Dios confunde a quien quiere perder

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¿En qué manos estamos?

Me cuesta entender determinados comportamientos, que por su inoportunidad y falta de lógica, revelan una pérdida de equilibrio y ponderación preocupantes. Y más si quien los tiene es un gobernante.

Observen esta Resolución del Ayuntamiento de Zaragoza, publicada en el Boletín Oficial de Aragón el pasado día 16 de junio:

Resolución del Ayuntamiento de Zaragoza, por la que se anuncia, procedimiento abierto, para la celebración del «Acuerdo Marco de homologación del servicio consistente en el asesoramiento técnico y soporte para la optimización del gasto del Ayuntamiento de Zaragoza».

La toma de posesión del alcalde se produjo el sábado, día 11 de junio, y ahora se ha sabido que los pliegos se remitieron a los boletines oficiales el día 7 de junio y el día 8 se publicó en la web municipal, con el alcalde Belloch en funciones. Algo que quizás no sea ilegal -no lo sé-, porque si lo fuera implicaría la nulidad de pleno derecho de todo el procedimiento y de la misma Resolución adoptada, pero que revela una inquietante falta de respeto democrático. ¿Y si por la causa que fuera no hubieran prosperado los pactos con CHA e IU y finalmente no hubiera sido investido alcalde?

El propósito del concurso no puede ser más sorprendente:

Belloch está dispuesto a pagar 2,3 millones a una consultora para que le diga de dónde recortar

Observen que la noticia ha tenido 163 comentarios en la edición digital del Heraldo de Aragón, lo que es un claro indicador del pasmo e indignación que ha suscitado. Porque todos ellos son coincidentes en la crítica. No hay ni uno solo que sea favorable.

Además de lo disparatado del asunto, empezando por gastar más de dos millones de euros para intentar ahorrar, queda de manifiesto la infrautilización o falta de confianza en sus funcionarios -¿para qué están, entonces?- y, más sorprendente aún, en el abundante personal eventual de confianza -llámenlos asesores- de que se ha rodeado, y que evidentemente no han debido ser seleccionados por sus conocimientos o cualificación profesional.

Porque el Ayuntamiento dispone de un centenar de técnicos de administración general, con el escalafón máximo de la administración, el A-A1, compuesto por ingenieros, arquitectos, economistas y licenciados en Derecho, así como un servicio de Modernización y Desarrollo Organizativo, cuyas tareas son similares a las que se quieren encomendar.

Pero hay más:

El PSOE empezó a preparar el plan de recortes en febrero y lo ocultó en campaña

A todo lo anterior añadan, por tanto, la impresionante falta de respeto al electorado que demuestra.

Y esto recapacítenlo especialmente sus votantes: esa falta de respeto de Belloch y su equipo va dirigida precisamente y de manera casi única a ellos, y sólo a ellos, a quienes le votan.

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