También yo me he hecho eco del cinturón del presi de los obreros. En fin, qué bien les sale mentir.
Y en cuanto a la anterior entrada, es increible como puede pensar que un cambio de modelo economico lo puede fijar el Estado. Qué es esto? La planificación centralizada socialista? ¿Por qué no dejan al mercado? En las energías renovables simplemente hay una burbuja que cuando estalle mucha gente se irá a la calle. Cuidado con eso.
Hombre, los últimos años se ha dejado al mercado y ya ves como estamos.
Creo que si alguien cree todavía que el mercado puede funcionar sin un control y una dirección por parte del Estado...
En un mercado globalizado y tan variable como el de ahora en el cual se pueden hacer grandes fortunas en muy poco tiempo actuando de forma contraria a los intereses colectivos, es ridículo pensar que el libre mercado va a llevarnos a ninguna parte.
El mercado no lo componen entes misteriosos, ni siquiera empresas. En última instancia lo conforman personas. Y ya hemos visto que a las personas les importa un bledo el bien común y ni siquiera el futuro a medio plazo de su propia empresa y mucho menos el de sus trabajadores.
Les importa hacerse ricos en el menor tiempo posible.
Por eso hace falta alguien que coordine y dirija, pensado en el bien común y en un futuro a medio y largo plazo.
“Hombre, los últimos años se ha dejado al mercado y ya ves como estamos.”
Estando de acuerdo básicamente con todo lo que sigue en tu post, no puedo estar de acuerdo ni mucho menos con esta frase.
¿A estas alturas de la película quieres decir que el mercado ha actuado libremente sin que los órganos reguladores no hayan tenido nada que ver en lo sucedido? La bajada del coste del dinero… ¿no fue una decisión política? La imposición a la banca, en EE.UU. de la concesión de créditos a minorías con bajas rentas ¿no fue una decisión política? Y el sueldo de todos aquellos que se suponían que estaban vigilando el mercado ¿quién se lo va a reclamar?
Por supuesto que de esto nos saca el mercado y por supuesto que necesitamos reguladores que den trasparencia, seguridad jurídica, y llegado el caso exijan las responsabilidades, incluidas las penales.
Pero no se puede admitir que la primera frase quede como la moraleja de esta historia. Eso sólo beneficia a los gobiernos y a los “reguladores” que quieren eludir sus responsabilidades ante los ciudadanos a los que se invitó a endeudarse y ahora se ven la calle.
“Por eso hace falta alguien que coordine y dirija, pensado en el bien común y en un futuro a medio y largo plazo.”
Y por todo lo anteriormente expuesto se necesita un control democrático sobre ese alguien que tu citas. Lamentablemente, muchos gobernadores de reservas federales, bancos centrales, mercados de valores,... han actuado al margen de los intereses de los ciudadanos…y se están escapando de rositas.
Vamos a ver, es cierto que se han tomado decisiones políticas equivocadas.
Pero no es menos cierto que nadie obligó a las constructoras a endeudarse brutalmente para seguir construyendo sin medida ninguna. En España nadie ha obligado a los Bancos a conceder hipotecas a gente sin garantías e incluso por más del valor del piso. Nadie obligó a las familias a endeudarse de manera irresponsable.
Vale que la gente de a pie podía, en algunos casos, no prever lo que iba a pasar pero, ¿y los bancos? ¿Nadie lo sabía?
Claro que sí, había gente que lo sabía. Pero las PERSONAS que tomaban las decisiones sabían que si estaban ágiles y listos podían enriquecerse. Lo que luego pasara con la entidad, con los clientes... Mala suerte.
Otras PERSONAS simplemente eran pringados que se veían arrastrados por la tendencia del mercado: Hay que conseguir tantas hipotecas, hay que lograr tales objetivos... Para que la competencia (esa bendita comnpetencia) no consiga más que nosotros. Aunque era una carrera hacia el abismo.
Sigo defendiendo mi tesis. El mercado hoy en día es incapaz de lograr una situación económica que lleve a mejorar las condiciones de los ciudadanos a medio-largo plazo. (Y ni me meto en el capítulo de la ecología, que esa es otra)
En un mercado globalizado las posibilidades para los LISTOS y para los jugadores de ventaja son demasiado grandes para que nos podamos fiar.
Alejandro, desde el talante crítico, me permito recordarte que el problema no es el mercado, no. Es la Ley. Así de simple.
Lo que no funciona es el marco jurídico. El mercado debe regularse el solito y para que no ocurra lo que no debe ocurrir existen, en teoría, instituciones reguladoras del mismo y, en último caso, están los tribunales.
El problema es que tanto las instituciones reguladoras como los tribunales están politizados y, por lo tanto, no realizan la función para la que están creados. Entonces pasa lo que pasa y se politizan las cajas, se da pasta a raudales a los bancos, se subvencionas empresas interesadas, etc., etc., etc.
Saludotes.
Ah, Oroel, me parece que ya caigo en aquello del concejal que me preguntaste. Ya le diré hombre, que me llevo muy bien con él... Hablamos de Toño ¿No?
"El mercado debe regularse el solito y para que no ocurra lo que no debe ocurrir existen, en teoría, instituciones reguladoras del mismo"
O sea, el mercado de regularse solito pero deben existir instituciones reguladoras del mismo.
¿Soy yo el único que ve la contradicción?
O sea que estamos de acuerdo: el mercado debe ser vigilado y controlado para que vaya en la dirección correcta, para que no se cometan desmanes, abusos e ilegalidades.
O sea que EL MERCADO NO PUEDE REGULARSE SOLO.
Incluso en una economía tan liberal como la EEUU existen organismos que vigilan (de forma cohercitiva) para asegurar la "libre competencia" que si fuera realmente libre no existiría.
El mercado (pese a lo que mucha gente piensa) no tiende a la libre competencia sino que tiende de manera feroz a la destrucción de si mismo.
Dicho de otra manera, las empresas tienden (de manera brutal) a conseguir el monopolio de su sector. Eso sería imposible si se dieran las condiciones que planteaba Adam Smith para la existencia de la "competencia perfecta".
Como estas condiciones son ideales y NO SE DAN NUNCA en la realidad, las empresas encuentran continuamente fisuras que las conducen a donde realmente quieren ir: al monopolio, pasando por encima de las otras empresas y de los intereses de los clientes y de la sociedad.
Esto solo se evita con la intervención de las administraciones públicas.
Y eso cuando presuponemos que las personas que conforman las empresas tienen un comportamiento honrado y coherente (?).
Si no suponemos esto (que es mucho suponer) las personas aprovecharan las empresas para su propio beneficio aún a costa de los intereses de su PROPIA organización.
Es contínuo el caso de directivos que toman decisiones de alto riesgo que les procuran enormes beneficios en forma de primas, stock options,..., sabiendo que si el asunto revienta a medio plazo y se hunde la compañía, ellos ya estarán en otra empresa (o en el Caribe)
El tema era un cinturón. Iba a decir un modesto cinturón, pero no, reconozco que no es modesto. Ya veo que no os interesa el tema por la poca importancia que le habéis dado.
No obstante, la discusión ha derivado hacia temas de más enjundia. Me tendré que repetir, me temo. Pero también pretendo dar un giro a los argumentos que se están vertiendo.
El mercado no es perfecto, pero su alternativa, la economía planificada, es peor, puesto que exige ineludiblemente la falta de libertad para desenvolverse. Los defectos del mercado han sido citados in extenso: la opacidad de los mecanismos de formación de precios, la información privilegiada, la concertación y concentración de la oferta, la competencia imperfecta, la especulación... Todo ello conduce a las trasferencias netas de rentas, es decir a intercambios donde la contraprestación no es equitativa para ambas partes.
Es lamentable y posiblemente se hubiera podido evitar, al menos en parte, la locura colectiva de un gasto desmedido, especialmente el volcado en el mercado inmobiliario. Muchos de los males que nos aquejan derivan claramente de ese endeudamiento imprudente de las familias y particulares. No pretendo minusvalorarlo, pero no es eso lo que más me preocupa.
Junto a familias imprudentes, hay muchas otras que ahorran para el futuro, o lo pretenden; que no asumen gastos indebidos; que administran con rigor y prudencia... Puede incentivarse el ahorro o desincentivar el gasto excesivo, pero sólo hasta cierto nivel. Las familias y los particulares son libres, incluso para arruinarse. Pero, aun sin negar las repercusiones colectivas, los primeros perjudicados por la imprudencia son los imprudentes. Más me preocupa la constatación de que nuestras administraciones públicas y quienes nos gobiernan no parecen haber asumido la existencia y gravedad de la crisis. Las familias han frenado dramáticamente su consumo, de forma sensata, al menos desde una óptica individual. Pero no así las administraciones públicas. Éstas siguen manteniendo una hipertrofia excesiva que he expuesto en otros foros. En Aragón podríamos citar la existencia de alguna consejería prescindible, las comarcas, la pléyade de asesores, los institutos autónomos, la oficina pseudodiplomática en Bruselas, la oficina para el cambio climático, para la inmigración, para la cooperación, los comités consultivos, consejos, comisiones, agencias de todo tipo, policía autonómica, televisión pública, empresas públicas, publicidad y publicaciones institucionales...
Nada se ha revisado, salvo superficialmente. Y mientras eso no se revise, el esfuerzo -el sacrificio a veces- de las familias será inútil.
El caso más paradigmático -hasta la repugnancia intelectual- es el caso de Belloch, el alcalde de Zaragoza, quien anunciaba estos días que no sabe cómo se va a financiar el nuevo estadio de fútbol que piensan construir, pero que las obras empezarán a final de este año. Podríamos llamarles irresponsables, pero sería insultar a los irresponsables. Sin minusvalorar, en definitiva, la suma de muchas decisiones individuales erróneas, pienso que han sido estos imbéciles que nos gobiernan los verdaderos causantes de la crisis que padecemos. Y piensan apurarla hasta el final, hasta que todo esto se hunda definitivamente o salte por los aires. Porque no consigo entender su comportamiento, salvo que se hayan vuelto completamente locos.
En las últimas Toño no salió -creo-pero en las anteriores sí fue concejal. Tenemos muy buen trato, ya le diré...
Relativo a la entrada, tienes razón. El tema del cinturón tiene tela marinera, prometo darte cancha en mi blog... Es realmente asqueroso, ya no por zETApé, sino por la sociedad en la que vivimos. Aquí da igual depende quien sea el interesado.
Alejandro, cuando hablo de instituciones de control de mercado me refiero a función fiscalizadora, de respeto de las normas y no de regulación mercantil. Pero como dice oroel, es más importante lo del cinturón H de zETA.
Mi nombre es Julio Calvo, español, más joven que mi cuerpo, escéptico, de derechas y sin complejos. Milito en Vox, el único partido que hoy defiende mis ideas. Durante muchos años he mantenido la autoría del blog en el anonimato, pero creo que a estas alturas de la vida ya no hay por qué. La frase que más brota de mis labios últimamente es "¡nos estamos volviendo todos locos!".
“Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía; bendita la guerra.” Francisco Largo Caballero, todavía con estatua en la Castellana.
"Tras décadas de escolarización universal, los ciudadanos de los países desarollados, con Internet, están capacitados para decidir sobre las cuestiones de la actualidad de forma más atinada que sus líderes." David Seaton
“Los mayores enemigos de la libertad no son aquellos que la oprimen, sino los que la ensucian”. Vincenzo Gioberti.
"Alguna vez, hasta el más inteligente se equiboca." Anónimo
"Los padres no son un ejemplo; son una advertencia." Begoña, madre de Mizar.
"La tragedia del siglo XX ha sido no haber podido comenzar experimentando las teorías de Karl Marx con ratas." Stanisław Lem
"Por cada persona que quiere enseñar, hay, aproximadamente, treinta personas que no quieren aprender." Walter C. Sellar, humorista británico
"Si eres lo bastante inteligente para no hacer estupideces, no las hagas." Anónimo
"El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja. El problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos." Fernando Savater
"El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización". Sigmund Freud
"La idiotez es una enfermedad extraordinaria: no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás." Voltaire
"Donde no hay justicia es peligroso tener razón." Quevedo
"No entres donde no puedas salir libremente." Mateo Alemán
"Al perro que tiene dinero se le llama señor perro." Proverbio árabe
"En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza." Confucio
"Es cierto que el poder corrompe. Pero mucho antes de corromper, agilipolla". Oroel
"A Rodríguez Zapatero el poder sólo puede corromperle." Oroel
"Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo." Abraham Lincoln
"Vota al hombre que promete menos. Será el que menos te decepcione." William M. Ramsay
"Hay un mundo mejor, pero es carisimo." Les Luthiers
"Educación sexual: dar las gracias después de hacer el amor." Anónimo
"El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para descubrir la diferencia." Woody Allen
"Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos." Freud
"Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo." Víctor Hugo
"Estamos preparados para cualquier imprevisto que pueda ocurrir o no". George W. Bush, Jr.
"No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés". Adam Smith
"No llego a entender cómo, siendo los niños tan listos, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación." Alejandro Dumas, Jr. (Y eso que no llegó a conocer la LOGSE...)
11 comentarios:
Ya decían bien: un señorito de León.
También yo me he hecho eco del cinturón del presi de los obreros. En fin, qué bien les sale mentir.
Y en cuanto a la anterior entrada, es increible como puede pensar que un cambio de modelo economico lo puede fijar el Estado. Qué es esto? La planificación centralizada socialista? ¿Por qué no dejan al mercado? En las energías renovables simplemente hay una burbuja que cuando estalle mucha gente se irá a la calle. Cuidado con eso.
"¿Por qué no dejan al mercado?"
Hombre, los últimos años se ha dejado al mercado y ya ves como estamos.
Creo que si alguien cree todavía que el mercado puede funcionar sin un control y una dirección por parte del Estado...
En un mercado globalizado y tan variable como el de ahora en el cual se pueden hacer grandes fortunas en muy poco tiempo actuando de forma contraria a los intereses colectivos, es ridículo pensar que el libre mercado va a llevarnos a ninguna parte.
El mercado no lo componen entes misteriosos, ni siquiera empresas. En última instancia lo conforman personas. Y ya hemos visto que a las personas les importa un bledo el bien común y ni siquiera el futuro a medio plazo de su propia empresa y mucho menos el de sus trabajadores.
Les importa hacerse ricos en el menor tiempo posible.
Por eso hace falta alguien que coordine y dirija, pensado en el bien común y en un futuro a medio y largo plazo.
Estimado Alejandro:
“Hombre, los últimos años se ha dejado al mercado y ya ves como estamos.”
Estando de acuerdo básicamente con todo lo que sigue en tu post, no puedo estar de acuerdo ni mucho menos con esta frase.
¿A estas alturas de la película quieres decir que el mercado ha actuado libremente sin que los órganos reguladores no hayan tenido nada que ver en lo sucedido?
La bajada del coste del dinero… ¿no fue una decisión política?
La imposición a la banca, en EE.UU. de la concesión de créditos a minorías con bajas rentas ¿no fue una decisión política?
Y el sueldo de todos aquellos que se suponían que estaban vigilando el mercado ¿quién se lo va a reclamar?
Por supuesto que de esto nos saca el mercado y por supuesto que necesitamos reguladores que den trasparencia, seguridad jurídica, y llegado el caso exijan las responsabilidades, incluidas las penales.
Pero no se puede admitir que la primera frase quede como la moraleja de esta historia. Eso sólo beneficia a los gobiernos y a los “reguladores” que quieren eludir sus responsabilidades ante los ciudadanos a los que se invitó a endeudarse y ahora se ven la calle.
“Por eso hace falta alguien que coordine y dirija, pensado en el bien común y en un futuro a medio y largo plazo.”
Y por todo lo anteriormente expuesto se necesita un control democrático sobre ese alguien que tu citas. Lamentablemente, muchos gobernadores de reservas federales, bancos centrales, mercados de valores,... han actuado al margen de los intereses de los ciudadanos…y se están escapando de rositas.
Un abrazo. Carlos56.
Y las cajas de ahorro, bajo ¿control? político.
Si todo el control va a ser como ese, estamos listos.
Vamos a ver, es cierto que se han tomado decisiones políticas equivocadas.
Pero no es menos cierto que nadie obligó a las constructoras a endeudarse brutalmente para seguir construyendo sin medida ninguna. En España nadie ha obligado a los Bancos a conceder hipotecas a gente sin garantías e incluso por más del valor del piso. Nadie obligó a las familias a endeudarse de manera irresponsable.
Vale que la gente de a pie podía, en algunos casos, no prever lo que iba a pasar pero, ¿y los bancos? ¿Nadie lo sabía?
Claro que sí, había gente que lo sabía. Pero las PERSONAS que tomaban las decisiones sabían que si estaban ágiles y listos podían enriquecerse. Lo que luego pasara con la entidad, con los clientes...
Mala suerte.
Otras PERSONAS simplemente eran pringados que se veían arrastrados por la tendencia del mercado: Hay que conseguir tantas hipotecas, hay que lograr tales objetivos... Para que la competencia (esa bendita comnpetencia) no consiga más que nosotros. Aunque era una carrera hacia el abismo.
Sigo defendiendo mi tesis. El mercado hoy en día es incapaz de lograr una situación económica que lleve a mejorar las condiciones de los ciudadanos a medio-largo plazo.
(Y ni me meto en el capítulo de la ecología, que esa es otra)
En un mercado globalizado las posibilidades para los LISTOS y para los jugadores de ventaja son demasiado grandes para que nos podamos fiar.
Véase la última multa a Intel.
Alejandro, desde el talante crítico, me permito recordarte que el problema no es el mercado, no. Es la Ley. Así de simple.
Lo que no funciona es el marco jurídico. El mercado debe regularse el solito y para que no ocurra lo que no debe ocurrir existen, en teoría, instituciones reguladoras del mismo y, en último caso, están los tribunales.
El problema es que tanto las instituciones reguladoras como los tribunales están politizados y, por lo tanto, no realizan la función para la que están creados. Entonces pasa lo que pasa y se politizan las cajas, se da pasta a raudales a los bancos, se subvencionas empresas interesadas, etc., etc., etc.
Saludotes.
Ah, Oroel, me parece que ya caigo en aquello del concejal que me preguntaste. Ya le diré hombre, que me llevo muy bien con él... Hablamos de Toño ¿No?
"El mercado debe regularse el solito y para que no ocurra lo que no debe ocurrir existen, en teoría, instituciones reguladoras del mismo"
O sea, el mercado de regularse solito pero deben existir instituciones reguladoras del mismo.
¿Soy yo el único que ve la contradicción?
O sea que estamos de acuerdo: el mercado debe ser vigilado y controlado para que vaya en la dirección correcta, para que no se cometan desmanes, abusos e ilegalidades.
O sea que EL MERCADO NO PUEDE REGULARSE SOLO.
Incluso en una economía tan liberal como la EEUU existen organismos que vigilan (de forma cohercitiva) para asegurar la "libre competencia" que si fuera realmente libre no existiría.
El mercado (pese a lo que mucha gente piensa) no tiende a la libre competencia sino que tiende de manera feroz a la destrucción de si mismo.
Dicho de otra manera, las empresas tienden (de manera brutal) a conseguir el monopolio de su sector. Eso sería imposible si se dieran las condiciones que planteaba Adam Smith para la existencia de la "competencia perfecta".
Como estas condiciones son ideales y NO SE DAN NUNCA en la realidad, las empresas encuentran continuamente fisuras que las conducen a donde realmente quieren ir: al monopolio, pasando por encima de las otras empresas y de los intereses de los clientes y de la sociedad.
Esto solo se evita con la intervención de las administraciones públicas.
Y eso cuando presuponemos que las personas que conforman las empresas tienen un comportamiento honrado y coherente (?).
Si no suponemos esto (que es mucho suponer) las personas aprovecharan las empresas para su propio beneficio aún a costa de los intereses de su PROPIA organización.
Es contínuo el caso de directivos que toman decisiones de alto riesgo que les procuran enormes beneficios en forma de primas, stock options,..., sabiendo que si el asunto revienta a medio plazo y se hunde la compañía, ellos ya estarán en otra empresa (o en el Caribe)
El tema era un cinturón. Iba a decir un modesto cinturón, pero no, reconozco que no es modesto. Ya veo que no os interesa el tema por la poca importancia que le habéis dado.
No obstante, la discusión ha derivado hacia temas de más enjundia. Me tendré que repetir, me temo. Pero también pretendo dar un giro a los argumentos que se están vertiendo.
El mercado no es perfecto, pero su alternativa, la economía planificada, es peor, puesto que exige ineludiblemente la falta de libertad para desenvolverse. Los defectos del mercado han sido citados in extenso: la opacidad de los mecanismos de formación de precios, la información privilegiada, la concertación y concentración de la oferta, la competencia imperfecta, la especulación... Todo ello conduce a las trasferencias netas de rentas, es decir a intercambios donde la contraprestación no es equitativa para ambas partes.
Es lamentable y posiblemente se hubiera podido evitar, al menos en parte, la locura colectiva de un gasto desmedido, especialmente el volcado en el mercado inmobiliario. Muchos de los males que nos aquejan derivan claramente de ese endeudamiento imprudente de las familias y particulares. No pretendo minusvalorarlo, pero no es eso lo que más me preocupa.
Junto a familias imprudentes, hay muchas otras que ahorran para el futuro, o lo pretenden; que no asumen gastos indebidos; que administran con rigor y prudencia... Puede incentivarse el ahorro o desincentivar el gasto excesivo, pero sólo hasta cierto nivel. Las familias y los particulares son libres, incluso para arruinarse. Pero, aun sin negar las repercusiones colectivas, los primeros perjudicados por la imprudencia son los imprudentes. Más me preocupa la constatación de que nuestras administraciones públicas y quienes nos gobiernan no parecen haber asumido la existencia y gravedad de la crisis. Las familias han frenado dramáticamente su consumo, de forma sensata, al menos desde una óptica individual. Pero no así las administraciones públicas. Éstas siguen manteniendo una hipertrofia excesiva que he expuesto en otros foros. En Aragón podríamos citar la existencia de alguna consejería prescindible, las comarcas, la pléyade de asesores, los institutos autónomos, la oficina pseudodiplomática en Bruselas, la oficina para el cambio climático, para la inmigración, para la cooperación, los comités consultivos, consejos, comisiones, agencias de todo tipo, policía autonómica, televisión pública, empresas públicas, publicidad y publicaciones institucionales...
Nada se ha revisado, salvo superficialmente. Y mientras eso no se revise, el esfuerzo -el sacrificio a veces- de las familias será inútil.
El caso más paradigmático -hasta la repugnancia intelectual- es el caso de Belloch, el alcalde de Zaragoza, quien anunciaba estos días que no sabe cómo se va a financiar el nuevo estadio de fútbol que piensan construir, pero que las obras empezarán a final de este año. Podríamos llamarles irresponsables, pero sería insultar a los irresponsables. Sin minusvalorar, en definitiva, la suma de muchas decisiones individuales erróneas, pienso que han sido estos imbéciles que nos gobiernan los verdaderos causantes de la crisis que padecemos. Y piensan apurarla hasta el final, hasta que todo esto se hunda definitivamente o salte por los aires. Porque no consigo entender su comportamiento, salvo que se hayan vuelto completamente locos.
A Checho:
Antonio, sí. De Barós. Pero que yo sepa, iba en las listas electorales pero no salió elegido.
Cuando me confirmes que has hablado con él, le mandaré un correo.
Saludotes a tí también.
En las últimas Toño no salió -creo-pero en las anteriores sí fue concejal. Tenemos muy buen trato, ya le diré...
Relativo a la entrada, tienes razón. El tema del cinturón tiene tela marinera, prometo darte cancha en mi blog... Es realmente asqueroso, ya no por zETApé, sino por la sociedad en la que vivimos. Aquí da igual depende quien sea el interesado.
Alejandro, cuando hablo de instituciones de control de mercado me refiero a función fiscalizadora, de respeto de las normas y no de regulación mercantil. Pero como dice oroel, es más importante lo del cinturón H de zETA.
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