Después de que ETA asesinara a Ignacio Uria sus compañeros de partida continuaron jugando al tute. Otro sustituyó al ausente, que yacía tendido en la calle.
La foto y los hechos son impresionantes.
La foto y los hechos son impresionantes.
Hace ya más de un año titulé un artículo de este blog con estas palabras: Una sociedad enferma. Esa misma expresión ha sido profusamente utilizada estos días.
Mientras tanto, ANV, que gobierna el Ayuntamiento de Azpeitia, donde se cometió el crimen, se ha negado a condenarlo. Recordemos que ANV pudo concurrir a las pasadas elecciones por la voluntad del Gobierno de Rodríguez Zapatero, quien recurrió sólo una parte de las candidaturas y a pesar de que el Tribunal Supremo dejó dicho que si se hubieran recurrido todas, todas hubieran sido ilegalizadas en estricta aplicación de la Ley de Partidos Políticos.
No se entiende bien que hubiera razones para disolver el Ayuntamiento de Marbella -que sin duda las había- y no haya razones igual de poderosas o más aún para disolver aquellos ayuntamientos donde gobierna ANV.
Y recordemos que todavía está vigente la autorización del Congreso al Gobierno para dialogar con ETA. El Congreso ha rechazado al menos en cuatro ocasiones la solicitud formulada por el PP en ese sentido. ¿Por qué mantiene Zapatero vigente esa autorización cuando podría solicitar su revocación para escenificar de la mejor manera posible su voluntad de poner fin al terrorismo?
Hagamos memoria: Moción aprobada en el Congreso de los Diputados el día 17 de mayo de 2005 autorizando a Rodríguez Zapatero (con la única oposición del PP) a iniciar el diálogo con ETA: «si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción...». Las actitudes inequívocas que conducían a esa convicción fueron en aquel entonces el mantenimiento de la trama de extorsión, el mantenimiento de la violencia, la aparición de zulos y el robo en Francia de varios centenares de pistolas. Y a pesar de ello, Zapatero continuó adelante con su programa de encuentros con la banda terrorista, incumpliendo su palabra y las condiciones de la autorización.
¿Y cuál ha sido la actitud del PNV? Pues podríamos decir que la esperable, salvo que esta vez han superado los niveles de infamia a que nos tienen acostumbrados. Vean qué opina Arzalluz:
Qué miserable. ¿Les recetará Valium a la viuda y a los hijos de Ignacio Uría para que puedan sobrellevar esta tragedia?
La sociedad vasca parece incapaz de protagonizar un movimiento de rebeldía cívica que suponga de una vez un punto de inflexión frente a la violencia. En el País Vasco todavía alienta el último grupo terrorista de Europa, por el miedo de una parte de la sociedad y la complicidad de la otra.
La sociedad vasca parece incapaz de protagonizar un movimiento de rebeldía cívica que suponga de una vez un punto de inflexión frente a la violencia. En el País Vasco todavía alienta el último grupo terrorista de Europa, por el miedo de una parte de la sociedad y la complicidad de la otra.
Esta generación de vascos pasará a la Historia, sin duda, y sus descendientes sentirán vergüenza de ellos. Yo la sentiría. Son sin duda una sociedad enferma.
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