El que la rompe, la paga. Así parece que va a ser, después de que Zapatero hay vuelto a ganar las elecciones y constatado que ha sido él quien ha roto la herencia económica que recibió. Ahora bien, ¿será él capaz de pagar los platos rotos, o los tendremos que pagar, como es previsible, nosotros?Lean el estudio de Alberto Recarte (¿pesimismo o realismo?):
Perspectivas de crecimiento y empleo en España
Y nuestra contribución a la inflación europea no debe ser desdeñable. El Euríbor está amargando la vida a muchos españoles hipotecados, pero no culpemos a Europa. Es precisamente España uno de los países que más responsabilidad tiene en la inflación europea. Deben estar contentos nuestros socios europeos.
Sólo Eslovenia (6,4%), Chipre (4,7%) y Grecia (4,5%) superan en inflación a España (4,4%)
Me comenta una turista española que los precios de la hostelería están más baratos en Viena que en Zaragoza. ¿Puede ser? ¿Acabaremos ahuyentando al turismo europeo con nuestra escalada de precios?
Y ahora observen el descenso de la actividad comercial en uno de los sectores más importantes de nuestra economía:
La compra de viviendas bajó un 13,9% en 2007
Pero el Gobierno se ha comprometido con demagógicos gastos sociales en plena campaña electoral que van a convertir el superávit presupuestario en déficit en tiempo récord. Tendremos ocasión de verlo a lo largo de este año.
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