Si yo fuera el presidente:
-Mira, Juan José, yo sé que no te gusta el actual “status quo” y que pretendes cambiarlo. Para eso has venido: a decírmelo. Pues ya que estás aquí voy a decirte algo que espero que no te sorprenda: a mí tampoco me gusta, y como tú, yo también aspiro a cambiarlo. Como imaginas, los cambios que yo deseo no se parecen en nada a los que deseas tú. Pero no son menos legítimos. Además, a mí me respaldan muchos más ciudadanos que a ti. Tú aspiras a mayor autogobierno, y yo a que desaparezcan los privilegios fiscales de los que disfrutáis los vascos, que pagamos el resto de los españoles y que nunca nos habéis agradecido, ni han servido para merecer vuestra lealtad ni para que vuestros chicos dejen de atentar contra nosotros. Y que además son injustos (los privilegios, quiero decir). Así pues, vamos a ver qué cambios democráticos -por procedimientos democráticos, quiero decir- hacemos en este insatisfactorio “status quo”, que a ninguno de los dos nos gusta y a ver si logramos que de una puñetera vez prevalezca la voluntad de la mayoría. Porque, no sé si te habrás dado cuenta, Juan José, que el modelo de Estado que desea la mayoría de los españoles no tiene nada que ver con el que estamos construyendo para dar gusto a la minoría que representas. Y una cosa es que respetemos vuestros derechos, que en ningún caso debieran ser mayores ni siquiera diferentes que los del resto de los españoles, y otra cosa es que vosotros, la minoría, nos impongáis vuestro criterio. Así pues, vamos a negociar-
Pero ya sé que el presidente ni ha formulado ni va a formular esas palabras. Porque no forman parte de sus convicciones.
Yo desearía uno que fuera capaz de decirlas.
-Mira, Juan José, yo sé que no te gusta el actual “status quo” y que pretendes cambiarlo. Para eso has venido: a decírmelo. Pues ya que estás aquí voy a decirte algo que espero que no te sorprenda: a mí tampoco me gusta, y como tú, yo también aspiro a cambiarlo. Como imaginas, los cambios que yo deseo no se parecen en nada a los que deseas tú. Pero no son menos legítimos. Además, a mí me respaldan muchos más ciudadanos que a ti. Tú aspiras a mayor autogobierno, y yo a que desaparezcan los privilegios fiscales de los que disfrutáis los vascos, que pagamos el resto de los españoles y que nunca nos habéis agradecido, ni han servido para merecer vuestra lealtad ni para que vuestros chicos dejen de atentar contra nosotros. Y que además son injustos (los privilegios, quiero decir). Así pues, vamos a ver qué cambios democráticos -por procedimientos democráticos, quiero decir- hacemos en este insatisfactorio “status quo”, que a ninguno de los dos nos gusta y a ver si logramos que de una puñetera vez prevalezca la voluntad de la mayoría. Porque, no sé si te habrás dado cuenta, Juan José, que el modelo de Estado que desea la mayoría de los españoles no tiene nada que ver con el que estamos construyendo para dar gusto a la minoría que representas. Y una cosa es que respetemos vuestros derechos, que en ningún caso debieran ser mayores ni siquiera diferentes que los del resto de los españoles, y otra cosa es que vosotros, la minoría, nos impongáis vuestro criterio. Así pues, vamos a negociar-
Pero ya sé que el presidente ni ha formulado ni va a formular esas palabras. Porque no forman parte de sus convicciones.
Yo desearía uno que fuera capaz de decirlas.
Addenda: Zapatero asegura que "las cosas han quedado claras"
No hay comentarios:
Publicar un comentario