Por supuesto que lo saben: la frase, rotunda, es de Clinton. Pues por ahí han de ir las cosas, por la economía. Ni memoria histórica, ni 11-M, ni alianza de civilizaciones, ni educación para la ciudadanía. Todo eso no han sido sino entretenimientos para Zapatero, la manifestación de su verdadera vocación: jugar a rojo utópico. Que posiblemente lo sea, aunque su rasgo definitorio es la irresponsabilidad.
Hoy somos más pobres que al inicio de la legislatura. Las hipotecas que en 2004 rondaban los 600 euros al mes, hoy superan los 800 de media. Y si en el momento en que Zapatero accedió al poder destinábamos el 17% de nuestro presupuesto a la alimentación, ahora empleamos el 20%. Lo que supone, lisa y llanamente, que hoy somos más pobres. Un signo de riqueza es la disminución relativa, no absoluta, de los gastos en alimentación. Aquí está pasando exactamente lo contrario. Un signo de pobreza, por tanto.
Lean y escuchen algunos análisis:
Fin del ciclo expansivo en España
Especialmente preocupante la última frase del artículo: “Conclusión para españoles: abróchense los cinturones. El aterrizaje se anuncia durísimo”.
La economía, contra Zapatero
Disminución del consumo interno, incremento de las hipotecas, del precio de la gasolina, de los alimentos, disminución del número de vehículos matriculados, disminución de la recaudación por IVA, incremento de la inflación y del paro, disminución de las solicitudes de préstamos y del número de viviendas iniciadas… Todo ello tiene un nombre: recesión. Algunos todavía no lo notan. Muchos otros sí. Pero al final lo notaremos todos.
Poco puede hacer el Gobierno porque ni siquiera controla la política monetaria, ahora en manos del Banco Central Europeo. Pero en momentos como este, cuando los indicadores que anuncian la crisis brillan al unísono, sin excepción, podrían al menos haberse presentado unos presupuestos razonables, sobrios, realistas y ajustados a las necesidades reales de la población y no unos descabellados e irresponsablemente expansionistas y demagógicos. Con lo que la crisis no sólo no se atemperará, sino que se agravará voluntariamente.
El disparate económico de la semana
Es una pena que vaya a ser la economía la que hunda a Zapatero, porque ha hecho falta que él, previamente, nos hunda a todos. Lo ha conseguido. Y lo vamos a notar en breve.
Hoy somos más pobres que al inicio de la legislatura. Las hipotecas que en 2004 rondaban los 600 euros al mes, hoy superan los 800 de media. Y si en el momento en que Zapatero accedió al poder destinábamos el 17% de nuestro presupuesto a la alimentación, ahora empleamos el 20%. Lo que supone, lisa y llanamente, que hoy somos más pobres. Un signo de riqueza es la disminución relativa, no absoluta, de los gastos en alimentación. Aquí está pasando exactamente lo contrario. Un signo de pobreza, por tanto.
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La economía, contra Zapatero
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Poco puede hacer el Gobierno porque ni siquiera controla la política monetaria, ahora en manos del Banco Central Europeo. Pero en momentos como este, cuando los indicadores que anuncian la crisis brillan al unísono, sin excepción, podrían al menos haberse presentado unos presupuestos razonables, sobrios, realistas y ajustados a las necesidades reales de la población y no unos descabellados e irresponsablemente expansionistas y demagógicos. Con lo que la crisis no sólo no se atemperará, sino que se agravará voluntariamente.
El disparate económico de la semana
Es una pena que vaya a ser la economía la que hunda a Zapatero, porque ha hecho falta que él, previamente, nos hunda a todos. Lo ha conseguido. Y lo vamos a notar en breve.
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