lunes, marzo 29, 2010

Vamos a contar mentiras

Malos tiempos aquellos en que el principal requisito para ser miembro de un gobierno no es la inteligencia, ni la preparación, ni la integridad, ni la dignidad, ni la ética, sino la cara dura.

El señor de la foto es Alberto Larraz, consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón. Tiene, como verán, el perfil adecuado para ser consejero de ese gobierno.

En los presupuestos para 2010 del Gobierno de Aragón, recién aprobados, se contemplaba un nivel de endeudamiento ciertamente preocupante: 932,6 millones de euros. El déficit público no deja de aumentar, también en Aragón, lo que sin duda supone un lastre para la reactivación económica. El futuro que vamos a legar a la próxima generación es dantesco, no sólo en Aragón, sino en toda España.

Pero es que ahora, transcurridos apenas tres meses desde la aprobación de aquellos presupuestos, el Ministerio de Economía y Hacienda detecta un importante desajuste en el capítulo de ingresos, que se inflaron artificialmente. Tanto es así, que el Consejo de Política Fiscal y Financiera ha debido aprobar un incremento de la deuda de 96,5 millones para cuadrar los presupuestos. Se alcanzan así los 1.029,17 millones de euros, la mayor cifra de endeudamiento de la historia de la Comunidad en un ejercicio.

El proyecto de presupuestos se presentó tarde, fuera del plazo que establece el propio Estatuto de Autonomía de Aragón, sin apenas tiempo para que la oposición lo estudiara, y, sobre todo, deliberadamente falseado.

Ello implica que, si debe respetarse el principio de estabilidad presupuestaria, deben recortarse inversiones productivas y que la deuda realmente se está destinando a financiar gastos corrientes, y entre ellos todos esos que se ha renunciado expresamente a recortar, como los asesores, empresas públicas deficitarias, organismos autónomos redundantes y sin utilidad ni función reconocible, coches oficiales… Hay que mantener la red clientelar a toda costa, hipotecando el futuro, lastrando las posibilidades de recuperación.



¿La forma de reequilibrar el presupuesto?: además de emitir más deuda, subir las tasas e impuestos.



Si el administrador de nuestra comunidad de vecinos nos presentara unos presupuestos deliberadamente falsos, ¿qué haríamos con él? ¿Cuánto duraría como administrador?

¿Por qué toleramos entonces que nos gobierne una persona que, además de su manifiesta incompetencia sobre la materia que gestiona (Larraz es médico), nos oculta un agujero de casi cien millones de euros (16 mil millones de pesetas)?

Pero lo verdaderamente dramático no es que lo toleremos, sino que un 95% de la población no se ha enterado de lo que nos están haciendo.
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3 comentarios:

Alejandro dijo...

Pues si con todo esto, el PP no consigue ganar las elecciones, habrá que preguntarse muchas muchas cosas.

Oroel dijo...

Lamentablemente, el 95% de la población desconoce estas cosas, aunque se cuenten extensamente en la prensa.

José R.Miranda dijo...

Estoy de acuerdo con lo que expresas. Larraz es un caradura, o un necio útil.


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