jueves, noviembre 04, 2010

En pie, famélica legión

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Debe haber, por lo que cuentan, un follón de mucho cuidado en Mercasevilla.

Una auditoría interna habla de “gestión de gastos, inversión, pagos, créditos, traspasos, contrataciones y asuntos de personal sin el sometimiento y sin comunicación de los órganos de gobierno de la empresa”.

Por otra parte, hay denuncias de unos empresarios contra los directivos de Mercasevilla por extorsión.



Fíjense que la noticia ya es antigua, de hace dos años. Pero, éste país es así, lo que más escándalo ha suscitado ha sido la famosa foto del concejal sevillano de Izquierda Unida, junto con el entonces gerente de Mercasevilla -hoy cesado-, Fernando Mellet, disponiéndose a devorar una enorme mariscada. El escándalo no es la mariscada (yo mismo he comido alguna -pocas- en mi vida, pero desde luego mucho más discreta que la de la foto y, por supuesto, con cargo a mi bolsillo). El escándalo es que se pagó, como parece inevitable en estos casos, con fondos públicos.

Me ha hecho gracia comprobar que el propio Antonio Rodrigo Torrijos -el señor de barba y servilleta negra al cuello- ha colgado la foto en su blog. Es un documento impagable.


Hay sorprendentes contrastes entre la versión que él da de su viaje a Bruselas, a la feria European Seafood, y la que ofrece el diario ABC.


Veámoslo:

Según Torrijos “mantuvimos una apretada agenda de contactos y reuniones de trabajo, de las que hay testimonios gráficos”.

Según ABC llegaron a Bruselas el día 22 de abril a las nueve de la mañana y regresaron a esa misma hora del día 24. Pero en cuanto el avión tomó tierra en un coche alquilado fueron trasladados hasta el centro de la capital. Juntos visitaron el Atomium. Después pasearon por la Grand-Place. Fue allí donde consumieron la mariscada, pagada con cargo a Mercasevilla y con un coste que rondó los mil euros. De allí se desplazaron directamente a Brujas, donde tenían reservado el hotel.

Al certamen sólo acudieron a media mañana del día 23 de abril. Y después de participar en la recepción que daba la Junta de Andalucía al mediodía, regresaron a Brujas para dar un paseo en barca por uno de sus típicos canales. Desde allí se desplazaron a Gante para conocer la ciudad y cenar en Brasserie Pakhuis, restaurante especializado en ostras. Aquel homenaje, que costó 539,50 euros, lo pagó, sin embargo, un mayorista de pescados que también aparece en las fotos participando en la mariscada del día anterior.

En total, Mercasevilla gastó 7.064 euros, más lo que pagó Mellet con su Visa, en aquellas 48 horas turísticas de Torrijos y su séquito en Bruselas.

ABC cuenta, como podrán ver si deciden acceder al enlace, otras mariscada en distintos lugares aquel mismo año, con los mismos protagonistas.

La crisis, recuérdenlo, ya era inocultable en aquellas fechas.

Como contrapunto obligado y para situar la mariscada en su contexto, conviene leer o al menos echar un vistazo al VI informe sobre exclusión y desarrollo social en España  de aquel mismo año 2008.

Como estos días pasados me he centrado en cuestiones relacionadas con el reparto de la riqueza y la equidad social, les recomiendo el capítulo 2 del Informe, dedicado a la desigualdad, pobreza y privación.

Y después vuelvan a mirar la foto de la mariscada, pagada con nuestros impuestos.


Addenda:

El PSOE está cayendo en picado en las encuestas. Sus expectativas son realmente malas en esa comunidad.


Su única posibilidad de mantener el poder pasaría por sumar sus escaños a los de Izquierda Unida, pero estas mariscadas no deben estar ayudando mucho al buen fin del proyecto.
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2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Esa mariscada es un insulto,una humillación a los miles y miles de personas que hacen cola en los comedores de "Caritas", a esos ancianos a los que no les llega con su pensión, a esos padres con niños que han perdido su casa y se ven desamparados ;es una bofetada en la cara a los parados y a los que no llegan a fin de mes y - además-, tienen que pagar sus impuestos para que castristas como Torrijos, degusten langostas y ostras.

Sueldos escandalosos, dietas pantagruélicas, prebendas, pagos en especie, escoltas, coches oficiales, etc,etc... en una demostración plausible de la bsoluta e indecente amoralidad de la que hace gala esta izquierda nauseabunda, pútrida e infecta, que además habla de "compromiso social".
Vomitivo.

Oroel dijo...

Querida Natalia:

No sé si ese individuo de la mariscada, el de IU, ha leído "Rebelión en la granja". Seguramente no. Porque si lo hubiera hecho, no tendría dificultad en reconocerse como uno de esos cerdos que se hicieron, en la novela de Orwell, con el control de la granja.

Ya sabes: "todos somos iguales, pero algunos más iguales que otros". Ese es el verdadero lema de la izquierda.

Eso de la justa distribución
de la riqueza es una impostura. El verdadero lema es el de arriba. Y el tipo de la foto, servilleta al cuello, es la demostración práctica, por si hicieran falta más.


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