domingo, noviembre 08, 2009

Esperando las explicaciones sobre el caso Faisán

El día 3 de febrero de 2007 acudí a una manifestación convocada por el Foro de Ermua contra la política de negociación del Gobierno de Rodríguez con la banda terrorista ETA. Una manifestación por cierto que concluyó con lo que algunos llamaron, y yo considero que fue así, un auténtico éxito escénico: el himno de España.

Esa fue la primera vez que oí hablar de Teresa Jiménez Becerril, hermana de un concejal asesinado en Sevilla, y que la oí hablar a ella. Su
discurso de aquella tarde nos puso a todos la carne de gallina.

He tenido ocasión de leer estos días un
artículo suyo, esta vez sobre el caso Faisán, y en él dice verdades como puños, sencillas y directas, como parece ser la marca de la casa en esta mujer admirable.

A lo largo de los años que llevamos vividos de democracia ha habido casos gravísimos -el 23-F, los GAL, las escuchas telefónicas ordenadas por el gobierno de Felipe González...- en que nuestra democracia ha estado en peligro. El chivatazo del bar Faisán está a la altura de todos ellos. Es, sin paliativos, un caso gravísimo, que podría tipificarse como auténtica traición a la Patria.

En un reciente artículo mío (
el feo caso del bar Faisán) uno de los más inteligentes contertulios entre los que honran este blog con sus visitas, Carlos56, hacía un esquema del caso:

¿Cuáles son los elementos perversos de ese caso?, se preguntaba:


1º Un policía interfiere la acción judicial y policial.


2º Un policía evita la detención de terroristas.

3º La banda que ha recibido la ayuda está dialogando políticamente con el Gobierno.

4º El policía parece atender requerimientos políticos del Gobierno.

5º El mismo policía recibió la orden posterior de investigar el caso.

6º El policía es condecorado por el poder ejecutivo.

7º El fiscal, jerárquicamente dependiente del Fiscal General del Estado, y éste dependiente del gobierno, solicita el cierre en falso del caso.

Y 8º El policía también está relacionado con las investigaciones del 11-M.

Pero vuelvo al artículo de Teresa Jiménez Becerril. Observen las preguntas que formula esta mujer (preguntas que no que no tienen nada de infantiles, porque, dice, “yo no soy ninguna niña, sino una mujer que lucha contra el terrorismo y tiene derecho a saber”):

- ¿Por qué se apagaron las cámaras que vigilaban el bar Faisán, y ahora tenemos un video con cortes que no puede ser utilizado?

- ¿Quién era el responsable de la operación y quién ha llevado a cabo la investigación de lo que pasó?

- ¿A quién daban cuenta los policías de sus investigaciones y cómo es posible que en tres años no hayan encontrado al culpable del chivatazo?

- ¿Por qué quiere la Fiscalía cerrar este caso?

- ¿A quién beneficiaría que este caso se cerrase?

Pues dense cuenta que quien tiene que dar estas explicaciones es Rubalcaba, el mismo que dijo que merecíamos un Gobierno que no mintiera, el día de reflexión previo a las elecciones del 14 de marzo de 2004.

¿Qué podemos esperar de ese personaje?

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