mi blog le irían -o le hubieran ido- mejor las cosas.

Le he dado, tiempo atrás, algún consejo sobre Cataluña. No ha hecho caso. Sin duda porque no lee mi blog, aunque tengo el convencimiento de que habrá oído o leído lo mismo de otras fuentes. Recuperar a Vidal Quadras para la política nacional y colocarlo o bien al frente del Partido en Cataluña o bien al frente de la candidatura por Barcelona, ese era el consejo. Mantenerlo en Estrasburgo es un derroche que ni el PP ni España se pueden permitir. Pero Rajoy tiene otro criterio, quién sabe por qué. Yo no tengo ninguna duda de que una voz -cascada y peculiar- y una inteligencia como de D. Aleix o D. Alejo, como se le conoce, indistintamente, serían muy valiosas y útiles en el parlamento español y un refuerzo muy importante en las filas del Grupo Parlamentario Popular.

Recuperar a Vidal Quadras

Fíjense en la fecha en que lo escribí, y ahora lean el artículo de César Alonso de los Ríos en el ABC de hoy:

El error catalán de Rajoy

¿Es posible que ambos, D. César y yo, estemos equivocados? No es posible saberlo. Pero lo que sí es cierto es que Rajoy, por este o por otros motivos, ha patinado en Cataluña. Mucho.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Rajoy se queda y para mi es un gran error.

Sigo defendiendo a Ruiz Gallardón y tengo tres preguntas:

1. ¿Cuántos votantes del PP dejarían de votarle si se presentara Ruiz Gallardón?

2. ¿Cuántos votantes nuevos podría ganar Ruiz Gallardón (y cuántos puede conseguir ya Rajoy)?

3. ¿Provocaría Gallardón (como ha conseguido Rajoy) la movilización de la izquierda de forma que voten en masa al PSOE sólo con tal de que el PP (el de Rajoy, Acebes y Zaplana)no ganara?

De la respuesta a estas preguntas surge la hipótesis de que Gallardón fuera mejor candidato que Rajoy en cuanto a la posibilidad de ganar unas próximas elecciones.

A mi el balance me sale positivo.

¿Qué opinais vosotros?

Un saludo

Cristóbal dijo...

Estimado amigo Alejandro:

Para muchos, el Sr. Gallardón es la continuidad de la política de Fraga como Jefe de la Oposición. El Sr. Gallardón supuso la colisión con la Cope, que representa una masa de 2.000.000 de oyentes. El Sr, Gallardón se ha manifestado más próximo a Prisa y a ciertos círculos de "la gente guapa" madrileña que a los líderes y votantes del PP.

El Sr. Gallardón es el candidato para el PP de los que bajo ningún concepto votarán al PP.

Pero es que el asunto esta electoralmente cerrado. El lugar donde más ha crecido el PP en voto ha sido Madrid (sino recuerdo mal), el Madrid en el que no figuraba Gallardón en la lista.

Por si acaso deseas iniciar una contabilidad. Si Gallardón presidiera el PP posiblemente yo trasladara mi voto a UPD. Por lo menos ellos tienen deseos de influir en el curso del país.

Un abrazo. Carlos56.

Anónimo dijo...

Vale, posiblemente haya muchos que opinen como tú. En ese caso yo estaría equivocado. No sé, no sé.

Me gustaría escuchar más opiniones de votantes del PP para ver como va la cosa.

En todo caso tu voto para UPD sería bienvenido.

Un saludo

Alejandro

winston dijo...

Yo puedo llegar a entender -que no compartir- que Aznar tuviera que plegarse ante Pujol en los acuerdos del Majestic y sacrificar el liderazgo de Vidal Quadras en el PPC teóricamente para alcanzar un bien mayor como eran los acuerdos de legislatura y la entrada de España en el euro. Pero viendo aquellos hechos con perspectiva lo que se demuestra es que el propio Aznar, que por aquel entonces hablaba catalán en la intimidad, estaba no sé si tan interesado como el honorable pero en todo caso muy interesado en quitarse de enmedio a un personaje incómodo, como lo son siempre todas aquellas personas que defienden con vehemencia y tesón los principios en los que creen, un personaje -Vidal Quadras- que no hubiera dejado de criticar los múltiples apaños que D. José María permitió a CiU en el ámbito catalán. Por todo ello, Aznar no sólo quebró el proyecto de Alejo, sino que ahogó su voz en el partido enviándolo a Bruselas. Este hecho, desde mi punto de vista, no sólo debe ser considerado como un error -un inmenso error-, sino como una traición: traición a los votantes no nacionalistas de Cataluña, que se vieron desamparados y desmoralizados, traición a la nación española y, finalmente, traición a las propias convicciones del Sr. Aznar, que además inoculó en el PP el virus Piqué, el cual se ha extendido con gran éxito por las territoriales del partido. Por su parte, Mariano Rajoy, hombre tranquilo de dejar hacer mucho y mandar poco y tarde, sólo a última hora quiso llevarle la contraria un poquito al Sr. Piqué y afortunadamente éste se lo tomó muy mal y se fue muy ofendido (si no se llega a ir, dad por seguro que todavía estaría al frente del PPC). Y ahora está el Sr. Sirera, hombre joven y voluntarioso que ha hecho lo que ha podido pero que, sin embargo, queda muy lejos de la talla política de D. Alejo.

En mi opinión, Vidal Quadras debe volver cuanto antes a liderar el PP catalán, pero sólo temporalmente con el fin de organizar unos cuadros que, como él ha hecho durante tantos años, denuncien sin descanso y sin subterfugios el totalitarismo nacionalista que allí se vive. Y digo temporalmente porque el talento de Vidal Quadras no puede en los tiempos que vivimos reducirse a un territorio como Cataluña y su poder de convicción y comunicación está llamado a destinos mucho mayores. No obstante, mi habitual realismo -que otros confunden con pesimismo- me indica que el PP irá justamente en sentido contrario.

En lo de Ruiz-Gallardón, pueden contar también con un voto menos los del PP si fuera candidato a algo a lo que yo pudiera votarlo. También de algo estoy seguro en relación a esto: si esta hipótesis llegara a ser realidad, la escisión del PP en dos o más partidos estaría servida.

Cristóbal dijo...

Bien Alejandro:

Gracias por ratificarme. El objeto de tu propuesta "Gallordoniana" no es cómo votar al PP, es más bien cómo debilitarlo.

Si lo que esperas es obtener una muestra demoscópica sobre la cuestión a partir de tu círculo de contactos, decepciónate los círculos de Oroel y los míos indicaban unos resultados electorales, luego la cuestión salió por peteneras. El método no vale.

Querido amigo. Por mi parte , me ratifico, los momentos que se nos vienen encima son de crisis severa para España y los españoles. Creo que, en lugar de entretenernos con opiniones sobre cuáles son líderes de los demás, deberíamos buscar si existe algún nexo entre los que no nos gusta el "país" que nos quiere construir el P(SOE) del Sr. Rodríguez. ¿Tenemos proyecto común o simplemente las narices tocadas?

Un abrazo. Carlos56.

Oroel dijo...

Estimado Alejandro:

Mis múltiples ocupaciones y el desánimo producido, no tanto por la derrota del PP, sino por la victoria de Zapatero -que considero inmerecida y muy peligrosa para España- me han hecho retrasar la respuesta a tus preguntas.

Escribí hace días sobre Gallardón. Creo que después de lo que ha pasado, mis ideas de aquel entonces no han perdido vigencia.

http://oroel.blogspot.com/2008/01/gallardn.html

Observa lo que decía yo entonces: “Lo más divertido de Gallardón es que les gusta especialmente a quienes ni le votan ni tienen intención de hacerlo. Entonces, ¿a qué tanto revuelo? ¿Qué se pierde y qué se gana con su presencia o con su ausencia? Posiblemente nada... o quizás se gana más con su ausencia”.

Gallardón les gusta especialmente a los enemigos del PP... como les gusta Piqué, Herrero de Miñón (¡premio Sabino Arana!), Matas... No les van a votar, pero les gustan. Es razonable, como nos gustan a los simpatizantes de la derecha Francisco Vázquez o Nicolás Redondo Terreros. Pero en fin, ya lo dice el dicho: “del enemigo el consejo”.

Creo que la característica más sobresaliente de Gallardón es la vanidad y en estos tiempos en que las diferencias entre derecha e izquierda se diluyen (aunque Zapatero con su corrimiento al extremo las ha vuelto a dejar claras, pero no precisamente desde el punto de vista socioeconómico), cobra una importancia fundamental el carácter de los dirigentes: su fiabilidad, su claridad programática y de ideas, su determinación... Y yo la vanidad no la perdono, y eso que soy muy indulgente con muchas cosas. Pero creo que a partir de cierta edad y de cierto nivel político e intelectual, y más en una persona que ha alcanzado tal grado de reconocimiento público, la vanidad debiera estar más que amortizada. Una persona vanidosa demuestra una insuficiencia en su carácter que lo descalifica para el mando, porque le puede llevar a cometer tonterías. Y no conviene. Ya estamos expuestos a muchas equivocaciones y errores, como para tener que sufrir la fatuidad de un líder.

De momento la vanidad del personaje le ha hecho adoptar una postura diletante de distanciamiento político respecto a sus correligionarios, similar a la de Piqué o Herrero de Miñón. Son o pretenden hacerse pasar por “centristas”, perdiendo definición ideológica, siendo “comprensivos” con el rival político... desagradando a sus votantes y adulando a quienes nunca les van a votar. Lo curioso es que Piqué, por ejemplo, no ha hecho sino perder votos, mientras Vidal Quadras, tildado de integrista e intransigente (que no lo es) por sus enemigos, obtenía los mejores resultados que ha tenido nunca el PP en Cataluña.

Y respecto a Gallardón, como ha señalado Carlos56, los datos cantan. No se ha presentado y el PP ha seguido subiendo.

Yo también votaría a Rosa Díez antes que a Gallardón. Dicho queda.

Un abrazo.

Oroel

Oroel dijo...

A Winston:

Coincido plenamente con usted en su análisis sobre Vidal Quadras y su, para mí, incomprensible exilio.

Me gustaría conocer las razones de Rajoy, aunque me dolería pensar que hay algún factor personal -celos, temor a una personalidad brillante que pudiera eclipsarle...-. No lo creo, pero...

Un cordial saludo.

Oroel


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