¿Podrán dormir por las noches?

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Pascual Sala, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa, Elisa Pérez Vera, Eugenio Gay y Luis Ortega. Estos son los nombres de los magistrados que permitieron que Bildu se presentara a las elecciones municipales en el País Vasco.

¿Pensaron los 6 magistrados progresistas del Tribunal Constitucional en las víctimas de ETA?

Hoy Bildu gobierna el ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación Foral de Guipúzcoa. Controla el censo de contribuyentes, sus datos fiscales, nombres y domicilios. Hoy mismo, Garitano Goñi, ha sido elegido diputado general de Guipúzcoa. Algunos de sus hechos son significativos. Precisamente Garitano era redactor jefe de 'Egin' cuando el diario tituló en portada "Ortega Lara vuelve a la cárcel", el día después de que el funcionario de prisiones fuera liberado tras 532 días en el infierno. Como articulista en Gara reivindicó, por ejemplo, las palabras con las que la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, de ANV, mostró su cariño por los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, autores del atentado en la T-4 de Barajas, con la frase: "¡Os queremos!".

En su toma de posesión ha aparecido con un pin con el número de presidiario de Arnaldo Otegui, el dirigente de Batasuna. La insignia es similar a las que se usaban para recordar a Mandela.

Bien, si se presenta a las elecciones, entraba dentro de lo posible que pudiera ganarlas. Y eso es lo preocupante, el gran apoyo popular que tiene en aquellas tierras. También, recordemos, el partido Nazi gano las elecciones en Alemania democráticamente.

¿Por qué no se legaliza el partido Nazi en Alemania siendo una democracia? Básicamente por las mismas razones por las que no se legaliza Batasuna. Konrad Adenauer, el primer canciller alemán de la posguerra, lo dijo bien claro: “Sólo se puede convivir con un tigre dejándole que te coma”.

Pues bien, los magistrados del Tribunal Constitucional citados arriba, no consideraron suficientes ni concluyentes las pruebas recopiladas por la Policía y Guardia Civil que sí valoraron los jueces del Tribunal Supremo, las que reconocían que Bildu era una organización instrumental de Batasuna. Una obviedad.

Pues bien, todos los acontecimientos posteriores, las amenazas, abucheos ante el recuerdo en un discurso de una de las víctimas de ETA, Miguel Ángel Blanco, los impedimentos al trabajo de los escoltas, la equiparación entre víctimas y verdugos, la apelación al diálogo entre ETA y el Estado como iguales, la continua identificación con los fines de Batasuna, la presencia de sus miembros en los actos de toma de posesión de los dirigentes de Bildu, todo ello son claras provocaciones al Gobierno y a la Justicia, indisimulada apología del terrorismo y burla a aquellos estúpidos magistrados que no quisieron ver lo que las pruebas demostraban de forma abrumadora. Pues lo que entonces negaron, Bildu se lo está restregando en la cara todos los días varias veces, en cada ocasión que se presenta. O dicho de otra manera, están demostrando de forma consciente, provocadora y deliberada su vinculación con Batasuna y, por tanto, con ETA, y su comportamiento antidemocrático, intimidatorio y con claras similitudes con el de los nazis en la Alemania de la década de los treinta. Y a ver quién se atreve ahora, deben pensar, a ilegalizarnos y privarnos de las cuotas de poder que hemos alcanzado en las urnas y que usamos antidemocráticamente.

Imagino que aquellos magistrados, cada vez que abran un periódico, oigan la radio o vean la televisión, deben sentir una contracción en sus vísceras y una sequedad amarga en la boca. Si tienen conciencia.

“¡Qué hemos hecho!”, se dirán. Si tienen, insisto, conciencia.

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