El título de este artículo no es en absoluto original. Ojeando en Internet puede comprobarse que el término ha sido profusamente empleado para referirse a espectáculos humorísticos y teatrales. Pero nunca había alcanzado tanta popularidad como ahora.Al parecer, el ministro de Sanidad Bernat Soria ha hecho público un currículum plagado de falsedades que han sido desenmascaradas por Arcadi Espada.
El asunto ha tenido una repercusión mediática enorme. E igualmente en Internet.
¿Las consecuencias?:
Un acorralado Bernat Soria "pincha" en un importante acto en Alicante
Y vean en su blog las reacciones que ha suscitado su engaño:
Una polémica anónima
Pero al parecer no ha sido el único ministro que ha sucumbido a la tentación de inflar su currículum.
Carme Chacón parece haber hecho algo parecido, pero de forma más discreta, o que ha pasado más inadvertida. Esta se apresuró a modificar su currículum… y aquí no ha pasado nada.
¿Qué futuro político les esperaría en Europa o, peor todavía, en Estados Unidos a dos ministros que hubieran falsificado su currículo? ¿Y cuánto tiempo hubieran seguido en sus puestos?
Con los usos y costumbres de países más democráticos que el nuestro -y por ello mismo, más exigentes-, ninguno de los dos sería ya ministro.
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