El nuevo logo de Zaragoza ha costado 230.000 euros. Como lo oyen.
Esto no es sólo una estupidez, no es sólo un robo… es sobre todo y ante todo una tomadura de pelo.
Estamos en crisis, cada día van al paro 7.000 personas -7.000 familias se quedan sin recursos-, sólo en Zaragoza varios cientos de niños no han obtenido plaza en ninguno de los colegios que pidieron sus padres, miles de ancianos viven solos por falta de residencias, las filas ante los comedores sociales son cada día mayores, nos suben los impuestos… y el Ayuntamiento se gasta 230.000 en una nueva campaña de publicidad.
Pero, ¡ojo!, se apuesta, nos dicen, por la “sostenibilidad”, esa palabra talismán. ¿Sostenibilidad? ¿Esa inmensa gilipollez, ese gasto absurdo es sostenible? ¿Por quién, para qué?
La noticia en el Heraldo de Aragón
La noticia en el Periódico de Aragón
Leo los comentarios de los lectores y aunque hay una inmensa mayoría críticos con el “invento”, compruebo dos cosas que me preocupan:
1.- Que muchos critican el logo en sí, su diseño, o que haya sido hecho por una agencia de publicidad no aragonesa, y no la inmensa irresponsabilidad que lo inspira ni el derroche que representa. Eso es quedarnos en la superficie de las cosas, caer en la trampa de sus promotores.
2.- Que contra todo pronóstico todavía hay una minoría, no exigua ni testimonial precisamente, para quien esa soberbia estupidez es positiva, e incluso necesaria: “Me gusta… Todo lo que sea bueno para Zaragoza, me gusta... Zaragoza está progresando y eso es bueno, ya era hora...” Curiosa forma de entender lo que es “bueno” para Zaragoza y lo que es el “progreso”
Creo que hoy es más evidente que nunca que librarse de Belloch debe ser una de nuestras prioridades ciudadanas, antes de que nos arruine, antes de que nos contagie definitivamente su inmensa, antológica gilipollez.
¿Sostenibilidad? ¿Socialismo? Pero, ¿qué tomadura de pelo es esta?
4 comentarios:
Yo hubiera hecho ese logo por la mitad de pasta, demonios....
Los 230.000 euros no creo que sólo sean en el diseño del logo, supongo que en ese importe habrán facturado los videos publicitarios, diseño de cartelería, etc. Pero aun así seguirá siendo un despilfarro.
¿El logo? no sé lo que representa. Puede servir para Zaragoza o para San Petesburgo. El "slogan" tampoco lo entiendo, ¿cuál es el reto?¿sobrevivir con tanto derroche público?
Proyección de la ciudad y sostenibilidad, o lo que es lo mismo, unos cuantos personajes viviendo a cuerpo de rey.
Los vídeos publicitarios seguro que no. Hubiera sido mucho más caro.
Normalmente cuando te hacen un logo lo que te entregan es una documentación con las diferentes aplicaciones: Distintos tamaños, blanco y negro, las normas de aplicación y los usos (tamaño, colocación,...) en los diferentes formatos (tarjetas de visita, papel de cartas, sobres, cartelería,...)
Es decir, la solución a todas las posibles ubicaciones donde pueda ir el logotipo.
Si buscais en google "manual de imagen corporativa" podeis encontrar diferentes ejemplos para diferentes empresas de esta documentación.
En si vale o no ese dinero, ya no me meto. Normalmente estas cosas se cobran en parte por la entidad de la empresa que lo encarga. Si el mismo trabajo lo hubiera encargado una empresa mucho menor, posiblemente hubieran conseguido el logo y el manual de uso por una fracción de ese importe.
No quiero hablar del precio, de si es ajustado o no. Ni siquiera quiero hablar de las características del logotipo, de si es bonito o feo, o “muy trabajado, limpio, fresco y representativo” como dice un lector en uno de los foros de la prensa aragonesa. (Me resulta increíble, por cierto, que nadie pueda ver esas características en ese trazo. Debe ser cierto que en España no cabe ni un solo tonto más).
No son esas las cuestiones. La cuestión es si es necesario, si es lógico ese gasto, si es útil, si resuelve algún problema ciudadano, si no hay otras prioridades…
¿Qué debe estar pasando por la cabeza de nuestros dirigentes para que piensen que deben destinar una partida presupuestaria a esos propósitos? No se me alcanza, sinceramente.
Yo paseo mucho por Zaragoza. La bicicleta permite mucho radio de acción. Me jacto de conocer barrios que mucha gente no ha pisado en su vida o desde hace diez años. Conozco muchas -aunque no todas, por supuesto- las carencias zaragozanas, las deficiencias de infraestructuras y las necesidades de muchos barrios. Y no se me ocurriría jamás gastar ni un euro en ese tipo de chorradas. No veo la necesidad de vender la ciudad, más allá de lo que la puedan vender la difusión de nuestros monumentos y paisajes urbanos. No creo que un logo pueda hacerlo, y mucho menos que pueda hacerlo mejor que la Expo, que, por cierto, como promoción fue nefasta si medimos la relación coste-beneficio. Nunca he viajado a ninguna ciudad, y estoy seguro de que jamás lo haré, en función de la atracción que me produzca un logo publicitario.
Y luego está la crisis. Gastar ese dinero cuando estamos viviendo -adentrándonos posiblemente todavía- en la mayor crisis económica desde el crash del 29 me parece una auténtica inmoralidad. ¿En qué mundo viven nuestros dirigentes? ¿Y estos tíos se llaman socialistas? Hemos entrado en un tobogán de déficit público en el que todas las administraciones públicas deberían estar poniendo el freno a este tipo de gasto casi con desesperación, porque es lo más sensato que se puede hacer si se quiere mantener la cobertura social y un mínimo de inversión en infraestructuras que mantengan viva la economía. ¿Pero en este tipo de gasto inútil e irresponsable? ¡Dios mío!
¿Y esa apelación a la sostenibilidad...? Dan ganas de gritarles: ¡cretinos!, y volverles la espalda. ¿Nos toman por tontos?
Sí, nos toman por tontos.
Un tipo, como nuestro alcalde, capaz de salir a vendernos esta absurda e inoportuna campaña publicitaria no merece regir los destinos de esta ciudad. Ni de un pueblo pequeño. Este tío debería estar apartado de la política hace años. No es sólo un irresponsable. Es un perfecto gilipollas.
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