Mentir está en su naturaleza, como picar está en la naturaleza del escorpión.
El día 13, miércoles, escribía yo lo siguiente: “Él viene con un paquete de medidas que se supone que han sido sometidas a análisis, estudios y memorias económicas. Él sabe, o debería saber, aunque lo dudo, su financiación, su coste, su alcance y sus posibles efectos”. Me refería a Zapatero, claro, y su intervención en el pasado debate sobre el estado de la Nación.
Un debate obsceno
Hacía bien yo en dudar. Conociendo a Zapatero, lo más sensato, casi lo único que puede hacerse al oír sus palabras es dudar, desconfiar, suponer como más probable la mentira que la verdad. Y se acierta siempre. Porque siempre, absolutamente siempre, miente.
Hoy estamos a día 16 y el Grupo Socialista en sus propuestas de resolución se ha visto obligado a matizar y a recortar las promesas del Presidente, que con toda evidencia ni llevaba preparadas ni habían sido sometidas a estudio o informes de los expertos. Una pura improvisación. Y con ese paquete de ocurrencias, ni siquiera contrastadas, se atrevió a subir a la tribuna del Congreso a engañar a la oposición, a sus propios diputados y a los españoles. No tiene ni un asomo de vergüenza, pudor o dignidad. Es un impresentable.
Observen:
Zapatero se comprometió a ayudas directas de 2.000 euros (500 de comunidades y 1.000 de los fabricantes) para la compra de coches.
El Grupo Socialista se limita a proponer nuevas ayudas públicas, sin hablar de las Comunidades.
El día 13, miércoles, escribía yo lo siguiente: “Él viene con un paquete de medidas que se supone que han sido sometidas a análisis, estudios y memorias económicas. Él sabe, o debería saber, aunque lo dudo, su financiación, su coste, su alcance y sus posibles efectos”. Me refería a Zapatero, claro, y su intervención en el pasado debate sobre el estado de la Nación.
Un debate obsceno
Hacía bien yo en dudar. Conociendo a Zapatero, lo más sensato, casi lo único que puede hacerse al oír sus palabras es dudar, desconfiar, suponer como más probable la mentira que la verdad. Y se acierta siempre. Porque siempre, absolutamente siempre, miente.
Hoy estamos a día 16 y el Grupo Socialista en sus propuestas de resolución se ha visto obligado a matizar y a recortar las promesas del Presidente, que con toda evidencia ni llevaba preparadas ni habían sido sometidas a estudio o informes de los expertos. Una pura improvisación. Y con ese paquete de ocurrencias, ni siquiera contrastadas, se atrevió a subir a la tribuna del Congreso a engañar a la oposición, a sus propios diputados y a los españoles. No tiene ni un asomo de vergüenza, pudor o dignidad. Es un impresentable.
Observen:
Zapatero se comprometió a ayudas directas de 2.000 euros (500 de comunidades y 1.000 de los fabricantes) para la compra de coches.
El Grupo Socialista se limita a proponer nuevas ayudas públicas, sin hablar de las Comunidades.
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Zapatero anunció la supresión de la deducción por vivienda habitual a partir de 24.000 euros desde 2011.
El Grupo Socialista elimina el umbral y lo deja abierto para negociarlo.
Zapatero prometió 600 millones para la modernización de la Justicia.
El Grupo Socialista no menciona nada.
«Las aulas -proclamó Zapatero- dispondrán de pizarras digitales, conexión inalámbrica a internet y cada alumno tendrá su propio ordenador personal portátil, con el que podrá continuar trabajando, haciendo sus deberes, en casa. Y los profesores recibirán la formación adicional necesaria».
El Grupo Socialista hace esta referencia: «Apostar por la modernización (...) extendiendo la dotación de ordenadores a los alumnos de los últimos cursos de primaria y secundaria».
Zapatero: «Les anuncio una nueva medida para apoyar el mantenimiento del empleo en las Pymes. Reduciremos en cinco puntos el impuesto de Sociedades durante tres ejercicios a las empresas de menos de 25 trabajadores y un volumen de ventas inferior a cinco millones de euros que, a 31 de diciembre de 2009, mantengan o mejoren su plantilla media de 2008».
El Grupo Socialista sólo pide favorecer la tributación de los autónomos, «reduciendo la carga fiscal de los que mantengan empleo o lo creen».
Zapatero sobre el nuevo cheque transporte: «Extenderemos el tratamiento fiscal del cheque restaurante a un nuevo cheque o bono transporte, que no tributará, pues, a efectos de IRPF. Esto supondrá una rebaja media del 24 por ciento en el coste del transporte público para los trabajadores cuyas empresas se acojan a este programa».
El Grupo Socialista: «Fomentar medidas tributarias que favorezcan la estrategia de movilidad sostenible y el uso de transporte público».
Zapatero sobre la financiación autonómica: «Hoy les anuncio que el Gobierno convocará con este objetivo al Consejo de Política Fiscal y Financiera antes del próximo día 15 de julio».
El Grupo Socialista: «Acordar con las Comunidades, en el plazo más breve posible, un nuevo modelo de financiación autonómica de acuerdo con las previsiones de los estatutos de autonomía».
Subir a la tribuna del Congreso con ese discurso es, tal como ya señalé, una obscenidad. El otro día ofrecía yo un argumento. Hoy ya son dos.
¿Sabe este elemento que, para nuestra desgracia, nos preside lo que es la responsabilidad?
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3 comentarios:
Sin novedad en el frente.
Cada vez resulta más dificil distinguir a la oposición del gobierno, más que nada porque éste sólo se dedica a atacar todo lo que dice el otro. Imposible poder mejorar así.
Al amable anónimo:
Perdona que no sea muy indulgente con tu comentario, que me parece de una asombrosa superficialidad.
Si el presidente sube a la tribuna del Congreso y lejos de admitir ninguna responsabilidad, ni anunciar un cambio de rumbo estructural en la economía; sin anunciar, pongamos, la supresión de ninguno de esos ministerios de atrezzo, o cambios significativos en la política energética, por poner un ejemplo, o educativa... Si lejos de todo eso, se limita a enunciar una serie de medidas parciales, coyunturales, como podría haber propuesto otras distintas, sin ofrecer ninguna prueba de su viabilidad, y al cabo de dos días queda claro que han sido improvisadas, sin informes, sin estudios, sin memoria económica; si al cabo de dos días -dos- el propio Grupo Socialista en sus propuestas de resolución las deja descafeinadas y recortadas; si quedan demostrados su inconsistencia, su improvisación y falta de rigor, ¿qué podríamos pensar de una oposición que se dejara engañar y las aplaudiera?
Prefiero que al menos la oposición haga una demostración de rigor, aunque sea tan poco comprometida y tan obvia como rechazar esa sarta de embustes y de ocurrencias, disfrazadas de propuestas. Si ante eso, la oposición hubiera picado, ya podíamos decir con toda razón que no hay alternativa (lo más necesario en este momento, el último reducto de esperanza: una posible alternativa).
No sé si la hay o no (alternativa), pero un aplauso a estas medidas la hubiera dejado sentenciada.
Sólo habría faltado que se aplaudiesen ocurrencias de última hora en un evento como el estado (??) de la nación. La reacción general fue de descolocamiento para todos los grupos.
Por superficial que sea, Oroel, resume tal y como están las cosas. Cuando un gobierno no hace nada más que ir en contra de la oposición, marcar como itinerario "los demás son aún peores que yo" y juntarse con el que sea para hacer lo que quiere (aunque sea en contra de los ciudadanos) no se avista nada bueno.
Pero alternativas mejores las hay, pero falta mucho para las elecciones.
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