martes, septiembre 23, 2008

No Gustavo, no

En alguna ocasión he señalado el aprecio personal que me merece Gustavo Alcalde, a quien considero, por encima de todo, una excelente persona. Y en ello coinciden casi todos aquellos que le han tratado.

Pero ello al margen, también considero que a lo largo de su mandato al frente del PP aragonés ha cometido clamorosos errores: su actitud indefinida y titubeante ante la polémica hidráulica sería el ejemplo más claro. Pero hay más.

Este diagnóstico que hoy nos brinda desde las páginas de El Periódico de Aragón, por ejemplo, sería otro:

"Lo peor de la DGA es su falta de proyecto territorial"

No Gustavo, no. Ese es un error de diagnóstico, y no pequeño.

Si quieres conectar -si tu sucesora quiere conectar- con el sentir de la gente, has de acertar en el diagnóstico: decir exactamente lo que ellos mismos, los ciudadanos, perciben. Que sepan que tú percibes exactamente lo mismo que ellos. Y si no lo perciben, armarte de tantos datos y argumentos que puedas demostrar tu percepción de forma irrefutable y convencer a los ciudadanos de que lo que dices es cierto.

Porque lo peor de esta DGA es la corrupción.

Y hay cada vez más ciudadanos que así lo sienten porque entre todos conocen tantos datos y casos, que reunidos todos serían un abrumador testimonio de cargo que podría -que debería- hundir a este gobierno. Y tu labor, la que tu partido no ha hecho a lo largo de estos años, es precisamente reunir esos datos, sistematizarlos, presentarlos ante la opinión pública (o ante la Fiscalía y los jueces si fuera preciso) y plantear la batalla política en ese terreno. Porque ese es precisamente el más favorable para ti y los tuyos y el más desfavorable para Marcelino y Biel. Y es de justicia que los corruptos sean señalados.

Hay organizaciones de la sociedad civil que os están dando el trabajo hecho:

Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa

¿No hay nadie entre tus colaboradores capaz de aprovechar ese trabajo?


Sois -deberíais ser, deberíais haber sido- un aliado objetivo de la sociedad frente a los abusos del poder. Cuando lo entendáis, ganaréis las elecciones.
.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y si el que está equivocado eres tú, Oroel?
¿y si los ciudadanos lo que desean es un gobierno autonómico cercano al centro (el actual) con cierto tinte aragonesista?
¿y si los ciudadanos quieren alejarse de posturas centralistas y que abogan por la abolición del sistema autonómico, tal como lo haces tú?
¿y si eres tú el que no conoce lo que piensa la gente?
¿hace cuánto no te tomas el vermú en Las Fuentes, La Paz u Oliver?

aunque...
¿y si soy yo el que no os conozco a vosotros?

Anónimo dijo...

Sí, creo que os conozco muy bien...
Paso muchas horas rodeado de gente como vosotros...

Oroel dijo...

A M. Rajoitz:

La eventualidad de que yo sea el equivocado entra dentro de lo posible, por supuesto. Pero yo defiendo mis convicciones y mis planteamientos, que trato de contrastar con la realidad que percibo.

Y lo que percibo es lo siguiente:

1.- La gente pasa mucho de política. Le preocupan mucho más sus asuntos cotidianos que las ocurrencias de los políticos, léase “Memoria Histórica” y similares.

2.- La generación actual está desmotivada y desmovilizada. Eso quiere decir que no responde, ni de lejos, a los estímulos a los que reaccionaba la generación que protagonizó la Transición. Los estímulos han de ser más y más fuertes.

3.- A la gente, así en general, no le gusta la corrupción, salvo que sea directamente beneficiaria de ella, algo que no puede extenderse a todos. Hablando en términos generales, la corrupción perjudica a la generalidad de la sociedad. Pero ahora mismo ni saben cómo luchar y movilizarse contra ella, puesto que ni siquiera quien ejerce la oposición lo hace con la energía que debiera.

4.- La gente está percibiendo que las autonomías se han pasado ya cuatro pueblos, o más. La prueba es la desmovilización registrada en los recientes referenda de modificación de los Estatutos de autonomía de Cataluña y Andalucía. Pero esa desmovilización no ha habido ningún partido que la haya encauzado ni canalizado, ni la haya aprovechado, ni le haya dotado de contenido político y programático. Pero, ¿y el día en alguien lo haga?

Efectivamente, hace mucho que no tomo el vermú en esos barrios, aunque los conozco y he pisado con frecuencia. Pero estoy por jurar que la gente no habla de centralismo o de autonomía, sino del trabajo y del coste de la vida.

Mike dijo...

Coincido con Oroel punto por punto.

Anónimo dijo...

Ese es uno de los grandes errores de la derecha...
...pensar (o jurar) que en los bares del Arrabal, de Torrero o Vadorrey no se habla de política.
Seguramente no con la verborrea que afortunadamente de buenas fuentes habéis mamado algunos, pero mi vecino "el Mauricio" cuando la conversación se va de madre (por algún taxista amigo que es de derechas) zanja el asunto diciendo: "No discutais tanto coño, que al final será lo que digan en Madrí". Para posteriormente cantar "20 en bastos" (el muy cabrón!).
Y al final, los hechos le dan la razón.

Anónimo dijo...

Si la base del sistema autonómico consiste en que cada comunidad autónoma puede administrarse dentro del ordenamiento de la constitución, y teniendo en cuenta que los territorios no tienen derechos sino sus ciudadanos:
- ¿Podría cualquier ciudadano solicitar gestionarse dentro de los márgenes de la constitución sin depender de las administraciones autonómicas?
- Si los regímenes autonómicos lo deniegan ¿no se contradicen al solicitar cada vez más competencias para la descentralización pero en cambio evitan la autogestión?
- ¿Cuál sería la principal consecuencia de la autogestión? Los políticos autonómicos serían PRESCINDIBLES.
- ¿España posee un régimen autonómico o feudal?

El principal beneficiario en el régimen de las autonomías es la innecesaria casta política que ha convertido cada una de ellas en su feudo particular con la finalidad de enriquecerse. Controlando la educación, medios de comunicación y cajas de ahorro, intentan convertir a los ciudadanos en sus vasallos para que dependan de ellos, donde la gestión y destino de los recursos recaudados son ocultados con la confrontación entre los ciudadanos de los diferentes territorios.

La autogestión significa decisión, elegir entre lo útil o lo innecesario, estando el poder en manos del ciudadano.
Adiós a la costra política que lo cubre todo.

Anónimo dijo...

abel, abel... con esas ideas no me extraña que caín te diera un mamporro.


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