miércoles, marzo 10, 2010

Transparencia (1)

He recopilado unos cuantos artículos aparecidos recientemente en la prensa aragonesa, que resumen mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo lo que está ocurriendo en Aragón en estos últimos años, hasta llegar a la situación actual, ciertamente repugnante.

Los voy a enlazar, aquellos que se pueda, o transcribir directamente en los próximos días.

Permítanme resaltar una frase de Rosa Plantagenet, Secretaria General del Partido Popular en Aragón:

"Precisamente porque la opacidad resulta muy confortable para los corruptos, creo que el grado de compromiso de los gobiernos en la lucha contra la corrupción debe medirse, más allá de sus declaraciones retóricas, por su compromiso con la transparencia de su gestión y el grado y cantidad de información que suministran a los ciudadanos”.

¡Bingo! Esa exactamente es la cuestión.


Y a continuación un artículo de Mikel Iturbe, director adjunto del Heraldo de Aragón:

Un signo de mala salud

La voluntad de defensa de la transparencia se demuestra, al igual que el movimiento, andando. El empeño democrático por la información no puede ser entendido como un incordio o una tarea ajena a la actividad de una empresa pública. El derecho a pedir información y la obligación de trasladarla conforman el corpus básico de todo funcionamiento parlamentario; eso sí, siempre de que se esté convencido de que la exigencia actúa como la mejor de las garantías para la defensa del sistema.

Cuando el Gobierno de Marcelino Iglesias ofreció al Partido Popular un asiento en los consejos de administración de las principales empresas públicas, lo que en realidad estaba proponiendo no era más que un fraude a las Cortes regionales. Bajo un supuesto barniz traslúcido, el PSOE lograba frenar al PP en sus demandas de información, a la vez que lo convertía en responsable solidario de las decisiones adoptadas. ¿Qué sentido tenía entonces informar al Parlamento regional si la oposición ya se encontraba imbricada en la red de empresas públicas? Sacar de las Cortes aragonesas la información sobre el funcionamiento de la corporación ha sido una obsesión que ha perseguido a este Gobierno, incapaz hasta la fecha de ofrecer a los partidos de oposición una documentación veraz, clara y alejada de interpretaciones partidistas.

Faltan instrumentos de control sobre la gestión de las empresas públicas, al igual que no existen mecanismos solventes -por ausencia de un sistema continuo e independiente de información- sobre la forma y modo como se gasta el presupuesto de la Comunidad. Sin una Cámara de Cuentas -en teoría habría de constituirse a finales de este mes de marzo- y sin, lo que es aún más importante, la voluntad de ser y sentirse auditado, cualquier Gobierno podrá hacer y deshacer a su antojo. Cuando las respuestas a los cientos de preguntas de la oposición -en esta ocasión fruto del trabajo del PP, pero en la anterior legislatura empeño idéntico de CHA- son escritas bajo el signo del desdén, es urgente que valoremos cómo se encuentra nuestra salud democrática.

(Artículo de Mikel Iturbe, publicado en "Heraldo de Aragón" el 3 de marzo de 2010)
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