domingo, febrero 01, 2009

Sálvese el que pueda

El mayor indigente intelectual que ha ocupado nunca la Moncloa ya nos lo dejó dicho: “La Nación es un concepto discutido y discutible”.

Observo con preocupación y desánimo crecientes cómo las posiciones políticas en España están cada día más polarizadas entre quienes tenemos inquietudes de este tipo, mientras una masa cada día mayor de ciudadanos se distancia del debate, angustiados muchos por otras preocupaciones, no más serias, pero sí más inmediatas.

Urge articular una alternativa al peor gobierno de la democracia y urge centrarla en algunos puntos capitales, inaplazables, capaces de concitar el apoyo de una gran mayoría de españoles. No es posible ni razonable que con la que está cayendo, el PSOE mantenga o incremente su ventaja en intención de voto al PP. Eso es tanto como aceptar que la única alternativa que tenemos es el precipicio al que nos dirigen con la indisimulada intención de despeñarnos.

Siempre se ha criticado en el PP el apasionamiento con que entabla batallas que parecen a vida o muerte mientras se libran (aborto, divorcio, educación para la ciudadanía...), pero cómo renuncia a ellas incluso después de ganar las elecciones, cuando puede retomarlas. Se ha dicho que a lo largo de esta etapa democrática la derecha se ha caracterizado por haber gestionado y conducido al país con acierto y prudencia por las vías que previamente le ha marcado la izquierda. O dicho de otro modo: ha sido la izquierda quien ha definido las reglas del juego y quien está imponiendo su modelo de sociedad. El PSOE gobierna, mientras el PP gestiona. El PP, por ejemplo, podría haber cambiado la LOGSE cuando gobernó, o la Ley del Suelo, y no lo hizo.

Pero no es el momento de incidir en esos debates que hoy considero secundarios. No digo tampoco que haya que abdicar de nuestras posiciones o ideario ante ellos. Pero quizás convenga hoy aparcarlos y centrar el debate en dos puntos fundamentales: la defensa de la Nación española y la defensa de la clase media. Porque hoy, insisto, hay que concitar el apoyo de una inmensa mayoría de españoles, que todavía se sienten españoles y que quieren seguir siéndolo. Hay que convencer a la sociedad española, aparcando incluso esos otros debates, de que hoy es eso lo que está en juego y que ni la una ni la otra, ni España ni la clase media, tienen defensa hoy con Zapatero. Y hay que aparcar esos otros debates para no polarizar más a la sociedad, sino en torno a esos dos que he citado, exclusivamente entre quienes creen en la Nación y quieren seguir siendo españoles y quienes no quieran serlo, y entre quienes consideren fundamental cerrar la grieta social que ha creado Zapatero y quienes no.

Porque si se hunde España o la grieta social se convierte en un abismo, no habrá otros debates posibles, más allá de la mera supervivencia individual o familiar.

Porque la Nación, además de otras consideraciones, es ante todo y sobre todo un concepto solidario. Vamos por culpa de Zapatero, aunque no sólo de él, hacia el “sálvese el que pueda”, y deberíamos saber que esa frase, esa idea terrible es totalmente incompatible con la idea misma de Nación.

Pero parece mentira que alguien que se dice socialista desconozca esa verdad elemental. “Concepto discutido y discutible”, dijo.


Salvo que no sea socialista, como deberían saber todos aquellos que le votan, sino solamente “progre”.


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8 comentarios:

Jose CM dijo...

Psé, ZP estará por muchos lustros en el gobierno. Si cada año los nazionalistas consiguen más de él, imagínate lo que pueden conseguir en unos cuantos años. De ahí al estado libre y asociado o independencia total habrá poco si ZP necesita perpetuarse en el gobierno.

Oroel dijo...

Salvo que la oposición consiga articular un verdadero programa de salvación nacional y regeneración democratica, que es lo que yo, modestamente, trato de explicar en mi artículo.

No dudo que los nacionalistas prefieran apoyar al PSOE antes que al PP, pero hay que conseguir que todos aquellos votantes socialistas que se sientan antes españoles que socialistas establezcan otras prioridades.

Cristóbal dijo...

En cada uno de estos dos párrafos estableces las premisas imposibles: No con este PP, no con estos votantes del PSOE.
Luego,… ¡no hay nada que hacer!

Un abrazo

Anónimo dijo...

"programa de salvación nacional", que mal suena eso.

Oroel dijo...

A Carlos56:

No es descartable que tengas razón. Lo que significa que, se pueda finalmente o no, habrá que buscar la alternativa, dentro o fuera del PP y del PSOE. Porque estoy convencido de que dentro de ambos partidos (y también fuera)deben ser mayoría los que asumirían la defensa de la Nación española y de la clase media como eje central de un programa político y de la propuesta de trabajo de una legislatura. No así Zapatero, seguramente.

Un abrazo.

Oroel dijo...

Al anónimo:

"Programa de salvación nacional" suena mal, ciertamente. También suena mal "operación a corazón abierto". Y suena mal "más de cien mil nuevos parados al mes".

Pero peor suena "no hay solución".

Anónimo dijo...

Volviendo la frase "programa de salvación nacional", en este Pais ya hubo, no hace demasiado un "salvapatrias" que perduró salvandonos (quisieramos o no), y personalmente pienso que con ese ya hubo bastante. Si ahora manda Zp será porque lo han votado, habría que convecer a la gente que hay alternativas, pero desde luego la alternativa no pasa por "Salvadores nacionales" autonombrados

Oroel dijo...

A veces un gobierno de salvación nacional es un gobierno de coalición amplia, una Grosse Koalitionen. O un gobierno que se constituya con el único propósito de emprender una reforma constitucional, y concluya una vez reformada ésta. No necesaria ni únicamente ha de surgir de un golpe de Estado ni de una guerra.

Pero la situación va a ser de emergencia. En breve. Me temo. De salvación nacional.


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