En la fotografía, los conocidos como mártires de Barbastro, cuyo único crimen fue el de ser religiosos.
"No tuve ni juicio, ni abogado ni sentencia. Mi familia sigue buscándome. ¿Hasta cuándo?". Así concluye cada una de las quince historias sobre víctimas del bando republicano asesinados durante la Guerra Civil española y el franquismo.
El video, ya lo han visto ustedes, está protagonizado por Pedro Almodóvar, Carmen Machi, Juan Diego Botto, Pilar Bardem, Maribel Verdú, María Galiana, Juan Diego, Miguel Ríos, Juan José Millás, Almudena Grandes y Javier Bardem, entre otros.
Han transcurrido más de setenta años de aquellos hechos. Desde entonces hemos recuperado la Democracia, en la que llevamos vividos casi treinta y cinco años, y tuvimos una Transición afortunadamente pacífica de la que fue la piedra angular la Ley de Amnistía y una abundante legislación para la reparación y reconocimiento de las víctimas. Creíamos cerradas aquellas heridas.
Pero mientras los problemas actuales se acumulan sin resolver, nuestros gobernantes y quienes les apoyan han considerado conveniente (para ellos) recurrir al extenso muestrario de conflictos entre españoles, actuales o históricos: “clericales contra laicos; abortistas contra antiabortistas; españolistas contra nacionalistas; defensores de la negociación con ETA y partidarios de la mano dura; ecologistas contra negacionistas; partidarios de los trasvases de agua contra partidarios del caudal natural de los ríos; machistas contra feministas y homófobos; e incluso, y sobre todo -sí, setenta años después-, herederos de las víctimas de la guerra civil contra herederos del franquismo”. Todo lo que radicalice los ánimos y permita distraer la atención de las negligencias e irresponsabilidades de los gobernantes.
Como consecuencia del vídeo protagonizado por ese colectivo de actores y sedicentes “intelectuales” a los que se conoce como “los de la ceja”, La Razón ha publicado una serie de testimonios de víctimas del otro bando.
«Me llamo Pedro Muñoz Seca. Soy escritor y autor teatral. Me fusilaron en la madrugada del 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama. Mi delito fue ser monárquico»
«Soy Manuel Martín y era vicepresidente de las juventudes de Acción Católica en Talavera. Era un importante abogado y persona muy conocida, que me llevaba bien con todo el mundo. Era muy aficionado al fútbol y jugaba de portero en el Talavera, cuando el fútbol no levantaba las pasiones de ahora. Fui fusilado y tirado al río»
«Soy Manuel Gordon. Me fusilaron junto a otros, aunque conmigo no acertaron. Quedé malherido y escapé. Pero no estoy a salvo. He dejado un reguero de sangre y los milicianos han vuelto por la tarde al lugar donde hemos sido fusilados. Siguen el rastro y, como no podía ser de otra forma, al final me encuentran. Me disparan treinta y tantos tiros»
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En cuanto se cuelgue en Internet enlazaré el soberbio artículo de Carlos Herrera en el XL Semanal de hoy: “Hay motivos para llamarles de todo”.
Permítanme un mínimo extracto: “Podrían poner la cámara al servicio del tiempo que les ha tocado vivir... (...) Pero no. (...) Los artistas de la Ceja (...) vuelven a un tiempo que no vivieron, a desenterrar causas que concluyeron tras la Transición española (...) y a filmar una parte de la barbarie, discriminando no sólo a víctimas de la retaguardia republicana, sino también a republicanos asesinados por los más extremistas y enloquecidos revolucionarios de los años treinta”.
Les recomiendo de nuevo, para finalizar, el libro de Agustín de Foxá, "Madrid, de Corte a checa".
Prefiero la Historia a la Memoria histórica, pero si ha de haber memoria, que la haya para todos.
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1 comentario:
Estimado Oroel:
Estamos de acuerdo en la impostura, grave, que supone la actitud que mencionas en esta entrada. Más hay algún matiz en el que posiblemente difiramos.
Para mí no es una cuestión táctica. No se trata de sembrar separaciones cada vez que aparecen dificultades. Yo creo que es una cuestión estratégica, la radicalización de la sociedad en dos bandos, que permitiría:
1. Compartimentar la sociedad evitando el trasvase democrático de votantes de un sector a otro.
2. Mediante la estigmatización del otro bando, el excluirlo de acceder al poder (recuerda el cinturón sanitario).
Para algunos, ahora como en el 34, el acceso al poder del centro-derecha nunca puede ser considerado como un hecho democrático, por definición, lo cual lleva a que (a) éste sólo pueda ejercer de oposición y limitarse a asentir o (b) si es preciso, justificar cualquier acción antidemocrática (23-F u 11-M) para desalojarlo del poder.
En mi memoria, esta actitud no es ni mucho menos nueva. Se atemperó durante los años de FG en el gobierno, en los que Fraga se contentó con ser considerado el líder de la oposición. Pero estuvo presente siempre en el PSOE (recuerda que Suarez entraría en el congreso montado en el caballo de Pavía, según dijo el “moderado” Guerra, caballo que nunca entró en las Cortes), incluso cuando era más fácil tender puentes con el PCE.
Es muy fácil ver en cualquier manifestación cultural o política anti occidental a gentes del PSOE, y no perder ocasión de responsabilizar de crímenes de lesa humanidad a todo lo que se le oponga. No, no es táctica… es la leche que han mamado.
Un cordial saludo. Carlos56.
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