viernes, junio 03, 2011

Hay prisas en el reparto del botín

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El chollo se acaba y la consideración de la Administración Pública como botín de guerra ya se hace sin ningún tipo de escrúpulo ni disimulo. ¿Para qué?

Siempre he querido que este blog, además de muchas otras cosas -entretenimiento, desahogo…- fuera un modesto servicio público, algo que sólo le es posible ejerciendo como pequeño órgano de información de todas aquellas cosas que los medios de comunicación convencionales pasan por alto, por ignorancia, compromisos o servidumbres no siempre confesables.

Esta información que hoy les brindo me ha sido ofrecida por una persona, justamente escandalizada ante el hecho que les voy a contar. Yo no la hubiera encontrado solo. Agradezco su colaboración a esa persona y todos los que a lo largo de estos años me han dado pistas e información. Espero que sigan haciéndolo.

Que a lo largo de estos últimos años se han creado en Aragón numerosos organismos, institutos autónomos, oficinas técnicas y empresas públicas sin necesidad ni utilidad alguna es una evidencia. Su única función ha sido crear nichos de ocupación y puestos de trabajo vacíos que no han aportado ningún beneficio a la sociedad aragonesa, que han detraído recursos de gastos e inversiones más necesarios y que le han permitido a Marcelino Iglesias crear una sólida trama clientelar en la que sustentar su poder, como una araña cómodamente instalada en el centro de su tela. Uno de sus rasgos más curiosos es que a nombre más rimbombante, más contrastada ha sido la inutilidad del organismo en cuestión.

Una promesa heredada de la Expo, sólo para justificar el uso de algún edificio, era el Instituto del Cambio Climático de Zaragoza, I2C2, que ha ido viendo disminuidas sus expectativas. ¿Necesitamos eso los aragoneses? ¿Tenemos prioridades más perentorias?


Pero no estaba agotada su funcionalidad como órgano de colocación o, quizás, como refugio para altos cargos descabalgados en las pasadas elecciones, que era realmente para lo que se creó.

El pasado día 24 de mayor, dos días después de las elecciones, cuando ya se sabe que el gobierno socialista está en funciones y sin expectativas de continuidad, apareció publicado en la página web del Instituto del Cambio Climático el anuncio de la oferta del puesto de titular de la Dirección Científica del I2C2.

Observen, dos días después de las elecciones se abre el plazo de presentación de solicitudes, que finalizará una semana antes de la constitución de las Cortes de Aragón surgidas de las elecciones.

Y más aún, esa convocatoria aparece en una página web, pero no en el Boletín Oficial de Aragón.

Por supuesto, el procedimiento de selección anticipa la máxima discrecionalidad. Es más, yo aventuraría que el nombre del futuro director científico ya está incluso decidido antes de la publicación de la oferta.

Pero además, aunque ahora cambie el Gobierno de Aragón, no va a haber mayoría suficiente en el Consejo Rector que ahora nombre al director científico, por lo que tampoco será posible cambiarlo.

Esto de ahora no es más que una imposición, precipitada y urgente, con poca elegancia y peor estilo. Hay que aprovechar hasta el último minuto, claramente.
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