La cuesta de enero

Al incremento de los productos alimenticios hay que sumar ahora las subidas autorizadas por el Gobierno y que desde las doce de esta noche pasada ya están vigentes.

Lo más significativo: el objetivo de inflación fijado por el Banco Central Europa para 2008 es del 2%. La inflación real en España, según los últimos datos conocidos es en la actualidad del 4,1%, a falta de los datos de diciembre.

Pues bien, la mayor parte de las subidas salvo la del gas natural (4,73% para los hogares), el butano (5,2%) y las tarifas de RENFE (entre el 4 y el 5%), rondarán la inflación prevista para España (si, efectivamente, se consiguen cumplir las previsiones) pero superan el objetivo comunitario.

La cuesta de enero, más difícil en 2008

El 2008 traerá consigo nuevas subidas de precios en los servicios básicos

El alza de los precios autorizados en el 2008 duplica el objetivo del IPC

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Pero, atentos, que después de las elecciones de marzo volverá a subir la luz.

A ello hay que añadir la subida del Euríbor.

El dato definitivo del Euríbor rompe la tendencia a la baja y alcanza el 4,792%

Una hipoteca media, de 150.000 euros a 25 años que se renegocie ahora puede ver incrementada su cuota en 900 euros al año.

Pero tranquilos, que también suben las pensiones:

Arranca el año con subidas en los servicios básicos y aumento de las pensiones

El problema es que aunque las pensiones pueden llegar a subir hasta el 6,5% para las más bajas, el dato del IPC para esas rentas bajas es absolutamente ficticio y la cesta de gasto sobre el que se calcula no se corresponde para nada con el perfil de gasto de las economías más modestas. Me explicaré: a las economías modestas no les afecta el precio de los coches o el de los electrodomésticos y mucho menos el de los ordenadores, televisores o aparatos de música, y sí, en cambio, les afecta, y mucho, el de los alimentos básicos. Y éstos han subido muy por encima del IPC. La subida de las pensiones está por tanto ya neutralizada por la subida de su IPC particular, el de las rentas bajas, el de los productos alimenticios de primera necesidad. Como leí en tiempos, con ello sólo se evita un más que previsible malestar social que podría traducirse en un castigo electoral.

¿Somos más ricos cuando nuestro poder adquisitivo desciende? Sin duda, no.

Feliz Año 2008. Porque, al fin, ni el amor, ni la amistad computan en el IPC.