Sigue el culebrón de los bienes eclesiásticos. Las mentiras del ejecutivo aragonés empiezan a ser más que obvias, insultantes. ¿Cómo se puede negar con ese descaro la evidencia más patente? Pues sólo contando con la ignorancia y desinformación de la gente y desde el más absoluto desprecio a la ciudadanía.
Observen cómo empieza el Heraldo esta noticia de hoy: “A pesar de la evidencia de lo contrario...”.
La DGA niega que la Generalitat haya puesto trabas al regreso de los bienes
Fuentes oficiales de la Presidencia del Gobierno aragonés aseguraron ayer que el Obispado de Lérida "nunca ha solicitado autorización a la Generalitat para trasladar las piezas a Aragón". La realidad, sin embargo, es muy diferente. El Obispado de Lérida presentó el 14 de octubre de 2005 una solicitud ante el departamento de Cultura en la que solicitaba la tramitación de un expediente administrativo "para conceder o denegar la necesaria autorización" para disponer de las obras artísticas reclamadas por las parroquias aragonesas con el objetivo de "dar cumplimiento a la entrega de las piezas establecido en el decreto de la Congregación de los Obispos que fue notificado al Obispado de Lérida el 20 de septiembre de 2005". Lo cierto es que la Consejería de Cultura tramitó el expediente como lo que era, una solicitud de autorización de traslado que venía obligada por estar catalogados los bienes como patrimonio catalán y sujetos al citado artículo 45.1.
Observen cómo empieza el Heraldo esta noticia de hoy: “A pesar de la evidencia de lo contrario...”.
La DGA niega que la Generalitat haya puesto trabas al regreso de los bienes
Fuentes oficiales de la Presidencia del Gobierno aragonés aseguraron ayer que el Obispado de Lérida "nunca ha solicitado autorización a la Generalitat para trasladar las piezas a Aragón". La realidad, sin embargo, es muy diferente. El Obispado de Lérida presentó el 14 de octubre de 2005 una solicitud ante el departamento de Cultura en la que solicitaba la tramitación de un expediente administrativo "para conceder o denegar la necesaria autorización" para disponer de las obras artísticas reclamadas por las parroquias aragonesas con el objetivo de "dar cumplimiento a la entrega de las piezas establecido en el decreto de la Congregación de los Obispos que fue notificado al Obispado de Lérida el 20 de septiembre de 2005". Lo cierto es que la Consejería de Cultura tramitó el expediente como lo que era, una solicitud de autorización de traslado que venía obligada por estar catalogados los bienes como patrimonio catalán y sujetos al citado artículo 45.1.
¿Por qué en la presidencia del Gobierno aragonés se dice que el Obispado de Lérida nunca pidió autorización, cuando es obvio que sí la pidió y que se tramitó como tal?
Observen, no obstante, la tibieza del Editorial de El Heraldo del ayer:
El retorno de los bienes
“...la DGA podría defender el interés de la Comunidad en este asunto con mucha más energía”. No, sería más exacto exigir que simplemente lo defendiera.
1.- Se ha dicho en sede parlamentaria, desde la tribuna de las Cortes de Aragón, que Marcelino Iglesias era socio fundador de la rama ribagorzana de Omnium Cultural, entidad independentista y anexionista catalana.
Los bienes de las parroquias orientales
2.- Esa afirmación nunca ha sido desmentida, a pesar de haber sido dicha desde ese estrado parlamentario.
3.- Omnium Cultural siempre se ha manifestado en contra de la devolución de los bienes.
4.- Marcelino Iglesias desde su alta responsabilidad política y como representante máximo de los intereses aragoneses nunca ha hecho nada al respecto.
5.- Ahora se comprueba que ha estado incluso ocultando información y datos que le hubieran debido obligar inexcusablemente a actuar. ¿Por qué se ha ocultado ese informe? ¿Por qué se pretende hacer creer que ese informe dice lo contrario de lo que realmente dice?
Que cada uno saque sus conclusiones, aunque, sinceramente, no creo que quepa otra que la yo he formulado en repetidas ocasiones. ¿O alguien tiene una teoría que permita explicar toda esa secuencia de datos de una forma distinta?
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