miércoles, agosto 29, 2007

Rosa Díez abandona el PSOE


Bienvenida, Rosa, a las tinieblas exteriores, donde, aunque haga frío, se respira libertad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me considero una persona de izquierdas en el sentido de que creo en un Estado fuerte que intervenga de forma significativa en la actividad económica y controle los excesos de la empresa privada(sin necesidad de caer en vergonzosas dictaduras, más bien un estilo escandinavo).También soy republicano y antirreligioso (de forma bastante feroz ambas cosas), estoy a favor de los matrimonios homosexuales y en general de todas esas cosas que se supone que son "de izquierdas".

Pues bien,hace tiempo que echo de menos un partido de izquierdas nacional que no sienta vergüenza de la palabra España ni de nuestra bandera (y que conste que nunca he sido de banderas ni patriotero, pero no entiendo que exhibir la bandera y cantar el himno de una autonomía sea "superprogre" y en cambio la bandera y el himno español sean "fachas". A mi en general todas las banderas me dan como yuyu, pero TODAS, señores).

No entiendo como gente que se dice de izquierdas le hace ojitos a los nacionalismos cuando, en mi opinión, son lo más insolidario, facha, xenófobo y casposo que tenemos (los partidos lo hacen por interés electoralista, pero el izquierdista de a pie...). El PNV es mucho más facha que el PP (y no me voy a remontar a su fundador Sabino Arana que era un p... nazi, porque los partidos cambian y pueden evolucionar) sino a las declaraciones de hace muy pocos años del maravilloso Arzalluz y sus sucesores que rayan en el racismo más rampante, y se les mira desde "la progresía" con ojos complacientes o al menos, menos condenatorios de lo que yo creo se merecen. Y que nadie me diga que la gente de Ezquerra Republicana de Cataluña son un prodigio de solidaridad entre los pueblos y justicia social ¿Os suena "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades" (si no recuerdo mal lo dijo Marx corregidme si no es así)? ¿Existe esa solidaridad de los señores de Ezquerra con Comunidades más desfavorecidas como Andalucía o Extremadura?

Pues eso, y perdón por el rollo, pero como persona de izquierdas creo que ya es hora de que haya una gente con una idelogía similar a la mía que se atreva a llamar las cosas por su nombre y a decir "soy español" sin más orgullo que el que merece pero tampoco con más vergüenza.

Gracias

Oroel dijo...

A Alejandro:

¿Tú de izquierdas? ¿Y qué dirá tu padre si se entera?

Perdón. Ahora, fuera de bromas y como ya he dicho en alguna ocasión, el gran drama de España, que será tragedia para las siguientes generaciones, es que aquí no hemos tenido ningún partido de izquierdas en los últimos treinta años, con el paréntesis, quizás, de Izquierda Unida bajo la dirección de Anguita, el único político consecuente de izquierdas que me viene a la cabeza. Los demás no han sido otra cosa que pseudoprogres. Y en el caso del PSOE una panda de burgueses disfrazados de no se sabe qué. ¿El PSOE obrero? Escribía alguien que conocía a Zapatero desde su infancia que éste no era más que un señorito de León. Y qué decir del representante del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, un miembro de la "beautiful" jugando al socialismo de la señorita Pepis. Claro, así pasa lo que pasa: se inventa una milla digital, que no sabe ni qué es, y se le transmuta en una milla de oro, sin querer.

Por muy de derechas que algunos nos consideremos, liberales, conservadores o democristianos, si somos un poco lúcidos y/o sinceros no tendremos otro remedio que reconocer que nuestro sistema socioeconómico no es otra cosa que una socialdemocracia. Así es prácticamente en toda Europa. Aunque, eso sí, en grave riesgo de desmontaje o desmoronamiento. Consecuencia esto último de una globalización exclusivamente económica y no de derechos.

Respecto a tu juicio sobre los nacionalismos, no puedo sino darte la razón. Y la connivencia del pretendido socialismo hispano -que no es socialismo, sino esa pseudoprogresía frívola y diletante que yo tanto critico- es la prueba fehaciente de su falsedad doctrinal e ideológica.

Hoy, frente a los nacionalismos identitarios, escasamente democráticos, la Nación española es la única garantía para las libertades y la igualdad de los ciudadanos (no como Nación, o no sólo como Nación, sino como entramado de garantías jurídicas). Sólo eso ya justificaría ese patriotismo constitucional que sólo un Estado de Derecho puede merecer. No parece que nuestros nacionalismos periféricos estén en disposición de ofrecer algo parecido.

Oroel dijo...

A Alejandro:

¿Tú de izquierdas? ¿Y qué dirá tu padre si se entera?

Perdón. Ahora, fuera de bromas y como ya he dicho en alguna ocasión, el gran drama de España, que será tragedia para las siguientes generaciones, es que aquí no hemos tenido ningún partido de izquierdas en los últimos treinta años, con el paréntesis, quizás, de Izquierda Unida bajo la dirección de Anguita, el único político consecuente de izquierdas que me viene a la cabeza. Los demás no han sido otra cosa que pseudoprogres. Y en el caso del PSOE una panda de burgueses disfrazados de no se sabe qué. ¿El PSOE obrero? Escribía alguien que conocía a Zapatero desde su infancia que éste no era más que un señorito de León. Y qué decir del representante del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, un miembro de la "beautiful" jugando al socialismo de la señorita Pepis. Claro, así pasa lo que pasa: se inventa una milla digital, que no sabe ni qué es, y se le transmuta en una milla de oro, sin querer.

Por muy de derechas que algunos nos consideremos, liberales, conservadores o democristianos, si somos un poco lúcidos y/o sinceros no tendremos otro remedio que reconocer que nuestro sistema socioeconómico no es otra cosa que una socialdemocracia. Así es prácticamente en toda Europa. Aunque, eso sí, en grave riesgo de desmontaje o desmoronamiento. Consecuencia esto último de una globalización exclusivamente económica y no de derechos.

Respecto a tu juicio sobre los nacionalismos, no puedo sino darte la razón. Y la connivencia del pretendido socialismo hispano -que no es socialismo, sino esa pseudoprogresía frívola y diletante que yo tanto critico- es la prueba fehaciente de su falsedad doctrinal e ideológica.

Hoy, frente a los nacionalismos identitarios, escasamente democráticos, la Nación española es la única garantía para las libertades y la igualdad de los ciudadanos (no como Nación, o no sólo como Nación, sino como entramado de garantías jurídicas). Sólo eso ya justificaría ese patriotismo constitucional que sólo un Estado de Derecho puede merecer. No parece que nuestros nacionalismos periféricos estén en disposición de ofrecer algo parecido.


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