lunes, diciembre 08, 2008

Modificar la Constitución

En el Heraldo de Aragón de ayer, domingo, escribía Guillermo Fatás un largo artículo titulado “Quién la toca”. Se refería a quién toca la Constitución.

Permítanme transcribir los dos últimos párrafos:

“Modificar la Constitución no será novedad. Hay dificultades diversas, por los requisitos que la propia norma establece para su alteración; por el elenco de materias que habría que modificar; por la dificultad de acertar con la oportunidad y el momento. Pero, en realidad, después de seis lustros de vigencia como columna vertebral de un sistema en el que los derechos y libertades han florecido pacíficamente con asombroso vigor, el problema no es tanto cómo se cambia, ni en qué puntos, ni cuándo. El problema de verdad es quién la toca.

Y está claro quienes no la deben tocar: los que, con o sin arreglos, nunca han estado ni estarán dispuestos a hacerla suya, para no tener que echar el cierre a sus pequeños, pero lucrativos negocios”.

Vuelve a tocar el profesor Fatás dos viejos temas que ya he tratado en este blog, el de la inexistente lealtad constitucional y el de que hayamos permitido que a lo largo de estos últimos treinta años se construya un Estado con el modelo que nos han impuesto las minorías, en virtud de pactos postelectorales y chantajes varios, sobre los deseos de la mayoría.

Nuestra Constitución debe modificarse para que pueda cumplir dos requisitos adicionales que hasta ahora no ha cumplido: primero, blindarse ante la deslealtad constitucional, y segundo, garantizar que el modelo de convivencia sea el que desea la mayoría.

PD.: Zapatero ha dicho estos días que no considera necesario abordar ahora las reformas constitucionales. Posiblemente no sea el mejor momento en medio de una crisis como la que sufrimos, pero sólo acepto esta excusa por razones de oportunidad, porque yo sí considero imprescindibles las reformas. Y no creo conveniente aplazarlas mucho más. Hay una mayoría de españoles (más del 50%) que consideran necesario llevar a cabo alguna modificación del texto constitucional. Que son bastantes más que los que refrendaron las últimas reformas estatutarias. Y sin embargo, estas últimas sí consideró Zapatero necesario abordarlas.

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11 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado Oroel:

Es muy difícil tener un sistema representativo en el que desde el diseño se pueda garantizar que un partido obtendrá siempre la mayoría suficiente para gobernar sin pactos pos-electorales. Ojo que no digo que sea imposible. La cuestión, además, sería si eso es conveniente. El bipartidismo del reinado de Alfonso XIII se agotó dando lugar a la dictadura de Primo de Rivera. Las minorías tenderían a radicalizarse, visto que sus criterios son sistemáticamente ignorados.

Otra cuestión es la contradicción de que minorías que, por tener un carácter regional, tienen representación y otras que, con mayor número de votantes, están casi desaparecidas.

Pero la deslealtad constitucional es otro tema muy diferente, a mi criterio. Si el partido A estuviera absolutamente convencido de que B no cedería al chantaje de C para arrebatarle su éxito electoral, las negociaciones entre A y C serían muy diferentes. Esto es, el mutuo respeto de las normas entre A y B obligará, tarde o temprano a C. Y mientras tanto espabila C,existen fórmulas de cohabitación o corresponsabilización ya ensayadas en otros lugares.

Al respecto, para mí, es penosa la sensación de que la última y ya larga carrera centrífuga la inició Aznar cuando cedió parte de la recaudación del IRPF al gobierno regional catalán. Cedió en los principios y por ahí se empieza.

Desde este planteamiento, una mera reforma constitucional, no sería ni de lejos la solución al problema. Necesitaríamos más gentes con principios y programas metidos en política. Mientras tanto, intentemos obtener un poder judicial profesional e independiente que obligue a los ejecutivos, nacional y regionales, a cumplir las leyes.

Un abrazo. Carlos56.

Republica Rojigualda dijo...

No sé yo si bastará con una mera reforma. El problema de la constitución y del régimen es que está viciado de origen, que la constitución se elaboró sin proceso constituyente y a espaldas de los ciudadanos.

Creo que la reforma es muy difícil, casi imposible, porque la constitución fue blindidada por los que la parieron y se tendrían que poner de acuerdo los políticos, es decir, lo mismo que pasó hace 30 años con los resultados que todos sabemos. Con las reformas más decentes que nos han planteado (la de UPD y la de Vidal-Quadras), se arreglarían parcialmente algunos de los problemas que tenemos, pero no se subsanaría el descomunal déficit democrático que tiene este régimen y España seguiría siendo una paritocracia.

Y puesto que los políticos no quieren reformar algo que es la fuente de su poder, creo que a esta constitución solo le queda morir de agotamiento. Y en ese momento, serán los ciudadanos quienes le impongan a la clase política una constitución y no al revés, como pasó en 1978. Y para eso es necesario que tengamos claro cuáles han sido los errores de este régimen para no cometerlos en el futuro y que informemos a los españoles de los problemas que presenta una constitución que desconocen. Es una tarea mucho más ardua, pero así se construyó la primera y más perfecta democracia del mundo, de abajo arriba y no al revés, como ha pasado en Europa con las conocidas consecuencias.

Carlos 56: Las minorías nazi-onanistas han conseguido hacer un régimen a medida, y eso no ha hecho que se hayan moderado, más bien al contrario. La única forma de que un partido no dependa de pactos post-electorales es pasar de un sistema parlamentario a un sistema presidencialista, la solución más democrática posible.

Mike dijo...

Yo iba a escribir lo que ha comentado República rojigüalda en su último párrafo.

Saludos!

Cristóbal dijo...

Estimado Rojigualda:

Nuestros fines parecen que son los mismos pero nos distanciamos bastantes en medios.

Personalmente prefiero una Jefatura del Estado "baratita" como la nuestra, que se aleje de las coyunturas políticas y que represente la continuidad del Estado con independencia de los avatares políticos. No significa que me hagan especialmente feliz D. Juan Carlos o su hijo Felipe, pero no lo hacen en la medida que tengo la sensación de que se han sentido más cómodos con los gobiernos de izquierdas que con los de centro.

El proceso de elaboración de la Constitución pasó por dos referéndums y unas elecciones para un parlamento en el que todos sabíamos que se elaboraría la constitución. No fue, ni de lejos, una constitución otorgada. La responsabilidad del documento nos alcanza a todos los que el momento tuvimos edad de votar.

Las democracias se pueden redefinir de abajo a arriba sólo pasando por una situación revolucionaria. El caso al que supongo que te refieres, EEUU se forjó en una guerra de independencia, con altos componentes revolucionarios y de guerra civil. La constitución de esta nación fue lo suficientemente imperfecta como para desembocar en una nueva guerra civil, la primera guerra que por sus características podemos considerar moderna.

A mí, particularmente, me atrae la democracia de UK; pero esa también trae un buen historial de sangre derramada (Cromwell).

¿Existe otro modo? ¿Formar estados de opinión, encuadrarnos en un movimiento y participar en la contienda electoral? Esto es, fundando nuevamente partidos como el de Rosa o el de Ciudadanos o adscribirnos directamente a ellos. Bien, pero eso lleva necesariamente una cadencia.

Mientras tanto, o en ese tanto, creo que es posible encontrar puntos en los que gentes con buena fe, de cualquier ideología, podrían coincidir. Y que esos puntos ayudarían a que mejorara algo el lamentable espectáculo que estamos dando, facilitando posteriores cambios sustanciales.

Si se iniciara el movimiento de ruptura, posiblemente nos encontraremos en el mismo banco de remos; pero, por el momento la inestabilidad de la barca, me aconseja ir de playa en playa sin alejarme demasiado de la costa… ¡no sé nadar!

Un cordial saludo. Caros56.

30 años de partitocracia - Staff dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Republica Rojigualda dijo...

¿Jefatura de estado baratita? ¿Por qué es más barata una monarquía parlamentaria que una república presidencialista? ¿Existe alguna regla que permita saber a priori qué régimen va a costar menos al contribuyente? La neutralidad del jefe de estado es algo imposible, y tenemos sobrados ejemplos de ello. Para que alguien sea neutral con respecto a un asunto, le tiene que dar igual cuál vaya a ser el resultado, y yo no quiero un rey al que le importe lo mismo una España unida que una España rota.

El hecho de que todos los partidos llevaran en su programa electoral la elaboración de una constitución o que mucha gente intuyera para qué van a servir esas cortes ordinarias, no las legitima como constituyentes, porque para eso hace falta un mandato de los ciudadanos, a quienes se les tiene que informar expresamente. Da igual cuántos referenda que hagan, si no existe un proceso constituyente transparente, es una constitución coja de legitimidad, al igual que si no existe un referéndum posterior a su elaboración, como pasó en la II República.

Si entendemos revolución no como un cambio violento, sino como un cambio rápido y profundo, entonces sí, España se ve avocada a una revolución política dada la incapacidad del régimen del 78 para regenerarse.

Por otra parte, no creo que la Constitución estadounidense fuese imperfecta, en absoluto, prueba de ello es que es la carta magna codificada que más ha durado en la historia contemporánea.

UPD y C’s son más de lo mismo. Buscan parchear el régimen, pero sin solventar el déficit democrático. Además del cinismo de esos partidos a la hora de aplicar internamente los valores que proclaman, están sus innumerables contradicciones y unos políticos que insultan a sus posibles votantes.

Desde luego que todo tiene una cadencia, no pretendo un movimiento de ruptura de la noche a la mañana, si es lo que piensas. Lo que busco es informar de los defectos de la constitución del 78 de forma que se vaya creando un clima de opinión favorable a la democratización de España, para que en el futuro (un futuro sin ZP y con un PSOE nacionalmente regenerado), la ciudadanía pueda imponer a la casta política la constitución que desea. De momento, UPD y C’s son la avanzadilla, como hicieron Maura y Canalejas en la Restauración, intentan remendar un régimen que está podrido y herido de muerte, pero mientras tanto, ayudan a que la gente vea la necesidad de hacer cambios estructurales. Los cambios graduales y poco profundos a los que tú aspiras, se pueden hacer en EEUU y en Reino Unido, porque sí son auténticas democracias que se pueden ir perfeccionando. Aquí, para perfeccionar la democracia, primero tendríamos que tener democracia. Y con la constitución del 78, las únicas reformas que caben, y especialmente en este momento, son estructurales. Agradece a los padres de la constitución que se encargaran de blindarla, lo que nos conducirá irremediablemente a un periodo de posible inestablidad e incertidumbre como el que tanto temes.

Cristóbal dijo...

Estimado Rojigualda:

En millones de Euros: El presupuesto de la Casa Real Española es de 9. Italia o Alemania con presidentes meramente representativos se mantienen por encima de los 100 uno y de los 200 el otro.

La neutralidad de un funcionario público, desde la Jefatura del Estado, hasta el último chupatintas es una cualidad exigible y que se exige por nuestro ordenamiento. Esa neutralidad no significa la indiferencia ante el incumplimiento de la ley, sino más bien la no adopción de partido entre opciones igualmente amparadas por la ley. Obviamente un cargo político, un no-funcionario, tomará partido.

"La ley de la reforma política" de cinco artículos dedica el tercero a la reforma constitucional. La disposición transitoria primera (y única) habla de las elecciones que se habrán de convocar tras la aprobación de esta ley fundamental del reino. Esta ley se corresponde con el primer referéndum mencionado. Al respecto, nuestra Constitución tiene toda la legalidad (franquista) y toda la legitimidad (democrática).

La revolución americana fue violenta e incluyó derramamiento de sangre, también lo fueron la inglesa antes y la francesa después. No así la portuguesa, pero no creo que ese sea un modelo de democracia.

Desde mi punto de vista, un funcionamiento correcto de las leyes de convivencia y, entre ellas, la primera, la carta constitucional, es evitar el enfrentamiento fratricida. En ese sentido la constitución americana fue un fracaso. Su duración no es medida de su éxito. Así salvando las distancias, las pirámides han durado mucho tiempo, pero fueron un fracaso en cuanto no preservaron los cuerpos y pertenencias de los finados.

El blindaje de la Constitución es, a mi entender una de sus grandes cualidades. ¿Qué habría hecho ya ZP si pudiera modificarla alegremente? No lo dudes, si ha llegado hasta aquí, ahora seriamos una confederación republicana tricolor con la derecha proscrita y tribunales de depuración de responsabilidades políticas.

Aunque no lo parezca, yo no estoy en absoluto contento con la presente constitución y mucho menos con el llamado estado de las autonomías. Ni lo estoy ni lo estuve, pues todo lo que ocurre fue perfectamente previsible para muchos en aquellos momentos. Dicho esto, creo que es necesario ir primero a lo posible, para que lo imposible deje de serlo.

Si admites un poco de humor en todo esto, ahí va mi lema: "¡Por la reforma del poder judicial, hacia el cambio constitucional!" O si te gusta este otro, más del 68 "sé realista y pide lo imposible, sé imaginativo y busca lo posible", (el añadido es mío).

Un cordial saludo. Carlos56.

Republica Rojigualda dijo...

No sé por qué, pero me imaginaba que ibas a salir con esas. Es el argumento favorito de todo monárquico y una de las falacias más fácilmente desmontables. En los próximos días publicaré un artículo al respecto en mi blog.

El jefe de estado no es un funcionario. A un funcionario se le puede exigir neutralidad porque no está protegido por inmunidad e impunidad. A alguien que está por encima de las leyes, como el rey de España, no se le puede exigir neutralidad, y menos cuando es la piedra angular del régimen del 78. Por eso, la derecha tiene que tragar con todas sus intervenciones partidistas.

Eso no tiene nada que ver con lo que estoy diciendo. La ley para la reforma política no establece que las elecciones deban ser a cortes constituyentes, solo establece un proceso de reforma de una constitución que no existía. Nadie te niega que la LRP fuera acorde a la legalidad franquista, pero la legitimidad democrática de una constitución solo se la puede dar un referéndum aprobatorio Y (que no O) un proceso constituyente transparente que brilló por su ausencia, y lo sabes.

Sí, la Revolución Americana fue violenta, y yo no digo lo contrario. Digo que España se ve avocada a una revolución entendida como un cambio profundo en poco tiempo.

No veo la forma en que una constitución pueda garantizar que en el futuro vaya a darse una guerra civil. No hay artículo ni cláusula que pueda evitar eso.

No soy de la misma opinión. Una cosa es que esté blindada y otra muy distinta es que un gobierno pueda cambiarla a su antojo sin rendir cuentas a nadie, eso no pasa en ningún país democrático o siquiera partitocrático. Toda constitución digna de tal nombre necesita para su reforma al menos el apoyo de la mayoría absoluta de los ciudadanos en un referéndum vinculante, algo que Zapo difícilmente habría conseguido. Además, la izquierda española es mucho más discreta que la sudamericana y jamás habría hecho algo parecido a eso que dices. A ellos les gusta que parezca que hay democracia, pero que esa “democracia” que haya esté prostituida y controlada por una red de intereses que haga que su partido se perpetúe en el poder. Además, una constitución tan peligrosa como la del 78, tan contradictoria y con tantos agujeros negros, si además está blindada es como una olla a presión sin válvula de escape, tarde o temprano estallará, y si no, al tiempo.

A mí me parece poco probable, por no decir imposible, que el PP y el P$O€ se pongan de acuerdo para reformar la constitución en la dirección beneficiosa para los intereses de los españoles. Al contrario, me parece más que probable, por no decir seguro, que se dejen las cosas como están, para evitar que se abra el debate y la opinión pública pueda poner en cuestión aspectos fundamentales de una carta magna que es la fuente de su poder. Y mientras tanto, estarán erosionando el inmerecido prestigio popular del que goza la constitución del 78 y el régimen nacido de la Transición, hasta que ya casi nadie crea en él por su ausencia total de efectividad y por haberse perpetrado bajo su amparo toda case de atrocidades.

No hay más que ver lo que ha cambiado la blogesfera diestra desde 2006 hasta la fecha, que han pasado de una unánime defensa de la constitución frente al zapaterismo a un galopante desengaño con el texto constitucional que le ha permitido llevar a cabo todas sus fechorías. Y la blogesfera representa las “capas ilustradas” por así decirlo de la sociedad, las más informadas y en consecuencia, las más indignadas. Con el paso del tiempo ese desengaño irá calando cada vez en sectores más amplios de la sociedad, en paralelo al agravamiento de los atropellos de los políticos, que sin duda han ido e irán a peor, hasta que la situación sea insostenible y ¡catapún!

Yo con respecto al CGPJ y al TC tengo el siguiente lema: Cooptación o eliminación.

Cristóbal dijo...

Estimado Rojigualda:

No me parece mal que me empieces a colgar etiquetas. Pero por favor, y me estoy anticipando, no me pidas que responda según esas etiquetas. No son mi problema.

Tienes razón en que El Rey no es funcionario del Estado. Obviamente mi redacción del párrafo al que aludes es incorrecta. Dicho esto yo prefiero una Jefatura del Estado no sujeta a debate político y por lo tanto neutral. Esto no es lo que aleja de mi la opción republicana, pero sí la opción republicana presidencialista. Observa que ya doy por expresadas las razones y me limito a subrayar mis preferencias, me alejo pues del terreno opinable.

Tienes razón en que la LRP, no hace mención expresa de que se abriera un periodo constituyente ¿Pero hacía falta? ¿Los que fuimos a votar no sabíamos perfectamente de que se trataba? Cierto es que hubiera sido muy bonito un debate constitucionalista previo a esas primeras elecciones y que esto aumentaría los niveles de legitimidad a treinta años vista… Pero nadie, que yo recuerde, lo solicitó en aquel momento.

También te doy la razón en que el debate constitucional fue bastante opaco en algún momento. Se dieron anécdotas como la de la presencia a escondidas de representantes del PNV. Pero mucho me temo que los debates en los que tienen que "mercadearse" determinados principios ideológicos, al final, son siempre así.

La cuestión no es si la revolución americana, inglesa o francesa, fue violenta. La cuestión es que un cambio no consensuado de régimen tiene que venir necesariamente acompañado por la intimidación revolucionaria o golpista.

Es cierto que un papel escrito tiene menos fuerza coercitiva que un bando alzado en armas. Con lo que efectivamente las leyes que se limiten a prohibir las guerras civiles sonarán un poco a pitorreo. Pero, si el fin último de la legislación es ordenar la convivencia de modo que las personas no se vean empujadas a utilizar la violencia para defender lo que consideran sus legítimos derechos, y esas mismas personas acaban enredadas a tiros, pues… ¿qué otra mayor expresión de fracaso se puede dar?

Respecto al blindaje. Se trató de establecer los elementos suficientes para que una mayoría simple no pudiera cambiar la Constitución a su antojo, no el hacer que ese cambio fuese imposible. El problema, que tú pones en el tapete, es que la actual partitocracia hace que esas previsiones conviertan los cambios en imposibles. Te recuerdo que en Italia la judicatura desmontó la partitocracia y que en ese momento se abrió una ventana para los cambios. Otra historia es que los italianos se volcaran sobre sujetos tan peculiares como Berlusconi o la Liga del Norte y en poco tiempo esa ventana se cerrara.

En fin. Al respecto, creo que las convicciones de cada cual han quedado suficiente expuestas y que, en este blog o en de Daniel, tendremos ocasión de intercambiar puntos de vista, para mí siempre enriquecedores.

Republica Rojigualda dijo...

No sé si con esto das por terminada la conversación, pero antes déjame que aclare lo siguiente.

No te he puesto ninguna etiqueta, si lo dices (y supongo que es así por el orden en que respondes) porque he dicho que lo de que la monarquía es más barata que la república es el argumento favorito de los monárquicos, eso no quiere decir que yo te cuelgue la etiqueta de monárquico. Simplemente quiere decir que ese argumento que tú esgrimes lo usan mucho los monárquicos (y digo lo usan, y no “lo usáis”, porque no sé si eres monárquico, republicano o accidentalista) y hay mucha gente, incluso republicanos, que se lo ha creído.

La historia nos demuestra que la teórica neutralidad del monarca solo en contadas ocasiones se lleva a la práctica. Y no hace falta remontarnos hasta Isabel II, paradigma de la arbitrariedad, tenemos el caso de Balduino, del gran duque de Luxemburgo y por supuesto, de JC. En unos casos incumplen su papel constitucional por principios, en otros por oscuros intereses. El caso es que ante las posibles muestras de parcialidad por parte de un monarca (por muy limitadas que sean sus funciones), la ciudadanía no puede hacer nada, no puede deponerle ni sancionarle.

Yo creo que sí hacía falta. Y no porque nos metieran en el paquete constitucional a la monarquía sin posibilidad de cambio, lo cual puede tener cierta justificación, sino especialmente porque el modelo territorial del estado ya estaba pactado y definido antes de que se convocaran las elecciones de 1977, lo cual no puede ser tildado sino de fraude. Además, si nadie lo pidió fue porque España era un país democráticamente analfabeto y porque la mayoría de los partidos estaban en el pastel del “consenso” constitucional. Pero hubo gente como Antonio García Trevijano que sí reclamó cortes constituyentes, pero fue traicionado por toda la Platajunta.

¿Y quien ha dicho que el cambio sea unilateral? Todo cambio en el régimen político se ha de hacer referéndum popular mediante, no por “consenso” de las elites políticas.

Si valoramos las constituciones por su capacidad para evitar guerras civiles, probablemente nos encontraremos con que la de la URSS fuera de las más efectivas. Yo creo que una constitución, salvo que se haga deliberadamente “contra” una parte de la nación, no puede prever cuándo ni cómo se puede producir una guerra civil. La norteamericana tuvo más de 70 años de convivencia pacífica (que es más de lo que suelen durar las constituciones de media) y desde entonces más de 140 sin conflictos civiles. Por eso creo que siguiendo tu criterio de valoración, la de EEUU no pude considerarse como un fracaso. Sí lo sería la de 1931, por supuesto, y supongo que las del régimen isabelino, amen de la no nata de 1873.

El problema del blindaje no es la partitocracia, sino que es muy difícil alcanzar esos 3/5 necesarios para llevar a cabo la reforma que la constitución necesita. Por otra parte, en ninguno de los significados que tiene el término partitocracia (el periodístico/reducido, entendido como casta política y burocracia de partido o el político/extenso, que es una forma de gobierno en la que existen libertades civiles y sufragio periódico pero no separación de poderes ni estado de derecho) se puede decir que la judicatura desmontara la partitocracia italiana. Véase el libro “La Casta” de Sergio Rizzo y Gian Antonio Stella si hablamos del primer significado, y para el segundo, la propia Constitución de 1947, que es la que implanta la partitocracia en Italia. Lo que pasó a principios de los 90 fue básicamente un cambio en la ley electoral, para pasar del multipartidismo que generaba un sistema proporcional casi puro a la concentración en dos bloques ideológicos, lo que dejó en jaque a unos partidos tradicionales que perdían base social y aupó a Berlusconi. En cualquier caso, la partitocracia u oligarquía de partidos siguió intacta en Italia.

Cristóbal dijo...

Te agradezco tus últimas aclaraciones. Las he leído con sumo interés y agrado.

Mi intención sí era la de dar por terminado el debate; pero no quisiera hacerlo de modo grosero. Estos días son de mucho trabajo, para los que hemos tenido la suerte de no perderlo aún. La conversación se va abriendo paulatinamente. No digo alejándonos del tema primordial, pero sí vamos abarcando nuevos aspectos.

Observo que tienes mejor memoria que yo. Efectivamente Antonio García Trevijano estuvo en ese debate, casi en solitario. De Trevijano había sabido poco desde aquel "contubernio republicano" que denunció Ansón (cuya memoria guarde Dios) allá en los años noventa. Ahora he comprobado que tiene abierto un blog y se dedica a dar conferencias. Sin coincidir con él en muchas de sus posiciones, siempre tuvo mi simpatía por la energía y contundencia de sus exposiciones.

También, en aquella época de la transición, se utilizó el término "accidentalista": lo que importa es la democracia, la República o la Monarquía sólo importan si sirven a la democracia. Posiblemente, en esta acepción, e ignoro si tiene otra, podría aplicárseme. Pero si yo resultase ser "accidentalista" te juro que será por puro accidente. No hago de las etiquetas cuestión y no siento que me vinculen.

Un cordial saludo. Carlos56.


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