Deseo fervientemente que el reciente sondeo del CIS se equivoque y que el PP se consolide como una verdadera alternativa, no sólo posible, sino necesaria. Nunca ha sido tan necesaria. Pero viendo las cosas desde Aragón, el panorama no puede ser más desalentador.
El PSOE aumenta la ventaja con respecto al PP en Aragón, ya que los socialistas ganarían tres o cuatro escaños (de 27 a 30 o 31) y los populares bajan, aunque ligeramente, y perderían un escaño (de 22 a 21). Así, Marcelino Iglesias, candidato socialista, podría volver a dirigir el ejecutivo aragonés con el apoyo, como tiene en la actualidad, de los ocho diputados del PAR. La Chunta obtendría según el CIS seis o siete escaños e IU uno.
Si algo ha caracterizado al gobierno PSOE-PAR ha sido la corrupción y el abuso de poder, la invasión y reparto de la Administración, la colocación descarada de la militancia y de familiares -con nombres y datos que están en boca de todos los funcionarios- en empresas públicas y comarcas, la ocultación espuria y desvergonzada de información a las Cortes, el desprecio de las recomendaciones del Justicia, el aumento de gastos de propaganda institucional, la destrucción de la Naturaleza y el incentivo de la especulación más descarada.
Una oposición inteligente, implacable y libre de complejos debiera haber colocado a este gobierno corrupto contra las cuerdas. ¿Por qué no ha sido así?
El PSOE aumenta la ventaja con respecto al PP en Aragón, ya que los socialistas ganarían tres o cuatro escaños (de 27 a 30 o 31) y los populares bajan, aunque ligeramente, y perderían un escaño (de 22 a 21). Así, Marcelino Iglesias, candidato socialista, podría volver a dirigir el ejecutivo aragonés con el apoyo, como tiene en la actualidad, de los ocho diputados del PAR. La Chunta obtendría según el CIS seis o siete escaños e IU uno.
Si algo ha caracterizado al gobierno PSOE-PAR ha sido la corrupción y el abuso de poder, la invasión y reparto de la Administración, la colocación descarada de la militancia y de familiares -con nombres y datos que están en boca de todos los funcionarios- en empresas públicas y comarcas, la ocultación espuria y desvergonzada de información a las Cortes, el desprecio de las recomendaciones del Justicia, el aumento de gastos de propaganda institucional, la destrucción de la Naturaleza y el incentivo de la especulación más descarada.
Una oposición inteligente, implacable y libre de complejos debiera haber colocado a este gobierno corrupto contra las cuerdas. ¿Por qué no ha sido así?
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Una oposición inteligente, implacable y libre de complejos debiera estar ahora mismo, y ante un gobierno como éste, bordeando la mayoría absoluta.
El Partido Popular sigue sin enterarse de que su principal rival político no es en Aragón el PSOE sino el PAR, el que come de su mismo plato, el que le disputa el mismo electorado. Y el que, aunque clientelar y pesebrista, le resta el apoyo de una parte sustancial del voto de centro-derecha. Y ese voto lo pone a disposición del PSOE, anteponiendo sus intereses a su ideología. Porque dudo que el PAR tenga ideología.
Y frente al PSOE el PP demuestra un sorprendente complejo, que no acierto a comprender. En esta legislatura ha tenido una oportunidad de oro -ha tenido muchas, realmente- de haber desenmascarado la política hidráulica del PSOE. El único peligro que hoy amenaza nuestros recursos hídricos son las reclamaciones catalanas, que cuentan con el apoyo explícito de Zapatero. Y ese peligro es incomparablemente mayor que el que pudo suponer el trasvase, si alguna vez supuso algún peligro cierto para nuestros intereses. Que yo lo dudo.
Ha habido en esta legislatura ocasiones de oro para desenmascarar la política entreguista de Marcelino frente a Cataluña. E insisto, de haber hecho una denuncia implacable de la corrupción, un cáncer para la democracia y uno de los más graves factores de ineficiencia económica.
El Partido Popular sigue sin enterarse de que su principal rival político no es en Aragón el PSOE sino el PAR, el que come de su mismo plato, el que le disputa el mismo electorado. Y el que, aunque clientelar y pesebrista, le resta el apoyo de una parte sustancial del voto de centro-derecha. Y ese voto lo pone a disposición del PSOE, anteponiendo sus intereses a su ideología. Porque dudo que el PAR tenga ideología.
Y frente al PSOE el PP demuestra un sorprendente complejo, que no acierto a comprender. En esta legislatura ha tenido una oportunidad de oro -ha tenido muchas, realmente- de haber desenmascarado la política hidráulica del PSOE. El único peligro que hoy amenaza nuestros recursos hídricos son las reclamaciones catalanas, que cuentan con el apoyo explícito de Zapatero. Y ese peligro es incomparablemente mayor que el que pudo suponer el trasvase, si alguna vez supuso algún peligro cierto para nuestros intereses. Que yo lo dudo.
Ha habido en esta legislatura ocasiones de oro para desenmascarar la política entreguista de Marcelino frente a Cataluña. E insisto, de haber hecho una denuncia implacable de la corrupción, un cáncer para la democracia y uno de los más graves factores de ineficiencia económica.
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He aquí un ejemplo de lo que debe ser una oposición basada en principios: Un diagnóstico preciso
Espero que el sondeo del CIS se equivoque, porque no estoy haciendo un discurso ni espontáneo -sino largo tiempo meditado- ni oportunista. Y que no desearía tener que hacer, ni ahora ni, mucho menos, después de las elecciones.
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