Rectificación

Un amable contertulio, Óscar G., me reprocha en un artículo anterior mío, De las muchas formas de mentir, el mal uso que hago de mis fuentes. Reviso sus argumentos y, sí, debo darle la razón.

He comparado nuestro decrecimiento del 4% del PIB anual con los crecimientos trimestrales que están experimentando otros países, que son magnitudes no comparables. Las variaciones anuales del PIB en España, deben compararse con las variaciones anuales de los demás países, y las trimestrales con las trimestrales. Tiene razón, por tanto, y pido disculpas.

No tengo tan claro que sea cierto lo que dice, de que España entró más tarde en recesión, algo que tendré que documentar, y todavía está por ver si nuestra recesión particular va a ser más larga y/o más profunda que las del resto. Es cierto que los descensos del PIB en algunas de las grandes potencias europeas, mucho más industrializadas que nosotros han sido particularmente acusados, sin que hayan tenido una repercusión equivalente en el aumento del paro por su diferente estructura productiva, mucho más capitalizada y menos dependiente del factor trabajo. Pero al final, el decrecimiento del PIB depende tanto de la rapidez y profundidad del descenso, como de la duración de esa fase de descenso. Ellos ya están saliendo, mientras nosotros todavía estamos cayendo.

Actualmente sólo hay tres países europeos con tasas negativas (trimestrales) en el crecimiento del PIB: Grecia, Chipre… y España.

Rodríguez anuncia que a finales de este año, o como mucho en el primer trimestre del año, empezaremos a salir de la recesión. Sin embargo, la OCDE anuncia para el año que viene un descenso del PIB español del 0,3%. Una variación anual negativa es incompatible con variaciones trimestrales positivas. O bien Rodríguez o bien la OCDE se equivocan (o mienten si hubiera cierta intencionalidad) y, visto el historial de aciertos del presidente, nos podemos temer lo peor,… creo.

Si tenemos en cuenta que los expertos apuntan que no se crea empleo hasta que no se crece por encima del 2%, quiere decir que según las previsiones de la OCDE (y posiblemente también de las más optimistas de Rodríguez, aunque no lo diga) el paro va seguir creciendo. Un crecimiento, aunque sea moderado, del PIB y un aumento, aunque sea moderado, del paro, implica profundizar en el desigual reparto de la riqueza y una ampliación de la llamada grieta social, algo que me parece que siempre ocurre cuando gobierna el mal llamado socialismo.

Cuestión aparte es el de la economía sumergida que también cita Óscar y que es en España del 23%, según estimaciones de los expertos, diez puntos por encima de la media de los quince primeros países de la Unión Europea. No sé en qué medida es responsable el PSOE, que gobierna en las dos comunidades (Andalucía y Extremadura) donde se supone que su incidencia es mayor, precisamente incentivada por un sistema de subsidio generalizado como es el PER.

Si las tasas de paro, verdaderamente clamorosas, pueden ser ficticias en Cádiz o en Huelva, donde la gente rechaza trabajos de temporero agrícola o renuncia a cobrar ayudas que les obliguen a asistir a cursos, me temo que su incidencia es muy real en otros lugares de España.

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